You are on page 1of 5

Neuquén, 3 de octubre de 2008.

Sr. Ministro de Justicia, Trabajo y Seguridad

Provincia del Neuquén

Dr. CÉSAR OMAR PÉREZ

S / D

De mi consideración:
Nos dirigimos a Ud. en nuestro carácter de Secretario General y
Secretario Adjunto de la Asociación de Trabajadores de la Educación del Neuquén
(a.t.e.n.), con motivo de la nominación efectuada por el Sr. Gobernador de la Provincia
de la persona de Leila Graciela Martinez de Corvalán para cubrir el cargo de vocal
del Tribunal Superior de Justicia, conforme la información oportunamente publicada en
el Boletín Oficial provincial, a los efectos de impugnar la nominación realizada, en
ejercicio de la instancia de participación ciudadana incorporada por el Señor
Gobernador a través del Decreto 590/08.

En el convencimiento de que esta nueva instancia de


participación ha sido instaurada con el objetivo de favorecer la transparencia en el
proceso de selección de los miembros de Tribunal Superior de Justicia, la participación
cabal y responsable de la ciudadanía aparece como el ejercicio de un compromiso
social en el fortalecimiento institucional del Poder Judicial de la Provincia, seriamente
deslegitimado en la actualidad.

El intercambio de ideas que implica la participación ciudadana,


abre una instancia de debate acerca de las cualidades que debe reunir el candidato
para resultar idóneo para cubrir tan jerarquizado cargo –requisito genérico para el
acceso al empleo público conforme el art. 156 de la Constitución Provincial-,
vinculadas a la capacidad técnica y ética que se espera de un Juez en el desempeño
de su función.

La organización que representamos considera que la


nominación de Leila Graciela Martinez de Corvalan merece graves
cuestionamientos, que indican que la nombrada no posee las cualidades técnicas ni
éticas necesarias para el desempeño del cargo.

Ponemos a consideración del señor Gobernador las causales de


impugnación y solicitamos retire la nominación del candidato.

Causal I: Impedir la querella de aten en la Causa Fuentealba II


En oportunidad de debatirse en la Cámara de Apelaciones en
lo Criminal con Competencia Provincial, la solicitud de constituirnos como
querellantes en la causa públicamente conocida como Fuentealba II, hubo intervención
de la Dra. Martínez de Corvalan. El trámite que tuvo esta apelación sigue teñido por la
sombra de la irregularidad, tal lo planteamos a los legisladores cuando denunciamos la
presunta intervención del Dr. Badano, denuncia que fue considerada por los miembros
de la Honorable Legislatura Provincial como causal de Juicio Político a quien fuera
Presidente del Tribunal Superior de Justicia cuando se tramitó la apelación.
La intervención de Martínez de Corvalan es a nuestro juicio
contraria a la doctrina moderna sobre la plena participación de las partes en el proceso
penal. Es clara su postura restrictiva sobre tal circunstancia, limitando el concepto de
querellante solamente a los familiares directos de la víctima. Es más, el concepto de
víctima, también es restrictivo, ya que lo investigado en la Causa Fuentealba II no es el
homicidio de nuestro compañero Carlos Fuentealba ocurrido en Arroyito el 4 de abril
de 2007, sino que se investigan las responsabilidades penales de quienes ordenaron,
supervisaron y condujeron el operativo represivo. En tal inteligencia de los hechos, no
puede desconocerse que las víctimas fueron todos los trabajadores de la educación
convocados por nuestra organización, la que a su vez, estaba representada por sus
autoridades y de la cual Carlos Fuentealba era afiliado.
Es importante destacar que existen fallos y jurisprudencia en la
que la participación de las organizaciones sindicales, en representación de los
intereses de sus representados, han sido aceptadas como parte querellante. En el
mismo sentido, los organismos de Derechos Humanos son reconocidos como parte
interesada en innumerables juicios.
Los delitos investigados han afectado bienes jurídicos tan
importantes como la vida, y puesto en riesgo la integridad física y psíquica, cuyos
efectos son imposibles hoy calcular, a todos y cada uno de los que estuvieron en el
lugar de los hechos y fueron potenciales victimas mortales de la desmedida y brutal
represión policial. No cabe abundar sobre el particular, ya que sobre él mucho se ha
dicho y se ha dejado constancia en el juicio oral y público en el que se dictó sentencia
en la Causa Fuentealba I.
No era este un hecho desconocido para la Dra. Martinez de
Corvalan, así como no pudo estar ajeno a su conocimiento la trascendencia política de
la causa en la que pretendíamos ser parte. Dejar sólo como parte afectada a los
familiares directos de la víctima mortal, tiene un interés. No es ingenuo desconocer
que de tal modo se le arrebata o intenta despejar de la misma el contenido político y
social que el hecho a investigar contenía. Por lo tanto aceptar a nuestra organización
sindical como querellante en el marco legal existente y reconocido por uno de los
camaristas, implicaría reconocer el hecho como acción del Estado contra una
organización dentro del mismo Estado.
Podrá decirse que como en todo análisis jurídico, hay
fundamento para una u otra desición. Lo que no puede negarse es que es el Juez
quien tiene que decidir y su desición afecta, restringe o garantiza el pleno ejercicio de
derechos. Entendemos que la Dra. Martinez de Corvalan optó por la restricción, por la
simplificación de un hecho colectivo a un hecho individual; por la limitación a ejercer el
derecho a acompañar la acción del Ministerio Público Fiscal a una parte substancial y
víctimas directas del crimen investigado: todos los trabajadores de la educación.
Más allá de los argumentos legales, con su voto la Dra. Martínez
de Corvalán, impidió el ingreso de la asociación sindical igualmente afectada por los
hechos. Organización sindical que se encontraba en abierto conflicto con la
administración política que ordenó la represión de Arroyito. Por ello admitir nuestra
intervención hubiera representado un trastorno para el poder ejecutivo de entonces,
que evidentemente tuvo interés notorio en evitar. Lo sustancial de nuestra
impugnación no es la resolución misma, sino lo que con ella se pretendió: impedir la
participación de aten, cuestión que no puede ser entendida de otra manera que no
sea, la de poner un obstáculo en la investigación de todos los responsables de la
represión y el asesinato de Carlos Fuentealba.
Entonces a nuestro entender su voto estuvo viciado de
imparcialidad, toda vez que coincidió de manera sospechosa con la preocupación de
sectores del mismo poder judicial ligados al ex gobernador.
He aquí la "cuestión ética". La Dra. Martínez de Corvalán en
su actuación pública, ha demostrado ausencia de independencia del poder
político, en el conflicto más grave de los últimos años en la provincia de
Neuquén.
Ante su actuación nos permitimos el derecho a impugnar su
postulación, ya que entendemos que el lugar a ser ocupado, tal lo expresa la
necesidad de la sociedad neuquina, de recomponer la imagen y el funcionamiento
independiente del máximo órgano de conducción del Poder Judicial de la Provincia,
no es una condición que está representada en la postulante, toda vez que su
intervención en la causa mencionada, impidió la participación como querellante de
quién reunía condiciones para ello en protección de un interés político.

