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ACTUALIDAD ECONÓMICA

EDICION IMPRESA

1
Indice
Presentación........................................................................................................................3
El Retorno De La Política Fiscal Pro Cíclica..................................................................... 4
Los Retrocesos En La Política Monetaria........................................................................ 14
El País de las Burbujas Especulativas.............................................................................. 27
Administrando la Abundancia.......................................................................................... 34
El Aporte Minero: ¿Hasta Cuándo Y Cuánto Rendirá?................................................... 38
Neo Liberalismo y Crecimiento....................................................................................... 44
Ciencia y Tecnología la Cenicienta.................................................................................. 48
Educación: Demasiado Mala, Demasiado Buena ............................................................50
Guerra por la Propiedad Popular...................................................................................... 52
Fusión De Programas Sociales: ¿Sirve De Algo?............................................................ 54
El Sistema Nacional de Inversión Pública........................................................................58
Estabilidad y Competitividad: Lo que se Sabe y No se dice ........................................... 60
El Tlc Con Ee.Uu. Y Los Retos Del Desarrollo Nacional............................................... 63
Tlcs A La Carta................................................................................................................ 69
Goodbye TLC? ................................................................................................................ 76
Naturaleza e innovación en las regiones ......................................................................... 79
¿Sierra exportadora o desarrollar la sierra? ..................................................................... 82

2
Presentación
Actualidad Económica es una revista que ha incidido en el debate público sobre
políticas económicas, siempre retando al sentido común conservador, desde hace
más de 28 años. Luego se salir en forma impresa durante más de dos décadas, en el
último quinquenio nuestra edición fue electrónica: pueden consultarnos en
aeperu.blogspot.com, donde verán nuevos artículos todos los días, y en
http://www.actualidadeconomica-peru.com/.

Bajo la misma identidad de Actualidad Económica, en los últimos meses hemos


venido publicando artículos de opinión un grupo amplio de economistas, que con
ojo de publicista La República nos presentó como el G-12. Varios de nuestros
integrantes han ocupado destacados cargos en las principales instituciones
encargadas de la política macroeconómica, la defensa de la libre competencia, la
política social y la información estadística en los últimos años. Otros han
mantenido una elaboración intelectual destacada en diversas áreas de la economía.

Ahora, gracias a un convenio con La República, complementamos nuestra


publicación electrónica y nuestras columnas de opinión, con la revista que hoy
tienen en sus manos. Esta versión impresa de Actualidad Económica busca abordar
de una manera ordenada y amplia los problemas principales de la economía
peruana.

Insistir en presentar puntos de vista alternativos sobre la economía casi parece


ocioso en una coyuntura en la que tenemos un crecimiento récord en velocidad y
duración, inflación controlada y superávit externo. Pero como podrán apreciar a lo
largo de estas páginas, los retos que enfrenta la economía peruana son grandes y la
política económica del segundo alanismo pueden ser criticadas desde varios
ángulos. Más importante aún, hay un serio peligro de un cambio drástico de
perspectivas económicas, del rosa de la felicidad al rojo de la crisis, debido a una
situación internacional que se inclina por ese camino y una total ceguera del
gobierno por reconocerlo.

Como ven, los años no han disminuido nuestras ganas de aportar con visiones
críticas y alternativas. A ello, hoy sumamos más experiencia y conocimiento.
Razón por la cual el regreso de Actualidad Económica a las calles augura una
reanimación del debate económico que hoy se hace urgente.

El G-12--

3
El Retorno De La Política Fiscal Pro Cíclica

Waldo Mendoza y Kurt Burneo

La política económica del presidente García está repitiendo uno de los errores de la

política fiscal del ingeniero Fujimori, que la administración anterior no cometió: la

política fiscal ha vuelto a ser pro cíclica. El sentido común y la experiencia

internacional recomiendan que la política fiscal debe ser anti cíclica, estabilizadora;

esto es, expansiva cuando hay indicios de recesión y contractiva cuando la

expansión empieza a atentar contra el equilibrio externo, o cuando aparecen

presiones inflacionarias, o para generar los fondos públicos necesarios para la

etapa de la depresión.

La evidencia internacional.

La política fiscal en nuestro país y en Latinoamérica ha sido, en términos generales,

pro cíclica. Los gobiernos, especialmente a través del gasto público, han

intensificado el crecimiento económico en la fase del auge y han agudizado la

recesión en la fase del declive.

Gavin y Perotti (1997) son los primeros autores en hacer notar el carácter pro

cíclico de la política fiscal en América Latina, debido a la debilidad de los

estabilizadores automáticos y al manejo pro cíclico de la parte discrecional de la

política fiscal. Talvi y Vegh (2000) encuentran que este rasgo no es particular para

América Latina, sino que abarca al mundo en desarrollo, a diferencia de los países

4
industrializados, donde los estabilizadores fiscales automáticos son más fuertes y

la parte discrecional de la política fiscal es marcadamente anti cíclica.

Para el caso peruano, Dancourt, Mendoza y Vilcapoma (1997) encuentran que

entre 1950 y 1995 la política fiscal es pro cíclica y Vásquez y Mesías (1999),

consideran también que en el periodo 1968-1998 la política fiscal ha sido pro cíclica

y habría acentuado las fluctuaciones económicas, especialmente durante las épocas

de auge, en los cuales el gasto público ha ejercido una influencia positiva sobre la

demanda agregada. Jiménez (2005) destaca el carácter pro cíclico de la inversión

pública en la década del noventa.

Recientemente, Castillo, Montoro y Tuesta (2006) han encontrado una correlación

contemporánea entre el consumo y la inversión pública con el ciclo del producto, en el

periodo 1979-2005, y Morón (2006) muestra que en el periodo 1993-2005 existe una alta

correlación entre el componente cíclico del gasto no financiero y el ciclo del PBI,

evidenciando el carácter pro cíclico de la política fiscal peruana.

Por otro lado, Perry (2004) constata que la volatilidad del nivel de actividad económica en

América Latina es mucho mayor que la de los países del OECD y del Asia. Según este

autor, dos tercios de la volatilidad están asociados a choques exógenos, como el de los

términos de intercambio y la insuficiente conexión a los mercados internacionales de

capitales, y el tercio restante a la política monetaria y la política fiscal. En este caso, todo

apunta a que la volatilidad se debería a la incidencia de la segunda, pues la de la política

monetaria ha ido reduciéndose conforme los regímenes de tipo de cambio flexible fueron

generalizándose.

La inestabilidad macroeconómica, expresada en la volatilidad del nivel de actividad

económica, atenta contra el crecimiento económico de largo plazo. Según Serven (1998), la

volatilidad del PBI tiene una fuerte correlación negativa con la inversión privada, fuente

5
básica del crecimiento económico. En la misma línea, Caballero (2000) explica que a pesar

de las grandes transformaciones ocurridas en los noventas en América Latina, la

volatilidad de las variables reales y financieras sigue siendo alta, conclusión que se infiere

del estudio de las economías de Argentina, Chile y México.

La implicancia para la política económica de estos hallazgos es que para contribuir al

crecimiento económico deberían implementarse políticas que reduzcan el grado de

volatilidad del nivel de actividad económica; y como según esa literatura la volatilidad

habría sido agravada por la política fiscal pro cíclica, hay que poner en marcha una

política fiscal que reme contra la corriente: ahorrar en los años del auge, para poder

gastarlo en los años de depresión.

Para el caso peruano, Vásquez y Mesías (1999), Jiménez (2003), Moreno (2006), Montoro y

Moreno (2006) proponen reglas fiscales que esencialmente apuntan en la dirección de que

la política fiscal opere sobre la base de una meta de superávit estructural.

La política fiscal entre el 2001 y el 2006

La política fiscal durante la administración del presidente Toledo tuvo como marco básico

la Ley de Responsabilidad y Transparencia Fiscal (LRTF). En concordancia con la regla del

límite de déficit de 1 % del PBI, el déficit fiscal se redujo desde el 2,5% del PBI registrado

en el año 2001 hasta un superávit fiscal de casi 2 % del PBI en el año 2006.

Concurrentemente, la deuda pública como porcentaje del PBI se redujo en 14 puntos

porcentuales en el mismo periodo, pasando de 46,1% a 32,2 % del PBI.

Estos resultados, espectaculares para los estándares de la economía peruana, han estado

apoyados por el ciclo expansivo que registra la economía peruana en los últimos 3 años,

así como por el nivel que alcanzaron los precios internacionales de nuestras principales

exportaciones.

6
Tradicionalmente, cuando el déficit fiscal aumenta, se dice que la política fiscal es

expansiva, pues el gobierno está inyectando demanda a la economía; y por el contrario, si

el déficit se reduce, el sector público está retirando demanda del sector privado, y se dice

que la política fiscal es contractiva.

Este indicador es, sin embargo, inadecuado y puede llevar a efectuar un juicio errado

sobre la real situación de las finanzas públicas fundamentalmente porque cuando el auge

económico coincide con un buen contexto externo los ingresos están “inflados”, porque el

nivel de actividad económica y los precios internacionales están creciendo por encima de

su tendencia. Entonces, el déficit fiscal, en épocas de auge, puede estar reduciéndose, al

margen de las decisiones de política fiscal; y este déficit puede elevarse en épocas de

recesión, sin que el hecho tenga que ver tampoco con la política fiscal. Por tanto, los

indicadores estándar podrían no reflejar la correcta posición de la política fiscal y,

consecuentemente, conllevarían a conclusiones inexactas.

Para resolver este impasse, es necesario separar del indicador de déficit fiscal convencional

los componentes transitorios. Este método permitirá obtener el indicador de “déficit fiscal

estructural”, que corresponde a una situación hipotética donde el nivel de actividad y los

precios internacionales están en niveles de tendencia (“normales”). De esta manera, los

ingresos, por ejemplo, se “desinflarán” al separarse la parte del producto y los precios

internacionales de exportaciones que no correspondan a sus niveles normales.

El Banco central de Reserva del Perú, en su último Reporte de Inflación, ha hecho esa

tarea, la cual se muestra en los gráficos siguientes. Puede verse también Kapsoli, Mendoza

y Rabanal (2006).

7
Deficit fiscal convencional y estructural
(Porcentaje del PBI)
4

3.3
3
3
2.5
2.2 2.2
2 1.7 1.7
1.6
1.2
1 0.9 1
1
% PBI

0.3 0.3
0
0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

-1

-2
-1.9

-3
años
deficit fiscal convencional deficit fiscal estructural

Fuente: BCRP, Reporte de Inflación – enero 2007

indicador de impulso fiscal


(Porcentaje del PBI)

1.5

0.5

% PBI

-0.5

-1

-1.5
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Año

indicador de impulso fiscal

Fuente: BCRP, Reporte de Inflación – enero 2007

8
Según esta información, la mejora fiscal de los últimos cinco años es espectacular mirado

con el dato del déficit fiscal convencional; y no lo es tanto a través del indicador

estructural. El déficit fiscal convencional se redujo desde el 2,5 % registrado en el año 2001

hasta convertirse en un superávit fiscal de 1,9 % del PBI en el año 2006. La reducción es

ininterrumpida, y significó una disminución de 4,4 % del PBI en el periodo 2001-2006.

El indicador de déficit estructural muestra la misma tendencia, aun cuando los resultados

son menos llamativos. Según este indicador, el déficit se reduce desde el 1,6 % del PBI

alcanzado en el 2001 hasta un 0,3 % del PBI en el 2006; es decir, la reducción del déficit

fiscal estructural es de 1,3 % del PBI durante el periodo estudiado.

Por otro lado, para medir la postura expansiva o contractiva de la política fiscal se suele

utilizar el “indicador de impulso fiscal” que no es otra cosa que el cambio que se registra

año a año en el déficit fiscal estructural. Según este indicador, en promedio, en el periodo

2001-2006, el sector público no ha sido una fuente de demanda importante como para

explicar las fluctuaciones económicas durante el período de análisis. Por el contrario, la

política fiscal ha sido contra cíclica, en promedio, durante la administración del presidente

Toledo; y probablemente se trate de la única vez en la historia moderna de las finanzas

públicas en el Perú en que la política fiscal no ha sido un factor de propagación del ciclo.

2007: El retorno de la política pro cíclica

En el campo de la política fiscal, el gobierno del presidente García ha propuesta una nueva

Ley de Responsabilidad y Transparencia Fiscal (LRTF) que permitirá elevar

sustancialmente, durante los años venideros, la inversión pública y el gasto de

mantenimiento, pues el límite de 3 % para el crecimiento del gasto no financiero, que antes

se aplicaba a todo el Gobierno General (Gobierno Central, gobiernos locales y Essalud),

9
ahora se aplicaría solo al Gobierno Central; y únicamente al gasto corriente, del cual,

además, se deducen los gastos de mantenimiento.

De esta manera, como el superávit fiscal estuvo en alrededor del 2 % del PBI en el 2006 y

como se mantiene el tope legal de 1 % del PBI para el déficit fiscal en el 2007, junto con el

extraordinario crecimiento de la recaudación, el ritmo de crecimiento de la inversión

pública en el 2007 puede llegar a ser tan alto como en 1974, en el gobierno del General

Velasco Alvarado.

¿Es esta política fiscal del 2007 apropiada para reducir la volatilidad del PBI y para generar

los recursos necesarios para las épocas de escasez? En nuestra opinión, es uno de los

principales errores de la política macroeconómica actual.

La política en marcha exacerbará el auge económico, empujando a la economía cuando no

se necesita de dicho empuje, y tampoco permitirá la elevación del Fondo de Estabilización

Fiscal (FEF) que debiera alimentarse con los superávit fiscales que se alcancen en los

periodos de auge. Este es el Fondo, que actualmente es de apenas US$ 339 millones, que

debiera crecer sustantivamente en la época de las vacas gordas, para ser usada en la época

de las vacas flacas, permitiendo que la política fiscal contribuya a la estabilización de la

economía.

Según el indicador convencional, siempre utilizando las proyecciones del BCRP, el

superávit fiscal de 1,9 % del PBI alcanzado en el 2006 desaparecerá en este año,

interrumpiéndose, por primera vez desde el 2000, la tendencia decreciente del déficit

fiscal.

Según el otro indicador, el déficit fiscal estructural de 0,3 % alcanzado en el 2006, se

elevará a 2,2 % del PBI en el 2007, con lo que se producirá un impulso fiscal de alrededor

de 2 % del PBI. Un impulso fiscal de esta magnitud - a pesar que el BCRP está siendo

10
conservador en su estimación de equilibrio fiscal para este año-, no se veía desde los años

1986-1987, durante el primer gobierno del presidente García.

Las opciones hacia adelante

El sistema de políticas macroeconómicas, así como las normas de regulación y supervisión,

deben buscar amortiguar los efectos negativos de los ciclos económicos. Las crisis nos han

enseñado que el ciclo económico es casi inevitable y que hay que generar en las etapas de

auge los mecanismos de defensa que permitan atenuar la magnitud de la crisis en las

etapas de depresión.

Actualmente, la política fiscal ha retrocedido hacia el estilo pro cíclico de hacer política

fiscal, como en los años del ingeniero Fujimori, como si la economía necesitase de un

impulso fiscal para salir de la recesión, retrocediendo en el camino de reducir

sistemáticamente el déficit fiscal, aprovechando el auge económico en curso. Se presenta,

por enésima vez en nuestra historia económica, una inconsistencia entre los objetivos

políticos del gobierno y el buen manejo de la economía.

Hay una manera de enmendar ese rumbo. El límite de 1 % para el déficit fiscal

convencional era un límite exigente en la década pasada, cuando el déficit estaba por

encima del 3 % del PBI. En las condiciones actuales, con un superávit fiscal de casi 2 % del

PBI en el 2006, el “límite” de 1 % de déficit es anodino. Un límite más exigente y pro activo

para alcanzar el grado de inversión en el corto plazo, junto con medidas de

desdolarización, consistiría en fijar un piso de superávit fiscal convencional de 1 % del PBI

a partir del 2008.

De esta manera, le haríamos caso al sentido común y a la evidencia internacional: ahorrar

en las épocas buenas para tener los fondos para gastar en las en las épocas malas.

11
Evidentemente, 25 medidas de austeridad son inútiles para este propósito mayor de

resguardar las finanzas públicas y disminuir la volatilidad del crecimiento económico.

Referencias

Caballero, R.
2000 Aggregate Volatility in Modern Latin America: Causes y Cures

Castillo, P., Montoro, C. y V. Tuesta


2006 Hechos estilizados de la Economía Peruana, Documento de Trabajo Nº 5, BCRP.

Dancourt, O., Mendoza, W. y L. Vilcapoma


1995 Fluctuaciones económicas y shocks externos, Perú 1950-1996, Documento de
Trabajo No 135, Departamento de Economía PUCP.

Gavin, M. y R. Perotti
1997 Fiscal Policy in Latin America, NBER Macroeconomic Annual. Cambridge,
Massachusetts: National Bureau of Economic Research.

Jiménez, F.
2005 Regla de Oro, Sostenibilidad y Regla Fiscal Contra cíclica, Documento de
Trabajo No 240, Departamento de Economía PUCP.

Kapsoli, J., W. Mendoza y J. Rabanal


2006 La Política Fiscal Actual y los Retos para la Gestión 2006-2011, CIES-MEF

Montero, C. y E. Moreno
2006 Regla Fiscal Estructural y el Ciclo del Producto Seminario Política fiscal
contra cíclica: Reglas e Instituciones. MEF y CAF. Lima

Moreno, E.
2006 Reglas Fiscales y Ciclo Económico: Propuesta de Modificación de la Ley de
Responsabilidad y Transparencia Fiscal Seminario Política fiscal contra
cíclica: Reglas e Instituciones. MEF y CAF. Lima

Morón, E.
2006 Política Fiscal Contra cíclica: Reglas, Mercados e Instituciones. Seminario
Política fiscal contra cíclica: Reglas e Instituciones. MEF y CAF. Lima

12
Serven, L.
1996 Macroeconomic Uncertainty and Private Investment in LCDs: An Empirical
Investigation, Policy Research Working Paper No 2035, Washington: World
Bank

Talvi, E. y C. Vegh
2000 Tax Base Variability and Procyclical Fiscal Policy. NBER Working Paper Nº
7499

Vásquez, F. y R. Mesías
1999 Ciclos Económicos, Políticas y Reglas Fiscales. Estudios Económicos Nº 5,
BCRP.

13
Los Retrocesos En La Política Monetaria

Félix Jiménez

Aún existen en nuestro país distinguidos políticos, destacados periodistas y

economistas de talento que interpretan las actuales condiciones de auge

económico, como resultado de las políticas aplicadas en la última década del siglo

pasado. Esta extendida interpretación o creencia, revela, sin duda, en unos,

desconocimiento; pero, en otros, una ideología conservadora que al apropiarse del

éxito ajeno, lo pervierte para anular su fuerza de cambio. Nuestra opinión es

totalmente contrapuesta, pues pensamos que las políticas fiscal y monetaria de los

1990s, fueron totalmente contraproducentes para el desarrollo de largo plazo de

nuestra economía. Por esta razón, este breve ensayo tiene el propósito de evitar

que el olvido vuelva hacer que lo viejo aparezca como nuevo e innovador

enmascarando, así, su carácter conservador.

La experiencia de los últimos cinco años muestra la enorme importancia que

una adecuada política monetaria tiene no sólo para mantener la estabilidad de

precios, sino también para estimular el crecimiento económico de largo plazo. La

política monetaria influye en la trayectoria del empleo y la producción, porque

puede afectar, por largos períodos, el tipo de cambio real y las tasas reales de

interés, variables cruciales para el exitoso desempeño de economías pequeñas y

abiertas como la nuestra. Sostenemos, por esta razón, que fue el nuevo esquema

institucional de política monetaria introducido en el año 2002, la principal causa

del crecimiento sostenido que ha experimentado el país en los últimos cinco años.

14
Causan preocupación, por lo tanto, los cambios que está introduciendo el

actual directorio del Banco Central de Reserva en este nuevo esquema de política

monetaria. Con estos cambios se están reincorporando varios de los instrumentos

de la política monetaria de los 1990s.

I. UN POCO DE HISTORIA PARA RECORDAR

La crisis financiera de los años 1997-1998 produjo una recesión de cuatro

años, junto a corridas y quiebras bancarias en los años 1999-2000. Su notable efecto

nocivo sobre el producto, el empleo, la banca y las finanzas públicas, se debió

precisamente a la política monetaria del fujimorismo que fomentó la dolarización

de la banca comercial con la aplicación de encajes efectivos diferenciales (0% para

las líneas de créditos externas y cerca de 44% para los depósitos domésticos en

dólares). Esta política acrecentó la vulnerabilidad de la economía ante shocks

externos adversos porque promovió la dolarización de las deudas privada y

pública, estimuló la expansión de las líneas de créditos externas y desalentó el

desarrollo del mercado doméstico de capitales.

Debemos recordar también que el fujimorismo respondió a la crisis recesiva de los

años 1998-2001, disminuyendo el encaje de los depósitos domésticos en dólares, en un

contexto de creciente morosidad y de urgencia de los bancos por repagar su deuda externa

de corto plazo; y que provocó una recesión dentro de la recesión con nuevas quiebras

bancarias, al retirar los depósitos del gobierno del sistema bancario para enfrentar el

déficit fiscal exacerbado por el efecto negativo de la recesión.

Por otro lado, la política monetaria del fujimorismo fue responsable del

lento crecimiento de la inversión privada porque encareció el costo del dinero y

deprimió el tipo de cambio real (véase Gráficos 1 y 2). El gobierno de ese entonces

15
apostó por la inversión extranjera, como ahora también apuesta por ella el

gobierno de Alan García, descuidando a la inversión privada nacional.

La política monetaria afecta las tasas reales de interés por largos períodos,

dice Blanchard. Si su efecto es incrementarlas, «las altas tasas reales de interés

afectan el costo del capital; el costo del capital afecta la acumulación de capital; el

stock de capital afecta la demanda de trabajo; y, la demanda de trabajo afecta el

desempleo»1.

En efecto, desde que el fujimorismo introdujo las políticas neoliberales en el

país, el coeficiente de inversión privada disminuyó en lugar de aumentar. Entre los

años 1996 y 2005, el coeficiente de inversión privada a PBI se redujo de 18.6% a

15.7%. Esto ocurrió cuando, en el mismo período, el coeficiente de ahorro privado

a PBI aumentó de 12.5% a 17.4%. Así, desde el año 1999 la brecha Ahorro-

Inversión privados se hace positiva y, desde el año 2004, el país exporta capitales.

Esta situación se exacerba en el último semestre del año 2006, cuando el ahorro

externo se hace notoriamente negativo, ubicándose, en valor absoluto, por encima

del 5% del PBI. Por esta razón el promedio de ahorro externo para el año 2006 es

equivalente a -2.6% del PBI. Nótese, además, que la Renta de Factores de la balanza

en cuenta corriente, como porcentaje del PBI, ha pasado de -6.4% en el 2005 a -8.2%

en el 2006.