Causal II.- Rehabilitación de Poblete

Lamentablemente, sobre la causa Fuentealba, la Dra. Martínez


de Corvalan, por incompetencia notaria que queda demostrada en las consecuencias
posteriores, tuvo otra intervención sumamente negativa, aun sin saber los hechos por
venir. Así, en agosto de 1999, permitió el reingreso del Agente Darío Poblete a la
Policía de la Provincia, rehabilitándolo de la pena de inhabilitación especial para
desempeñarse como agente policial. Tal pena le había sido impuesta por dos años por
apremios ilegales.

Esta resolución es demostrativa de la falta de apego a los más


elementales Derechos Humanos que la administración de justicia debe preservar. No
puede ignorar la Dra. Martínez de Corvalan, que la función policial tiene que ser
severamente custodiada para evitar que desde la misma se haga una utilización
abusiva de la fuerza pública en perjuicio de los ciudadanos a quienes tiene la
obligación de tutelar. El antecedente del Cabo Primero Darío Poblete no era una
infracción de tránsito, ni una falta administrativa menor, sino todo lo contrario,
APREMIOS ILEGALES, por lo que permitir su reingreso a la fuerza sin más, fue una
acción en desmedro de eventuales delitos que sus antecedentes permitían anticipar.

La rehabilitación, aún luego de cumplida la pena, sobre todo


tratándose de delitos de estas características no puede ser sin restricciones, es más
no podría ser dentro de la misma fuerza donde cometió el delito condenado. Es
evidente que tal desición fue la que dio lugar a nuevos delitos aún más graves.

Todo lo anterior nos pone en alertas y nos habilita a impugnar su


postulación, ya que denota un desinterés concreto en la preservación de normas y
principios en defensa de los Derechos Humanos.
Prueba:

Acompañamos como prueba documental copia del oficio


Nº431/99.

Es en mérito a los argumentos esgrimidos y la prueba ofrecida


que solicitamos al Ministro César Omar Pérez tenga presente la impugnación
efectuada respecto de la nominación de la Dra. Leila Graciela Martínez de Corvalán
para ocupar la vocalía del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén que quedara
vacante a partir de la renuncia de Jorge Sommariva y retire la misma oportunamente.

Sin otro particular, aprovechamos para saludarlo con la mayor


consideración.

Pablo Grison Marcelo Guagliardo


Secretario Adjunto Secretario General

You might also like