La exportación de capitales debilita la relación entre el ahorro y la inversión

internos, ahondando los problemas estructurales de la economía cuyo déficit de

inversión en infraestructura supera los 25 mil millones de dólares, sin considerar el

1
Véase Olivier Blanchard, “Monetary policy and unemployment”, en Willi Semmler (editor)
Monetary Policy and Unemployment, The US, Euro-area, and Japan. Routledge, London and New
York, 2005

16
déficit en Vivienda y Telecomunicaciones. Por lo demás, esta exportación es

estimulada por un manejo cambiario que favorece el aumento de las inversiones de

las AFP en el exterior.

II. LA INNOVACIÓN DE LA POLÍTICA MONETARIA DEL 2001 AL 2006

El directorio del Banco Central de Reserva nombrado para el período 2001-2006,

modificó radicalmente la política monetaria del fujimorismo. En primer lugar, aumentó la

tasa de encaje marginal de 20 a 30% para los depósitos en moneda extranjera y las líneas

de crédito a corto plazo del exterior. También disminuyó la remuneración al encaje de

dichos depósitos.

En segundo lugar, desde el año 2002, introdujo un nuevo esquema de

política monetaria que incluye:

17
a. Una meta explícita de 2.5% de inflación anual para anclar las expectativas

inflacionarias de los agentes económicos, con un rango de tolerancia de 1.5 a

3.5%;

b. Una regla monetaria donde el instrumento tasa de interés es administrado

ante desvíos de la inflación de su valor meta o ante la brecha del producto

efectivo respecto al potencial; y,

c. Un régimen de tipo de cambio relativamente flexible bajo libre movilidad

internacional de capitales, con intervenciones esterilizadas de compra-venta

de dólares para morigerar la volatilidad del tipo de cambio.

Es importante destacar que, aparte de la tasa de interés interbancaria, el

BCRP tiene como otro instrumento independiente la compra o venta esterilizada

de dólares. Cuando compra, simultáneamente inyecta soles en la economía. El

BCRP esteriliza estos soles, retirándolos de la economía con la venta de sus

certificados de depósitos.

Con la aplicación de este nuevo esquema institucional de política monetaria,

bajó dramáticamente la inflación hasta un nivel nunca antes registrado en la

historia moderna del país. Pero también bajó la tasa de interés «overnight», desde

un nivel cercano al 19%, a 3% promedio anual y, ciertamente, disminuyó

significativamente su volatilidad. Por su parte, esta disminución, como era de

esperarse, tuvo un efecto reductor de los niveles de la estructura de tasas de interés

del sistema financiero.

Gráfico 1

18
Tasa de Interés activa promedio en Moneda Nacional

Además de bajar significativamente las tasas de inflación y de interés, la

«nueva» política monetaria impidió la ocurrencia de bruscas fluctuaciones del tipo

de cambio. Como consecuencia, el tipo de cambio real, se mantuvo en niveles que,

a diferencia de lo que ocurrió en los años 90, no conspiraron contra la

competitividad de los exportadores no tradicionales. Así, el aumento de las

exportaciones no-tradicionales a los EE.UU. no fue sólo resultado del ATPDEA,

sino también de un tipo de cambio real que se mantuvo en niveles competitivos.

Gráfico 2
Tipo de Cambio Real Bilateral y Multilateral

19
Con la «nueva» política monetaria, también aumentaron las Reservas

Internacionales Netas: de 8,660 millones de dólares, en agosto de 2001, hasta 15,172

millones de dólares, en septiembre de 2006. Lo mismo ocurrió con la posición de

cambio del BCRP: aumentaron de 2,627 millones de dólares a 9,139 millones de

dólares, en el mismo período.

Mientras la economía no tenga un mercado doméstico de capitales en soles

plenamente desarrollado y un sector exportador diversificado tanto en productos

como en mercados, se debe acumular reservas para protegerla de shocks externos

adversos. En otras palabras, mientras las deudas pública y privada no estén

totalmente desdolarizadas, el tipo de cambio no puede actuar como un pleno

absorbedor de shocks en situaciones de alta volatilidad. Con una deuda pública

dolarizada, el país nunca podrá obtener grado de inversión. La volatilidad y la

vulnerabilidad fiscal de un país provienen de la deuda predominantemente en

moneda externa y no sólo de su nivel respecto al PBI. La dolarización aumenta el

riesgo de enfrentar una repentina pérdida de flexibilidad y solvencia fiscal. La

20
dolarización de las deudas privadas provoca fragilidad financiera y la

vulnerabilidad de la economía.

En resumen, sin el cambio radical de la política monetaria fujimorista, y sin

la reducción de aranceles a los bienes no producidos en el país, el crecimiento

económico actual liderado por las exportaciones no tradicionales y por la demanda

interna, no habría sido posible. Este tipo de crecimiento es el que podría

«pervertirse» con los cambios en la política monetaria efectuados por el actual

directorio del BCRP presidido por Julio Velarde.

III. CAMBIOS CONTRAPRODUCENTES EN LA POLÍTICA MONETARIA

El actual directorio del BCRP está introduciendo cambios que están

minando la solidez de la política monetaria aplicada en el último quinquenio.

En primer lugar, el anuncio de una mayor flexibilidad cambiaria ha

exacerbado la tendencia a la apreciación del sol, conspirando contra la efectividad

de la regla de intervenciones esterilizadas en el mercado cambiario. Como dice el

mismo Velarde, los inversionistas extranjeros están apostando más por el nuevo

sol y «hay una mayor confianza en que el sol se hace cada vez más fuerte». No hay

que olvidar que el aumento y posterior estabilidad del tipo de cambio real

efectuado por el anterior directorio del BCRP, tuvo un papel importante en el

crecimiento y diversificación de las exportaciones no tradicionales.

Con el anuncio de flotar más el actual Directorio del Banco Central está

introduciendo modificaciones en el uso del instrumento compra-venta esterilizada

de dólares. Para el mercado cambiario este fue el anuncio de una especie de vía

21
libre hacia la apreciación de la moneda nacional (una caída del precio del dólar) y,

por lo tanto, empezó a apostar en esa dirección.

Crear expectativas hacia una cada vez mayor apreciación de la moneda, es

remar a contracorriente en un contexto en el que los volúmenes de las

exportaciones han empezado a desacelerarse por la relativa contracción de la

economía internacional. Pero, quizás, también, la apreciación monetaria sea el

pretexto construido para seguir aumentando el límite operativo de las inversiones

en el exterior de las AFP. Ya lo elevó de 10.5 a 12.5% y se ha anunciado que lo

seguirá haciendo. De continuar en esta ruta, el Directorio actual pasará a la

historia por haber acentuado la exportación de nuestros ahorros en lugar de

generar canales adecuados para invertirlos en la economía nacional a través del

mercado de capitales en soles.

En segundo lugar, se está debilitando el desarrollo del mercado doméstico de

capitales, al promover la continua exportación de nuestros ahorros. Se ha

aumentado por segunda vez el límite operativo a las inversiones de las AFP en el

exterior, con el argumento de beneficiar a sus afiliados. Una mayor inversión en el

exterior –se dice- minimizaría y diversificaría el riesgo de sus carteras favoreciendo

a sus afiliados. Pero este argumento choca con otro: mientras menos bonos

domésticos, en soles o en dólares, compren las AFP, más altas serán las tasas de

interés de largo plazo en ambas monedas. El bono de 20 años en soles que hoy se

cotiza a una tasa de 6.76% anual puede cotizarse a una tasa mayor en el futuro, aun

cuando la autoridad monetaria no suba su tasa de interés de corto plazo.

En tercer lugar, se está estimulando la dolarización aunque Velarde dice que

busca lo contrario. No se puede desdolarizar el sistema financiero debilitando el

22
mercado local de capitales y aumentando la remuneración al encaje en moneda

extranjera. El directorio presidido por Velarde ha subido dos veces (de 2.5% a 3%

anual) la tasa de interés que el BCRP paga a los bancos comerciales por los 3 mil

millones de dólares y pico que estos están obligados a depositar en las bóvedas de

la autoridad monetaria. En otras palabras, los bancos han sido «premiados», no se

sabe por qué, con más de 15 millones de dólares. Esta medida puede aumentar la

tasa pasiva en moneda extranjera, y por esta vía estimular la mayor dolarización

de los depósitos, o puede disminuir la tasa activa en moneda extranjera, y por esta

vía aumentar la dolarización de las colocaciones bancarias.

En cuarto lugar, se está afectando eventualmente la reputación del BCRP. En

el último reporte de inflación se anuncia la reducción de la meta de inflación de

2.5% a 2% anual, para «fortalecer la confianza en el sol y reducir la vulnerabilidad

de la economía». En una economía expuesta a choques de oferta adversos,

especialmente externos, reducir la meta de inflación pone en riesgo su

cumplimiento. Recuérdese que a mediados del año 2004 un choque de oferta de

este tipo hizo subir la inflación de los últimos 12 meses por encima del 4.5% anual.

Si el BCRP incumple su meta de inflación por un periodo largo, pueden

descontrolarse las expectativas de inflación. No hay que olvidar que la

credibilidad del BCRP tiene que ver con la manera como difunde su política de

metas de inflación entre los agentes económicos. El descontrol de las expectativas

tiene efectos negativos en el gasto agregado y, por lo tanto, en el nivel de actividad.

Por otro lado, hay que tomar en cuenta que una meta de inflación de 2%, deja muy

poco espacio para disminuir la tasa de interés cuando se requiera hacerlo.

23
En resumen, el actual directorio del BCRP ha roto la continuidad de la

política monetaria incrementando innecesariamente los riesgos macroeconómicos

que afronta la economía peruana.

IV. A MODO DE CONCLUSION

1. Según la evidencia empírica, cuando la política monetaria afecta por

largos períodos las tasas reales de interés y el tipo de cambio real, dos precios

relativos importantes para la asignación de recursos en una economía de mercado,

también puede afectar el nivel de actividad, es decir, el nivel de producción y

empleo, por largos períodos. Por esta razón, y considerando que la economía

peruana es pequeña, abierta y semidolarizada, el Banco Central de Reserva debe

seguir gestionando adecuadamente sus dos instrumentos de política

independientes: la tasa de interés interbancaria, por un lado, y la compra o venta

esterilizada de dólares, por el otro.

Aquí, es importante mencionar, como un hecho de suma importancia, que el

Banco Central, a pesar del anuncio de flotar más que hizo el presidente de su

directorio, ha incrementado significativamente su posición de cambio en los

últimos seis meses. El nivel de esta posición, al 20 de marzo de 2007, subió hasta

12,057 millones de dólares; 2,918 millones más de su nivel registrado en septiembre

de 2006. Asimismo, han aumentado las reservas internacionales, durante el mismo

período, hasta 18,143 millones de dólares.

2. La eficiencia de la política monetaria basada en metas de inflación y en la

regla monetaria a la Taylor, como la que fue adoptada en el año 2002, depende, en

parte, de la existencia de un mercado doméstico de capitales en soles desarrollado.

24
Los cambios en la tasa de referencia del Banco Central de Reserva influyen más

rápido en la estructura de tasas de este mercado que en la estructura de tasas del

sistema bancario. La razón es que el primero es un mercado competitivo, mientras

que el segundo es básicamente un mercado oligopolizado. Pero, además, un

mercado de capitales desarrollado estimula la competitividad en el sistema

bancario.

3. Asimismo, al desarrollar el mercado de capitales en soles, se estimula la

desdolarización de la economía. Aparte de proporcionar activos alternativos al

dólar para reservar valor, la expansión relativa de este mercado contribuye a

reducir los riesgos de mercado en economías que, como la muestra, tienen deudas

pública y privada en dólares y a tasas de interés variables.

El lector comprenderá que ni el incremento de la remuneración al encaje en

moneda extranjera ni la elevación del límite operativo de las inversiones de las

AFPs en el exterior, favorecen la desdolarización y el desarrollo del mercado

doméstico de capitales en moneda nacional.

25
26
El País de las Burbujas Especulativas

Alberto Graña

Hace ya algo más de un año -con ocasión del cambio de Alan Greenspan cabeza de
la Reserva Federal de EEUU, sugerimos que su sucesor2 se encontraría ante la
disyuntiva de controlar las presiones inflacionarias o de precipitar una crisis
bursátil y, eventualmente, una desaceleración de la economía norteamericana y,
como reflejo, de su socio comercial más importante: la economía China3.
El ánimo de este artículo es el de analizar críticamente una compleja situación del
desarrollo capitalista actual, más que el de “predecir” catástrofes. Asimismo,
creemos que la información brindada por la prensa es escasa (por no decir
inexistente). Para informar sobre la complejidad y magnitud de la situación
deficitaria de los EEUU y sus posibles efectos en el crecimiento global hemos
escrito esta breve nota. Establecido esto, entremos al tema.
La bolsa o la deuda
En el libreto de la Reserva Federal, el control de las presiones inflacionarias implica
el aumento del costo del dinero (la tasa de interés referencial). Sin embargo,
hacerlo en esta particular coyuntura, derivaría dos efectos: a) aumento de la
morosidad de las familias norteamericanas, en particular, de aquellas con créditos
de dudosa recuperación (créditos “subprime”); y, b) la reducción de la liquidez en
los mercado cambiarios y de dinero, situación que históricamente se asocia a la
venta compulsiva de acciones como las experimentadas en los últimos días de
“pánico” en las bolsas del mundo4.
No obstante la Reserva Federal ha mantenido invariable la tasa de interés de
referencia por dos períodos consecutivos, los efectos en las familias de los
aumentos anteriores (del petróleo, entre otros) parecen sentirse a juzgar por el
aumento en el índice de morosidad y la caída de los índices de producción y de
consumo, como es fácil comprobar en la prensa especializada internacional

2
B.Bernanke
3
ver A Graña “ El déficit Greenspan y la inevitable desaceleración económica mundial, AE
11/11/05; y Volatilidad externa, crecimiento y política económica, Nueva Sociedad 199 febrero
de 2006.
4
A diferencia de las épocas del crédito barato en las que se produce la fase de la euforia especulativa,
característica de la última etapa de Greenspan, quizá el más importante arquitecto de la sobrevaluación
inmobiliaria, el crédito barato y el consumo improductivo de los últimos años, que dicho sea de paso fue el
motor del crecimiento de los EEUU.

27
A diciembre de 2006, la deuda total de los Estado Unidos de América (EUA)
ascendió a 45 trillones de U$ -en adelante tr U$ -, más de tres veces el valor de su
PBI que ascendió en ese mismo período a 13 tr.
Asimismo, desde el 2002, la tasa anual de aumento del endeudamiento fue del
10%, más que el doble del crecimiento de la producción y los servicios totales de
ese país para el 2006.
Si miramos el conjunto de la deuda norteamericana, sobresale largamente la deuda
de las familias de 1 a 4 miembros; esta representa el 30 % de la deuda total y su
valor absoluto (nocional) es del tamaño del PBI de ese país, que ascendió a más de
13 tr U$ en 2006.
Deuda total de los EUA (billones de U$)
Sector 2002 IV TRIM
a 2006 b/a Tasa
b anual %
No financiero 20593 28699 1.39 9.8
Financiero 10057 14129 1.4 10

Total 31,723 44,549 1.4 10


Fuente: FRB. Federal Reserve Statistical Release. Z1. Flujo de fondos de EEUU, Cuarto Trimestre Q4 2006.Elaboración propia

Luego, destaca la deuda del sector público (federal, estatal y local) que asciende a 8
tr U$. El tercer sector en importancia es el empresarial corporativo cuyo monto
adeudado asciende a 6 trillones de la misma moneda. Solo la deuda del sector
público norteamericano equivale a más o menos cuatro veces el PBI de Alemania o
de Francia o de Inglaterra, cuyos PBIs suman alrededor de 2 tr U$ cada uno.
¿Por qué afecta tanto a las familias norteamericanas las crisis bursátiles?

Desde otra perspectiva, las últimas crisis bursátiles -cada vez más globales- han
puesto en evidencia la importancia que tienen sus bruscas oscilaciones en el
ingreso de las familias e inversionistas.

Según Reuter5, la pérdida de patrimonio en las bolsas globales solo en la última


semana de febrero del 2007 fue de 1.8 tr. De otro lado, según la Reserva Federal, en
el cuarto trimestre de 2006, el aumento del patrimonio neto de las familias por
tenencia de acciones corporativas fue de 1.4 trillones. Las cifras indican que lo que
las familias ganaron en las bolsas, en un año, lo perdieron en solo unos días.
Se puede sostener que la relación entre el financiamiento de la deuda hipotecaria y
el mercado de capitales ha sido creciente. Así entre el año 2000 y 2005, la
proporción de deuda hipotecaria de las familias financiada en las bolsas de valores
aumentó del 56 al 60 por ciento. Aún más, en diciembre del 2006, el monto de la
deuda hipotecaria financiada en los mercados de capital fue tres veces mayor que

5
REUTER Stock Market Update 04/03/07

28
el financiamiento total otorgado por la banca comercial y las instituciones de
ahorro y crédito hipotecario i.

Ahora bien, uno de los problemas más álgidos de la actual crisis bursátil
(financiera y económica) consiste en que buena parte de la deuda hipotecaria total
es deuda garantizada por el gobierno de los EEUU, bajo distintas modalidades.
Deuda total sector no
financiero 28,699
Deuda hipotecaria de familias 12,816
Deuda hipotecaria c/garantía
del Gobierno 10,201

Según cifras de la Reserva Federal al final del 2006 la deuda total del sector no
financiero fue de 28 tr de U$, de los cuales 12 tr corresponden a las familias y 10 tr
a deuda garantizada por el Estado. Según la encuesta de hogares de EUA (2005) un
10% de los créditos hipotecarios están pactados a tasas variables. De acuerdo con
estas cifras, el valor absoluto de la deuda hipotecaria a tasa variable de las familias
ascendería a 1.3 trillones de U$, una suma equivalente al 76% de la deuda externa
de los EUA (1.7 tr U$).
No resulta casual que recientemente (06/03/07) B. Bernanke Presidente de la
Reserva Federal haya demandado a la Comisión Supervisora de Títulos y Valores
(en sus siglas en inglés SEC) una mayor regulación a las inversiones de estos mega
fondos hipotecarios públicos o cuasi públicos (Ginnie Mae, Fannie Mae, etc), ya
que solo un 30% de sus inversiones estarían destinadas a financiar las viviendas de
los norteamericanos -que fue el propósito de su creación por el Congreso del
momento- estando sus inversiones restantes en el riesgoso mercado de los
derivados financieros, que es el siguiente tema de este articulo.
Bancos y fondos privados de inversión (hegde funds)
Al margen de la espectacularidad de la caída bursátil, la ocurrencia de eventos
como el que comentamos también ponen en evidencia qué tanto control tienen -en
realidad- las autoridades regulatorias y las instituciones supranacionales6. En
efecto, desde 1990 el capital especulativo no regulado que se mueve por el mundo
no solo ha crecido exponencialmente, sino que ha contribuido a detonar serias
crisis cambiarias y económicas (sudeste asiático, Tailandia, Rusia, Argentina) a un
elevado costo para los países.
Echaremos mano de la historia reciente para ilustrar el punto. A. González (quien
ha estudiado las crisis financieras de México, Rusia, Brasil, Turquía y Argentina
entre 1997/98), relata cómo en 1992 se creó un fondo privado de inversión de 7 mil

6
Departamento del Tesoro de EUA, el FED, la Comisión de Intercambio y Seguros, la Comisión
de Comercio de Futuros, BM/FMI, El Comité de Bancos de Basilea, entre otros.

29
millones de dólares, que al venderse, precipitó una caída de la Libra Esterlina al
punto de casi hacer quebrar al Banco de Inglaterra. Dicho fondo privado obtuvo
una ganancia de 950 millones de dólares, de un zarpazo7. La misma autora,
sostiene que la quiebra del fondo privado Quantum, en 1998, requirió que la
Reserva Federal -el Estado norteamericano- actuara como garante de última
instancia, es decir, valga la analogía, quien apaga la luz y paga la cuenta final en
caso de insolvencia del fondo privado8.
Existe creciente preocupación de las autoridades monetarias y bancarias9 por el
aumento de los fondos de inversión privados, y por el riesgo sistémico que
conllevan (una gran quiebra con efecto dominó), en particular, en los esquemas de
elevado apalancamiento financiero.
Los fondos de inversión privados (denominados hegde funds), tienen tres
características: a) son fondos privados de inversión ubicados en paraísos
financieros y operan al margen de las regulaciones. En el caso de los bancos, son
operaciones “fuera de balance” y generalmente “arreglos debajo de la mesa”, b)
son fondos administrados, que cobran una comisión por resultados obtenidos, c)
son fondos muy complejos, requieren modelos econométricos porque implican
transacciones en diversas monedas, distintas tasas, horarios, países, y actores.

El mercado de seguros para riesgo de quiebra/s (credit default swaps)


Quizás el rasgo más importante e “innovador” de los fondos de inversión es que se
trata de contratos privados en los que se transfiere el riesgo de quiebra de una
entidad a otra. Resulta difícil traducir el término para referirnos a este mega
mercado pero,
-literalmente- el riesgo de quiebra o insolvencia se “neutraliza” mediante un pago
periódico de la entidad que desea disminuir su exposición (o la de un cliente
deudor de un banco por ejemplo) a la entidad aseguradora, el mismo que debe
responder con una suma alzada en caso de quiebra. Así, los créditos swaps de
tasas de interés se orientan a reducir los riesgos de perdidas ante oscilaciones en
los mercados cambiarios. El capitalismo ha cambiado desde las épocas en las que

7
Sería largo enumerar los casos en los que estos fondos privados han observado pingues
ganancias, así como también enormes pérdidas. En 1998, en Tailandia, se indujeron fugas de
capital y la devaluación masiva de su moneda (baht), con el consiguiente efecto espejo de la
crisis cambiaria sobre los países vecinos

8
Cabe indicar que no sucedería lo mismo en caso de que el fondo privado obtuviera una
ganancia especulativa e inesperada. Si este fuera el caso, la ganancia seria realizada
enteramente por los agentes privados intervinientes. A la ganancia habría que descontar los
impuestos, pero estos no parecen ser muy significativos, habida cuenta de la importancia que
han adquirido las operaciones de los bancos que no aparecen en sus balances financieros y sus
inversiones en fondos de inversión privados, no regulados.
9
Departamento del Tesoro de EUA, el FED, la Comisión de Intercambio y Seguros, la Comisión
de Comercio de Futuros, BM/FMI, el Comité de Bancos de Basilea

30
se luchaba por la mora de los pagos de la deuda externa como medida política.
Ahora -gracias a la globalización- existe literalmente un mercado de protección
para quiebras. Y este es muy importante, como veremos.
Según el cuadro, el monto global nominal10 de los contratos de derivados
financieros que solo los bancos norteamericanos mantuvieron – a dic del 2005-
ascendió a 102 trillones de U$, de los cuales, 85 trillones corresponden a swaps por
tasas de interés11.
EUA Tasa anual de crecimiento del mercado de derivados financieros
2000-2005
Memo
Años 2000 01 02 03 04 2005 2005
Tasa anual crecimiento % % % % % % Trillones U$

Total derivados financieros 17 12 24 26 23 15 102


Derivados de tasa de interés 19 16 27 28 22 12 85
Derivados tasa de cambio 6 -7 7 18 21 8 9.7
Crédito bancario a mercado de
derivados 48 -1.2 53 56 134 148 5.8
Otros 1.8
Total derivados (notional value)
Fuente: Boletín de la Reserva Federal. 2006: A86

Una regularidad, observable en la estadística de flujo de fondos de la economía de


los EUA desde el 2002, consiste en que el segmento que más crece, es el crédito
bancario al mercado de derivados. En el caso de la banca, en el concepto mismo de
este tipo de instrumentos es posible notar un rasgo “bipolar”, ya que el riesgo de
insolvencia o quiebra se transfiere del beneficiario (el banco) a “otra” entidad que
brinda el seguro que cubre la quiebra (que, en la lógica de los fondos de inversión
privado, es el mismo banco). En otras palabras, el banco es el beneficiario y, al
mismo tiempo, el asegurador

Esta innovación otorga un margen de maniobra ya que los mega bancos podrían
operar indistintamente en los mercados de dinero, divisas y capital (o accionario).
De lo que se trataría con la reforma financiera y regulatoria en EUA, Japón, China,

10
En inglés, Notional Amount: Monto nominal. Es importante, ya que
es el valor que se toma en cuenta en los contratos financieros para calcular los pagos de créditos
“swaps” y otros derivados financieros en mercado de alto riesgo.
11
9.7 trillones de derivados por tipo de cambio, 5.8 trillones a créditos para derivados, entre
otros mas pequeños. La tasa de aumento (en dic de 2005, en relación al 2004) de los swaps por
tasa de interés estuvo debajo del promedio del aumento del mercado de derivados (que fue de
15%).

31
entre otros, es justamente de romper las barreras para que las mega instituciones
operen libremente a nivel global, como veremos más adelante.
Como se observa en el cuadro, por segundo año consecutivo, los créditos
para financiar operaciones en el mercado de derivados duplicaron su valor
llegando a alcanzar 5.8 trillones, cifra que representa algo más del 6 por ciento del
total del mercado de derivados financieros. De este total -de 5.8 trillones- la gran
banca recibió en calidad de beneficiario –como “crédito de protección-”, , 3.1
trillones de U$ y, como “garante” o asegurador, 2.7 trillones de U$ 12.
Obsérvese que la tasa de crecimiento anual de los créditos bancarias al mercado de
derivados aumentó por encima de 50 por ciento en 2001 y 2002 y, en el último año,
este aumento fue de casi 150 por ciento (ver cuadro).
De acuerdo con la misma fuente oficial, otra regularidad observable desde
2004, y al final del 2005, es la elevada concentración de los más grandes bancos de
inversión en los contratos de derivados financieros: el 98% del total de los fondos
de inversión que mantiene la banca se concentra en los 10 mayores bancos de
inversión del mundo.

La salida del Kapital: ¿recesión y liberalización financiera a fondo?

No debe resultar casual que los mayores grupos bancarios -desde hace varios años-
influyen en el congreso norteamericano para acelerar la reforma o liberalización
financiera en ese país13. Ello implicaría modificar la ley vigente desde inicios de
1930– la ley Glass Steagall-. Lo paradójico es que precisamente el Congreso -del
momento- puso en vigencia esta ley como respuesta regulatoria y normativa al
crack del 29, y como prevención a desastres bursátiles económicos y sociales de esa
magnitud14.

En el caso de prosperar la/s reforma/s financiera/s –como respuesta normativa a la


actual crisis, ello ocasionaría una – nueva- ola de fusiones y adquisiciones. Más
capital ficticio. En lo esencial, se conserva la tendencia a la sobre aceleración y
sobre valoración de los mercados monetarios y financieros globales en relación a la
creación de inversión, tecnología sostenible y empleo de calidad.
En lo coyuntural, un contexto caracterizado por la reducción de los márgenes de
intermediación tradicionales en el mercado de capitales quizás explica la agresiva
incursión de los bancos en los mercados no regulados, no registrados en los
12
Boletín de la Reserva Federal 2006. Profits and Balance Sheet Developments at US Commercial banks in
2005:A86.

13
Proyecto RH10
14
La actual ley Glass-Steagall obliga a mantener una separación de las operaciones bancarias,
del resto de la “industria financiera”.

32
balances de los bancos, de derivados financieros de alto riesgo, sencillamente por
ser mucho más rentables: este año se espera que la cuarta parte de las utilidades de
los grandes bancos de inversión tengan como fuente este tipo de operaciones.
Sin embargo, creemos que la reforma financiera formalizaría una tendencia
dominante -que es real- hacia la liberalización de los sistemas monetarios y
financieros globales, tema particularmente vigente en países como Japón, EEUU (y
China) y que sin duda después de la presente crisis lo será aún más.
Como hemos sostenido antes estamos en un punto de quiebre desde el punto de
vista del proceso de globalización y regionalización. La magnitud cuantitativa y los
cambios cualitativos de las últimas “correcciones del mercado” nos obligan a
reflexionar sobre la inserción del continente y del Perú en la volátil escena
internacional.

33
Administrando la Abundancia
Armando Mendoza

Una reflexión entre el optimismo y el pesimismo, a modo de preámbulo


Los peruanos -especialmente, los nacidos en los años siguientes a la II Guerra Mundial-
pocas veces hemos podido contemplar un escenario económico tan promisorio como el
actual: crece, en efecto, nuestra economía, a ritmo sostenido desde hace 6 años; la inflación
–nuestra bestia negra- parece bajo control a pesar de este crecimiento; disminuye la deuda
externa como proporción del producto; florecen las empresas, crecen nuestras exportaciones
y se expande el empleo.
Sin embargo, en medio del optimismo por la presente bonanza, agazapado entre la
exultación de los sectores económicos, subsiste -vivo y coleando- el escepticismo y la
sensación de que este auge ya tiene puesta una fecha límite. Grandes y pequeños
empresarios, financistas, trabadores y empleados, amas de casa, jubilados –los economistas
no nos salvamos- muchos, sino todos, llevamos en nuestra cabeza esa pregunta que pocos
expresan en voz alta: ¿Y esto hasta cuando? ¿Cuánto falta para que alguien o algo la
malogre y la economía peruana -por enésima vez- se hunda en una crisis?
¿Cómo explicar este pesimismo soterrado que llevamos colectivamente? Quizás la
explicación sea que en el pasado ya hemos tenido periodos en que la economía tomo vuelo,
para después terminar estrellándose. ¿Se hicieron descreídos y propensos al pesimismo, por
esta razón, todas las generaciones que tuvieron la triste suerte de nacer justo cuando llegó a
su fin el ciclo largo de prosperidad que arrancó al finalizar los años 30 y terminó en los
años 60s? Puede ser: sería entonces natural esperar esta reacción de escepticismo,
especialmente en aquellos que terminaron por acostumbrase y tomar como normales las
coyunturas de extrema incertidumbre.
Así, hoy, llenos de sospechas, nos preguntamos, ¿No le falta algo a este escenario donde
incluso parece una mera trivialidad la incompetencia y frivolidad que demuestran nuestros
políticos más destacados? ¿No hay algo que olvidamos, que terminará por arruinar, como
sucedió tantas veces en el pasado, la fiesta del auge económico que estamos disfrutando?
Dicen, sin embargo, los peruanos más jóvenes y probablemente menos desconfiados –quizás
con razón- que tal vez la cuestión fundamental no es la búsqueda del suceso que arruine la
fiesta sino evaluar cuan prolongada puede ser, sí es sostenible o no, y si al final de la fiesta
el país se levantará renovado o con resaca.

Lo cierto es, que para el corto y mediano plazo, la sostenibilidad del actual auge
económico parece prácticamente asegurada. Una y otra vez, las proyecciones y
expectativas han resultado largamente superadas, e incluso, aunque para este 2007
se está considerando una leve desaceleración económica –tanto a nivel del Perú
como del mundo- aún hay impulso para que los bueyes sigan tirando del a carreta,

34
al menos por un trecho. Sin embargo, precisamente, porque estamos viviendo en
una relativa bonanza, resulta más necesario que nunca, considerar cuales son los
motores de dicho fenómeno, y, asimismo, conjeturar lo que pasaría si dicha
bonanza termina, evaluando lo que sería un retorno a los niveles de actividad e
ingreso de pocos años atrás.15
Esto obliga a reconocer que mucho del actual auge se explica por un factor
fundamentalmente coyuntural: la considerable mejora que han experimentado
nuestros términos de intercambio en los últimos años. El hecho de que los precios
de nuestras exportaciones se han incrementado a un ritmo superior a los precios de
nuestras importaciones, explica –guste o no- mucha de nuestra bonanza. Y
justamente, lo más resaltante –y preocupante- de este fenómeno, es su carácter
fundamentalmente exógeno, externo, pues resulta virtualmente imposible para la
economía peruana influir de manera sustancial en el comportamiento de nuestros
términos de intercambio. Somos un país con una economía pequeña y abierta,
tomadora de precios internacionales, lo que nos condena a vivir en permanente
dependencia: cuando los precios internacionales nos son favorables, todo va bien;
cuando nos son desfavorables... bueno, hora de ajustarnos los cinturones y confiar
que la turbulencia pase pronto.
¿Alguna idea sobre la dimensión del impacto de la evolución
favorable/desfavorable de nuestros términos de intercambio? Existen informes que
dan cuenta del grado en que la buena marcha de algunos indicadores claves -como
los ingresos fiscales o la balanza comercial- depende de contar con precios
internacionales favorables. Así, el Banco Central de Reserva16 ha estimado que el
efecto del incremento del precio de nuestras exportaciones no es nada desdeñable,
pues al simular cual habría sido el déficit fiscal en el año 2006, de haberse
mantenido vigentes los precios de exportaciones registrados en el año 2003, se
encuentra que el déficit fiscal habría sido mayor en un 1.2% del PBI. En otras
palabras, la mejora de los precios de intercambio del año 2003 al año 2006, significó
que en este ultimo año el estado pudo captar S/. 3,600 millones de soles (1.2% del
PBI) en ingresos adicionales.
Es por lo anterior, que en estos momento de optimismo y celebración, no debemos
olvidar lo sensible que es nuestro bienestar económico a factores externos y que
aún está pendiente la tarea de administrar/reducir dicha dependencia, asumiendo
reformas estructurales que permitan al Perú un proceso de crecimiento constante y
sostenible. Y es en la actual coyuntura, que –sin ánimos de aguar la fiesta- resulta
responsable reconocer que el favorable contexto que hemos disfrutado hasta ahora,

15
Sin ánimos de aguar la fiesta, recordemos que a finales de la década de los 90, tras varios años de bonanza y
expansión, la economía peruana pasó por un feo bache.
16
Véase los Reportes de Inflación del Banco Central de Reserva del Perú correspondientes a septiembre del
2006 y enero del 2007.

35
empieza a cambiar. No olvidemos que la proyección de crecimiento de la economía
global para el 2007 está estimado por el BCR en 3.9%, cifra sensiblemente menor al
4.6% del 2006. Y más importante aún, es no olvidar que varios de los principales
socios comerciales del Perú -como los Estados Unidos y China- ya están
experimentando la desaceleración de sus economías durante el presente año
De la misma forma, es necesario considerar que la espectacular mejora en nuestros
términos de intercambio –que en el 2006 varió positivamente en nada menos que
un 26%- ya alcanzó su cúspide, habiendo entrado, aparenteme4nte, a una fase de
corrección, pues se espera que para este año, se registre una evolución negativa de
–3.7% en dichos términos. En otras palabras, la relación de precios entre lo que
exportamos y lo que importamos va a moverse en contra nuestra. Compraremos
más caro y venderemos más barato al mundo, con lo que el superávit de nuestra
balanza comercial se reducirá en casi U$S 1,600 millones de dólares.
Esta situación exige, entonces, poner las cosas en perspectiva y empezar a
establecer lineamientos de política económica que permitan que sigamos
disfrutando de algún grado de crecimiento y estabilidad incluso en las épocas de
vacas flacas, que más temprano que tarde vendrán. En ese sentido, considerando
que se espera que el PBI experimenté un crecimiento cercano al 7% para el 2007 –
nada despreciable- está claro de que aun hay margen para operar, para emprender
reformas de fondo y cambios estructurales que nos permitan un aterrizaje suave, y
un despertar sin resacas tras la fiesta. Sí la capacidad técnica y la voluntad política
del Gobierno dan para eso, es algo que esta por verse.
Paradójicamente, en este contexto, se podría alegar que resulta una ventaja la
insuficiente capacidad y lentitud del Estado Peruano para adaptarse al masivo
incremento en los ingresos generados por el auge económico. En una amarga
ironía, la displicencia de algunos sectores del Estado para absorber adecuadamente
este flujo de recursos adicionales, para ampliar rápida y eficientemente sus
servicios y su influencia –tal como ha quedado evidenciado por los regulares
resultados, hasta ahora, del “shock de inversiones”- podría resultar siendo una
especie de perverso mecanismo autorregulador, de carácter contracíclico –
aplicando el freno a la economía para que no se desbarranque en épocas de
expansión- que nos obligaría a un ahorro forzoso y a una acumulación de recursos
y reservas para el futuro.
El gran problema con este esquema, es como conciliarlo con las enormes demandas
sociales que existen, las que poco saben de cuestiones de equilibrio fiscal, de
prudencia en el gasto, de administración conservadora y practicas contracíclicas.
En un país donde la evidencia indica que 6 años de crecimiento sostenido no
pudieron reducir de manera sustancial la pobreza –que aún afecta a la mitad de la
población- los esfuerzos para evitar que la marcha de la economía se desboque,
aplicando políticas conservadoras en el gasto fiscal -especialmente en el gasto

36
dedicado a rubros sociales y el gasto de inversión- tiene que ser sopesado con la
necesidad de ampliar y mejorar la atención del Estado a extensos sectores de la
población, que durante demasiado tiempo han esperado que su situación mejore y
se haga realidad esa famosa “Teoría del chorreo” 17, que hoy en día ya no se
menciona mucho, quizás porque incluso sus más abnegados defensores han
mudado piel.
Como construir y mantener una política económica con visión de largo plazo, que
no sacrifique el presente por un futuro idealizado e incierto, que mantenga un
autentico rostro humano, lejos de obsesiones tecnocráticas, que sepa como
aprovechar la presente bonanza invirtiendo allí donde sea necesario, sin confundir
prudencia con mezquindad, ese es el gran dilema que aún no resolvemos.

17
Básicamente, la “Teoría del Chorreo” afirma que basta con que la economía crezca para que eventualmente,
la riqueza inicialmente concentrada en unos pocos se redistribuya ampliamente. Esta transmisión de la
riqueza, de los sectores más prósperos a los menos prósperos, se daría de forma espontánea y automática,
requiriendo un mínimo de intervención mediante políticas públicas.

37
El Aporte Minero: ¿Hasta Cuándo Y Cuánto Rendirá?
Jürgen Schuldt

A fines del año pasado, luego de las sospechosamente extendidas negociaciones


realizadas a puertas cerradas entre el gobierno y los mineros, se dio a conocer el
"D.S. 071-2006-EM", oficialmente conocido -pomposa, triunfalista y
engañosamente- como "Programa Minero de Solidaridad con el Pueblo". En él se
establecen los principios para calcular y las prioridades para asignar la contribución
de carácter "voluntario, extraordinario y temporal" que los mineros asignarían
anualmente a las regiones en que se explota el mineral. Esa cifra alcanzaría los
2.500 millones de soles durante el quinquenio 2007-2011; es decir, S/: 500’ por año,
que deberían corresponder teóricamente al 3% de las utilidades netas anuales -de
2006 a 2010- generadas por las empresas mineras más importantes del país. Ese
liliputiense porcentaje -que nadie sabe bien cómo se llegó a establecer- solo se daría
en el mejor de los casos, puesto que el decreto mencionado permite algunos
descuentos de ese monto e, incluso, posibilita su eliminación total si la cotización
internacional del o de los principales metales que explota cada una de las mineras
se encuentra por debajo de arbitrariamente determinados 'precios de referencia' (PR).

Esos PR se han fijado -para el año 2006- promediando los precios internacionales
(en dólares reales) de nuestros siete principales metales durante el periodo 1991-
2005. A esas cotizaciones se le añade el aumento de los precios al productor de
EEUU y dos desviaciones estándar, que tampoco nadie sabe de donde salen y
cómo el gobierno pudo aceptar tamaña acrobacia estadística. El hecho es que tal
cálculo termina sumándole al promedio real de tales precios, aproximadamente
35% al oro, 32% a la plata, 57% al cobre, 41% al zinc, 53% al plomo, 40% al estaño y
49% al hierro para obtener los precios de referencia del 2006. Es decir, gracias a este
procedimiento, los PR resultan siendo tan altos -considerando su tendencia
histórica de mediano plazo- que cualquier debacle en los mercados internacionales
terminará más temprano que tarde con el aporte extraordinario, para lo que
bastaría una reducción leve de la demanda mundial, posibilidad que no parece
muy remota si observamos los tremendos desequilibrios de la economía mundial
en general y de la norteamericana en particular.

Gracias a un reciente estudio de Bruno Seminario, en el que proyecta los precios (y


las cantidades) de los principales metales que exportamos, estamos en condiciones
de señalar en qué momento las empresas mineras dejarían de desembolsar el

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‘aporte extraordinario’. El Cuadro que se adjunta compara los precios de referencia
(PR) con los precios internacionales (PI) de los principales metales, correspondientes
al quinquenio 2006-2011. Lo primero que salta a la vista es que este año –porque
sus precios de referencia eran superiores a los precios de mercado en 2006- los que
producen estaño y hierro no tendrán que aportar y que tampoco lo harán en los
próximos cuatro años. Más grave aún es que los mineros auríferos solo pagarán
por el año pasado, pero dejarían de hacerlo durante el periodo 2007-2010; en
cambio, los productores de plata y de zinc solo lo desembolsarán en el bienio
2006/07. En lo que respecta al cobre, solo se librarían del pago en el último año del
quinquenio, mientras que los productores de zinc tendrían que contribuir todos los
años.
Precios Principales metales, 2006-2011
Proyección de Precios internacionales (PI) y de los ‘Precios de referencia’ (PR)

Año COBRE ORO PLATA ZINC PLOMO


(¢US$/lb) (US$/troy ounce) (US$/troy ounce) (¢US$/lb) (¢US$/lb)
PI PR PI PR PI PR PI PR PI PR
2006 304. 184 605 554 11.57 7.93 149 80 58.50 48.19
2007 267 190 570 571 11.54 8.17 133 83 63.37 19.64
2008 259 195 506 588 8.45 8.41 112 85 41.01 51.13
2009 218 201 486 605 6.49 8.67 101 88 33.77 52.66
2010 182 207 557 624 5.46 8.93 97 90 36.96 54.24

Fuentes: a. PI: Para 2006, BCRP; y, para las proyecciones 2007-2010, Bruno Seminario y Nikolai Alva, La
Economía Mundial en el Próximo Quinquenio, Lima: Documento de Trabajo, marzo 22, 2007; y b. PR:
proyecciones a partir de los datos del DS 071-2006-EM (Columna 2) a los que se les añade un incremento
anual del 3% (que equivaldría al aumento del índice de precios al productor de EEUU).

Debe notarse, sin embargo, que el cálculo es más complejo que el aquí señalado, ya
que la mayoría de nuestras mineras son polimetálicas, de manera que si un metal
representa el 65% o más del valor producido el aporte se determinará en base a su
PR único; pero, si ningún metal llega a ese porcentaje debe determinarse si paga o
no en base a los tres metales más importantes que explota, los que –ponderados
adecuadamente- permitirán determinar si la empresa aporta.

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Aporte Minero, 2006-10: 1.571 millones de soles

1600 16000
15095
1400 14000
12968
1200 12300 12000
(en millones de soles)

10858

(en millones de US$)


1000 10430 10000
aporte minero

800 8000
exportaciones de
550 principales minerales
600 6000

400 347 319 4000


264
200 91 2000

0 0
2006 2007 2008 2009 2010

De manera que según esas proyecciones –que, en opinión de Seminario, son


relativamente optimistas en cuanto a los precios futuros, ya que solo considera la
tendencia típica de los ciclos de los metales en ausencia de crisis internacionales- los tan
publicitados 2.500 millones que desembolsarían las 40 mineras que han firmado el
convenio del aporte con el gobierno, en el mejor de los casos llegarían a casi 1.600
millones, burdamente calculados sobre la base de sus estimados de quantum y
valor de las exportaciones (véase el Gráfico adjunto). O sea que la 'solidaridad'
-que se supone debería darse 'en las buenas como en las malas'- se acabará cuando
los precios caigan por debajo de ese elevado umbral que marcan los PR
truculentamente determinados y que, por el momento, parecerían bajos por las
coyunturalmente muy elevadas cotizaciones del mercado internacional.
Entendemos que, desde la perspectiva del gobierno, lo que se pretendía con ese
procedimiento era evitar que le crezcan alas y vuele 'la gallina de los huevos de
oro', pero de lo que todavía no se ha percatado es que -una vez que se suspendan
los aportes- las comunidades beneficiadas le romperán los huevos de oro a esas
aves y, de paso, también se los aplastarán –sin mucho respeto- al propio gallo-
gobierno.

En pocas palabras, si se deseaba dar este benevolente aporte a las poblaciones


pobres del país, se debió materializar tal contribución siempre que las empresas
tuviesen utilidades netas, independientemente de las cotizaciones internacionales o de los

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PR. En ese caso, a bajos precios el aporte absoluto sería reducido, pero las
comunidades comprenderían su reducción y a las empresas no le harían mella
alguna y confirmarían su espíritu humanitario y de su tan mentada
responsabilidad social. Y, si los precios se derrumbaran a niveles tan reducidos que
dieran pérdida (caso muy raro), las poblaciones también entenderán porqué no
recibirán nada. Pero, en ausencia de sobreganancias, al quitarles el aporte cuando
las utilidades son elevadas o pasables -a pesar de precios bajos e inferiores al PR-
es algo que no se entenderá, aparte de que contradice la publicitada solidaridad de
las empresas mineras. Otra alternativa podría haber consistido en fijar los PR en
equivalencia a los precios reales promedio (1991-2005) ajustados por la inflación del
productor de EEUU, ya que el propio gobierno considera que los precios
‘extraordinarios’ se entienden como los que están ‘fuera de lo común’ (según el
Anexo que, tres meses después de publicar el decreto de marras, añadieron
silenciosamente), en que el sentido común nos dice que ‘lo común’ son
precisamente esos precios promedio de largo plazo.

De manera que el sistema actual, tal como ha sido negociado, por el apelativo que
se le ha dado y por las expectativas que ha generado, será fuente inevitable de
conflictos permanentes, especialmente en abril de cada año, cuando se conozcan
las cifras de las utilidades netas de las mineras, lo que sucedería -a más tardar- del
año 2009 en adelante cuando el ciclo económico ya no sea tan favorable. Con lo
que, repetimos, el aporte 'prometido' de los 2.500 millones de soles durante los
próximos cinco años se revelaría como una simple quimera.

Así que si hablamos de solidaridad, cabría atribuírsela más bien al gobierno, pero
no precisamente para con las comunidades pobres, sino muy racional y
oportunistamente para beneficio de las propias empresas mineras, como parte de
su estrategia para alcanzar el famoso 'grado de inversión'. Abundemos en el
porqué.

Primero: las empresas ya habían aceptado pagar un 3,75% de sus utilidades netas y
no sabemos porqué los negociadores del Estado le otorgaron una rebajita, con lo
que ahora el aporte sería del 3% o menos por ciento. Segundo: originalmente solo
se descontaría de esa dádiva la parte de las regalías pagadas por algunas mineras
(Art. 3.1.2), pero ahora hasta se pueden descontar las ganancias que esas empresas
obtienen en "otras actividades productivas no mineras y/o de inversión" (Art.
3.1.6), que parecería pueden obtener por la utilidades derivadas de poseer una
constructora, una ensambladora o una incubadora y hasta si se convierten en
dueños del Real Madrid o del casino de Montecarlo. Para ser positivos, parecería
que ese misterioso artículo del D.S. buscara crear los incentivos necesarios para

41
que se generen 'clusters' en torno a las mineras, realizadas "por ellas mismas"; pero,
¿quién garantiza que eso suceda, aparte de que el zapatero destaca produciendo
zapatos y no sería muy eficiente produciendo además medias y betún?.

Tercero: como ya lo hemos dicho, los negociadores mineros engatusaron a todos


añadiéndole dos desviaciones estándar a los precios promedio, con lo que los
'precios de referencia' resultan muy elevados y el aporte –como hemos visto- se
anulará abruptamente en el año menos pensado y más temprano que tarde.
Cuarto: no fue acordado explícitamente que los gastos de ‘responsabilidad
sociales’ que de por sí estaban realizando las mineras no se recortarían como
consecuencia del aporte acordado. Quinto: también fue un error haber aceptado
que el óbolo sea asignado exclusivamente -al igual que el canon y las regalías- a las
zonas colindantes a las minas, con lo que otras regiones y comunidades de pobreza
extrema nuevamente quedarán marginadas; aunque el gobierno seguramente dirá
que reasignará las inversiones públicas, lo que hasta ahora no se puede observar en
la distribución efectiva del presupuesto 2007.

Sexto: también se ha claudicado al entregarle toda la administración, organización


y distribución de los fondos aportados a las mineras a través de fideicomisos y
asociaciones civiles, cuyos directorios y comisiones técnicas estarán conformados
mayoritariamente por miembros nombrados a dedo por las empresas. Lo que, por
más responsabilidad social que tengan, finalmente irán dirigidos a generarle
externalidades positivas a las propias mineras y que, además, lo que solo es un
decir, podrían ser maquiavélicamente dirigidos al desarrollo de nuevas formas de
clientelismo y hasta para cooptar a determinadas comunidades 'revoltosas' o,
alternativamente (lo que es ya mucho decir), a enfrentar a varias de ellas entre sí.
Finalmente, sexto, a pesar del permanente chantaje de las mineras, que
amenazaban con dejar de aportar si se decretara algún impuesto adicional a la
minería (¿siguen creyendo que las regalías lo son?), el gobierno los escuchó
impávido y siguió negociando pusilánime frente a esa actitud, aunque bastante
natural para quienes se consideran (y son) los Nuevos Dueños del Perú, clase que
desafortunadamente viene resultando más dominante que dirigente.

Por lo que repetimos por enésima vez, como todos los demás 'cabezas calientes' a
que se ha referido tan cariñosamente el presidente en relación a este tema: todas las
empresas mineras deben pagar regalías y no solo las dos grandes y la mayoría de
las medianas. Quizás porque no entiendo el idioma de los abogados, pero aún no
encuentro artículo alguno en los convenios de estabilidad tributaria, cambiaria o
administrativa que impida su cobro por la explotación de un recurso natural no
renovable; que nos ilustre un buen estudio de abogados, pero estoy convencido

42
que ganaría cualquier arbitraje internacional en esta materia. Tampoco he visto,
hasta ahora, gallina clueca que alce vuelo a otros destinos por ese motivo, pero sí
recuerdo que tienen un apetito voraz: baste pensar en XStrata que firmó muy
contenta y sin chistar el contrato de "Las Bambas", en el que se incluyó
explícitamente el pago de regalías por el 3% del valor de lo extraído en boca de
mina. Por lo demás, en comparación con el óbolo, las regalías son un
procedimiento más transparente (de calcular), más regular (no llevaría a cortes
abruptos de financiamiento), más justo (frente a las que sí las erogan), más
sustentado (es un pago por la extracción de un recurso natural no renovable), más
benevolente (rendiría, en el peor de los casos, el triple del aporte voluntario, en
tanto se calcula como porcentaje -que oscila entre 1 y 3%- del valor de extracción),
más acorde con la carta magna (como lo ha estipulado contundentemente el
Tribunal Constitucional) y, sobre todo, más solidario (también se apoquinaría en
épocas de precios bajos).

Por supuesto que otra falla del gobierno radica –por miopía y oportunismo- en el
hecho de que quiere gastarse todos los fondos provenientes de estas fuentes (canon,
regalías y aporte), cuando bien pudo y aún puede pensar en un Fondo de
Estabilización (como lo tienen, entre otros, Alaska, Nigeria y Noruega) para poder
seguir aportando un flujo relativamente estable durante los inevitables años de
vacas flacas. Aparte de que un buen porcentaje debió asignarse al desarrollo de un
complejo de ciencia y tecnología si alguna vez se quiere que nos incorporemos
exitosamente a la nueva división internacional del trabajo.

Finalmente, también habría que reflexionar sobre la necesidad de insistir en el


proyecto de los impuestos a las sobreganancias (ya rechazado por la comisión
encargada del congreso), tema que dejamos para otra oportunidad por falta de
espacio y porque una brillante editorialista (me tranquiliza pensar que tampoco los
abogados entienden nuestro idioma) acaba de decretar tajantemente, como otros
comentaristas ‘liberales’- que ellas 'no existen'… lo que equivale a decir que
tampoco existe el sobrepeso, fenómeno sobrenatural que nos alegraría a los que lo
sufrimos. De manera que, en síntesis, si se estableciera la obligatoriedad de las
regalías y el impuesto a las sobreganancias, aunque los mineros bajarían algo de
sobrepeso, se llegaría a un jurídica, económica y sociopolíticamente adecuado
tratamiento del tema, anulando el capcioso y supuestamente solidario aporte
voluntario. Más aún, permitiría avanzar en algo en la ruta del ‘Cambio
Responsable’ que postula el gobierno, porque hasta ahora solo se están aplicando
placebos para que nada cambie.

43
Neo Liberalismo y Crecimiento
Félix Jiménez

Se sabe que las políticas económicas pueden acelerar o retardar el crecimiento


económico de largo plazo a través de su influencia en el desarrollo tecnológico y en
la tendencia de la relación capital-trabajo (o intensidad de capital). En este artículo
vamos a mostrar los efectos negativos de las políticas del Consenso de Washington
en el crecimiento del stock de capital (equipos y máquinas, edificios, puertos, etc.)
a disposición de un trabajador promedio y sus efectos negativos en el desarrollo
tecnológico.
Una economía intensiva en capital es más productiva y genera mejores condiciones
de bienestar para la población. El neoliberalismo, que hoy ha retomado el poder
ejecutivo, afectó la productividad, la competitividad de la economía y el bienestar
de la población. Reprimarizó la economía y sacrificó el dinamismo de la demanda
interna al hacer posible el ajuste de los ingresos de los trabajadores hacia abajo, sin
límite legal alguno que lo evite compulsivamente. Un economía reprimarizada y
con una participación decreciente de los salarios en el ingreso, no genera estímulos
para aumentar el stock de capital y, por lo tanto, la capacidad productiva orientada
al mercado interno.
La inversión privada cae estrepitosamente durante el primer gobierno de Alan
García: desde un 24.4% del PBI que alcanzó en el año 1981 hasta un promedio de
14.8% durante 1985-1990. Los años siguientes fluctúa generando una tendencia
decreciente. La inversión pública tiene una comportamiento parecido: cae de 8.6%
a 4.8%. La recuperación de la inversión privada durante el primer gobierno de
Alberto Fujimori asociada al «boom privatizador», no reprodujo sus niveles
históricos como porcentaje del PBI. Después, de 1990 al 2005, reanudó su tendencia
decreciente a una tasa de -2.4% promedio anual.

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Pero lo que más llama la atención es la dramática reducción de la inversión en
equipamiento en comparación con la inversión en construcción (véase gráfico). La
tendencia creciente de la inversión en equipamiento termina en el año 1981,
cuando alcanza el 48.8% de la inversión total. Alan García, en su primer gobierno,
lo deja en 22.7% y, durante los últimos quince años, el crecimiento de la inversión
privada es liderado por la construcción, pues la inversión en equipo se mantiene
en un promedio de 21.3% del total.
La pérdida de importancia relativa de la inversión en equipamiento ocurre junto a
una significativa disminución de la inversión en equipo producido localmente,
mientras aumenta la inversión en equipo importado: entre 1987 y 2005, esta última
aumenta de 50% a 72%. Tómese en cuenta, además, que la inversión extranjera
adquiere con el neoliberalismo reprimarizador un papel dominante en desmedro
de la inversión privada nacional.
Finalmente, hay que señalar que la reducción de la inversión en equipamiento
tiene que haber afectado la capacidad productiva per cápita y, por consiguiente, la
productividad y la competitividad de la economía. Este es el resultado de una
política económica que no incorpora entre sus prioridades la modernización el
aparato productivo del país y que apuesta por un patrón de crecimiento que resta
importancia a la producción industrial para el mercado interno.
II

Las políticas orientadas a mejorar la calificación de los trabajadores, aumentan su


eficiencia y, en consecuencia, su capacidad para utilizar las tecnologías modernas.
Como se sabe, trabajadores con mayor conocimiento son capaces de generar mayor
valor agregado. Esto no es posible cuando las políticas afectan la inversión en
capital humano, particularmente, cuando limitan el gasto en educación, en salud y
en investigación. En los países industrializados la contribución relativa del capital
humano al crecimiento es grande y son ellos los que más invierten en este tipo de
capital.
Desde el año 1973 hasta fines de los ochenta, el gasto en educación registró una
tendencia decreciente que se acentuó dramáticamente en los años del primer
gobierno de Alan García. Después, en los años noventa, cuando se recupera la
economía y se supera la hiperinflación, el gasto en educación como porcentaje del
PBI retoma sus valores de inicios de la década de los años ochenta; pero, no llega a
superar los niveles registrados en los años setenta (ver gráfico ). Lo que es peor, las
«reformas estructurales» y el énfasis en la reducción del tamaño del Estado,
afectaron significativamente la calidad de la educación. La recuperación relativa
del gasto fue parte de la política fiscal procíclica y no de un plan de mejoramiento
de largo plazo de la calidad del sistema educativo.

45
No puede decirse que los neoliberales de nuestro país buscan hacer de la
educación el pivote del crecimiento económico de largo plazo. Los recortes de
gastos junto a la ausencia de una auténtica reforma tributaria, han empobrecido a
las escuelas y universidades públicas. Nótese, además, que un sistema impositivo
que grave más a los que más tienen, no es visto por los neoliberales como parte
integrante de la reforma del Estado.
El neoliberalismo ha convertido en guetos de «pobreza» a los espacios y bienes
públicos. A diferencia de lo que ocurría en los años previos a la moda neoliberal,
hoy las escuelas y universidades públicas son lugares exclusivos de los «pobres» o
de los que forman parte del 54% de la población. El Estado parece que se está
retirando del país. Esto lo expresa bien el actual gobierno de Alan García, quien ha
calificado de «pedilones» a los pobladores de los barrios pobres, al mismo tiempo
que ha institucionalizado el «óbolo» de las empresas transnacionales que explotan
nuestros recursos naturales.

Con un sistema educativo que ha perdido calidad y que no invierte


adecuadamente en investigación, tiene que haberse afectado la productividad de
los trabajadores y, por ende, su capacidad de operar con tecnologías más

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modernas. Este hecho, el freno al crecimiento del stock de capital y la disminución
relativa de la inversión en equipo, son los responsables del largo estancamiento de
la relación capital-trabajo (ver gráfico).

47
Ciencia y Tecnología la Cenicienta
Escribe Alan Fairlie Reinoso

Hay discusión sobre la relación exportaciones - crecimiento en general, pero un


consenso respecto a que cuando esta se ha probado en casos exitosos, se han
debido a que son intensivas en conocimiento, capital humano, donde tiene un rol
fundamental la ciencia y tecnología.
Sea en el caso de exportaciones de manufacturas, servicios, o intensivas en recursos
naturales, ha sido fundamental la variable mencionada. Es decir, que
independientemente de la inserción internacional que han adoptado los países
exitosos, tienen en común el factor capital humano y ratios importantes de gastos
en ciencia y tecnología, investigación y desarrollo.

En el Perú se ha concentrado la atención en un factor sin duda importante como es


el acceso a mercados, pero estamos condenados a ser exportadores de materias
primas, sin valor agregado y sin desarrollo, si no le damos adecuada atención a los
factores que han creado el éxito en países emergentes. Se podrán firmar muchos
TLCs aún bien negociados, y no será suficiente si no se desarrolla la capacidad
doméstica en algunas ciencias básicas y nuevas en el desarrollo científico.

Desafortunadamente, ese tema estuvo ausente en el balance presidencial de los 6


meses, peor aún si se considera que los logros de estas inversiones no tienen
impacto en el cortísimo plazo. El Presidente conoce el tema y ha escrito un libro
sobre el mismo, es consciente de su importancia seguramente buscará la forma de
aplicarlo en la práctica.

En los últimos años el gasto del Perú en ese rubro ha bordeado el 0.1% del PBI, un
tercio de lo que destina Bolivia, un quinto del promedio latinoamericano. Eso claro
esta es responsabilidad de los gobiernos anteriores. Pero en el presupuesto actual
se ha reducido el monto asignado y no se esta cumpliendo con lo definido en el
acuerdo nacional sobre el aumento del presupuesto eneducación.

Ninguna estrategia de desarrollo puede ser viable con estas cifras y prioridades, ni
siquiera el componente de competitividad que esta en la agenda del día a día del
gobierno.

Sin embargo, existen esfuerzos casi heroicos de científicos peruanos, instituciones


privadas, que con sus limitados recursos hacen cosasrealmente importantes en este
campo. Tenemos una importante comunidad científica en el exterior que funciona

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en redes y mantiene y quiere mantener el vínculo con el país. El gobierno tiene la
obligación deimpulsar estas iniciativas, potenciándolas con recursos adecuados.

Después de muchos años obtuvimos el préstamo del BID para este rubro,que otros
países ya han recibido en varias versiones. Ojala que el Concytec lo aproveche al
máximo, en coordinación con las otras dependencias que están en otras unidades
del estado dispersas y sin coordinación. Esto debe cambiarse de inmediato sea con
la creación de un ministerio o por lo menos con una estrecha articulación desde el
corto plazo.
El Perú tiene recursos humanos que pueden liderar este proceso, solo necesitan los
recursos. La ceguera del MEF no debe ser compartida por el Presidente que tiene
para gastar algo de los 10.000 millones de soles que tiene el en BCR, luego de
aumentar urgentemente los gastos en Defensa que se requieren. Ciencia y
Tecnología no puede seguir siendo la cenicienta del presupuesto.

49
Educación: Demasiado Mala, Demasiado Buena
Javier Iguíñiz Echevarría.

Es ya de sentido común afirmar que un buen sistema educativo es una condición


necesaria para el crecimiento de la economía a largo plazo. De ahí se deriva una
especie de diagnóstico sobre el Perú de hoy según el cual un límite al progreso de
la economía es la mala calidad de la educación en el país. Faltaría, pues, mano de
obra calificada o calificable. Esta situación afectaría a muchos jóvenes y mayores,
hombres y mujeres, que tendrían un problema difícil de remontar, cual es el de su
baja "empleabilidad". El problema sería así del sistema educativo que produciría
trabajadores que por ser inempleables no serían capaces de aprovechar las ventajas
del mercado. Este es, dicho sea de paso, uno de los múltiples ejemplos de la táctica
de muchos denominada "acusar a la víctima" para evadir responsabilidades. Sin
dejar de reconocer que hay un serio problema de calidad educativa y de pésima
preparación de maestros, en esta columna vamos a proponer la necesidad de
cuestionar el enorme dominio de esta perspectiva de oferta del problema del
empleo y de la educación.

El problema es también de demanda de calificaciones desde la economía. Es, en


efecto, normal declarar que en el Perú "no hay trabajo". Sabemos que sí lo hay, y
que el problema es que la gente trabaja demasiado y en pésimas condiciones para
sobrevivir, pero una buena parte es el creado por el propio trabajador debido a la
insuficiente demanda de las empresas formales. Otra conocida expresión de esta
carencia de puestos de trabajo calificado es la emigración internacional. El Perú
exporta personal calificado porque la demanda que hay es a remuneraciones
miserables y aún así es insuficiente para ocupar a la PEA calificada del país. Un
problema en el mundo laboral es el denominado "discordancia profesional".
Consiste en la escasa relación que existe para la gente entre calificación y
remuneración y entre esa calificación y la naturaleza del trabajo que se realiza.
(Ingenieros ganando 800 soles, médicos taxistas, etc.) Según un estudio al respecto,
casi la mitad de los egresados de universidades se encuentran laborando en
actividades para las que no se prepararon. Los que han estudiado más años que los
que se requieren para el trabajo que hacen llega a más de un tercio. Podemos decir,
pues, que en el Perú no solo faltan calificaciones sino que también están de hecho
sobrando, que las desperdiciamos. Esa situación humilla y desmoraliza a los
profesionales y técnicos que el país genera, e indirectamente a los que los han
formado.

50
Además, creemos que hay una desmoralización del sistema educativo por la escasa
inversión e innovación tecnológica que ha habido en las empresas públicas y
privadas durante las últimas décadas en el Perú. Después de todo, ¿para qué
mejorar la calidad de la educación si es que no habría suficiente demanda por ella?
¿Por qué hacerlo si es que los egresados terminan consiguiendo trabajo en
actividades que no requieren de una educación de mejor calidad? ¿Para qué
mejorar la educación si es que la política laboral del gobierno propicia la
competitividad basada en el cholo barato y no en el aumento sólido de la
productividad? ¿Para qué calificar mejor si es que las empresas no lo reconocen en
el momento de negociar las remuneraciones? Es seguro que buena parte de la
educación es demasiado mala, pero a la vez demasiado buena para lo que la
economía actual demanda en realidad. Un increíble absurdo de la economía actual
es que exporta capitales y personal calificado.

51
Guerra por la Propiedad Popular

Escribe Juan Francisco Rojas

Desde hace unos años, Hernando de Soto y el ILD se han encargado de sostener
que los procesos de titulación en los asentamientos humanos son la “fórmula
mágica” para convertir a estos peruanos en sujetos más ricos, más y mejor
educados, con acceso al crédito, y mucho más integrados en el sistema de mercado.
Así, la anotación en el Registro Público de Propiedad, sería el acto estatal que
acabaría con la informalidad y cambiaria la cultura de los beneficiados. Además,
habría significado – según los mentores de la ideología e impulsores del COFOPRI
- “beneficios de US$ 9,4 millones a los pobres” (dic. 2004).
Las afirmaciones que no se sustentan en datos son dogmas y los falsos dogmas se
destruyen con datos. Recientemente, Richard Webb, Diether Beuermann y Carla
Revilla han publicado “La construcción del Derecho de Propiedad” (nov. 2006),
estudio donde sostienen que las cifras de HdS y el ILD “adolecen de graves errores
de cálculo y de concepto, produciéndose una gruesa sobreestimación de los
beneficios netos de la formalización”.
En este trabajo, Webb y compañía, utilizan la propia información de COFOPRI,
para constatar que los pobladores de los asentamientos humanos viven el derecho
de propiedad como un derecho de posesión, ajeno a la formalidad legal occidental,
que se consolida con el paso del tiempo, pago de impuestos, acceso a servicios y el
reconocimiento de la asociación de vivienda, comunidad o dirigencia; o, incluso,
de la municipalidad.
Según el estudio, para la mayoría de estos peruanos el acceso al Registro Público
de Propiedad no significa nada en términos de ventaja comparativa respecto de las
formas que aseguran su derecho de “propiedad – posesión”. Igualmente, se
constata que los que accedieron al titulo COFOPRI no fueron los que más créditos
solicitaron al sistema y los obtuvieron, el sistema también presta sin títulos
COFOPRI; tampoco fueron los que mejor pagaron sus impuestos y menos aún, los
que más mejoraron sus ingresos familiares o nivel educativo.
En cuanto a las cifras de HdS y el ILD, los autores identifican la sobreestimación,
entre otros factores, en US$ 2,8 no explicados; US$ 2,2 millones atribuidos
erróneamente a un estudio del Banco Mundial, que únicamente se refiere a US$ 0,5
millones; US$ 3,2 a un estudio de Erica Field, que no publica cifra alguna.
Asimismo, mucha imaginación y deseo de justificar artificialmente una postura
ideológica.

52
¿Qué hay detrás de todo esto? La caída dramática de la receta de la simplificación
administrativa y la formalización de la propiedad como elixir para salir de la
pobreza. Un acto legal de eliminación de trabas no genera riqueza y no la ha
generado. Una vez más, el intento de importar el modelo administrativo y las
condiciones de propiedad norteamericanos, ha fracasado. Es necesario encontrar
soluciones propias para problemas propios, entender al poblador peruano para
darle una respuesta efectiva, y no permitir que el Estado se comporte como el
informal cuando trata de imponer sistemas administrativos “simplificados” que
corresponden a realidades extrañas.
En esta batalla “simplificadora” está también el propósito de sustituir el notariado
latino por formularios, boletas, declaraciones o similares. La experiencia del
estudio de Webb y compañía, da cuenta del mayor costo de estas iluminadas
“soluciones” derivados del litigio e inseguridad que introducen. Es tiempo que el
remedio no sea peor que la enfermedad y que dejemos de jugar demagógicamente
con la pobreza: la titulación es positiva, siempre que sea cierta, pero no lo es todo.

53
Fusión De Programas Sociales: ¿Sirve De Algo?
Pedro Francke

El gobierno anuncia la fusión de los programas sociales, aunque todavía es un


misterio cuántos, cuáles y cómo. Una evaluación de esta medida debe realizarse
en torno de una pregunta central: ¿cómo estas fusiones nos acercan al objetivo
de reducir la pobreza? Porque ese es el sentido de los programas sociales, y ese
debe ser también uno de los grandes objetivos de la acción gubernamental en su
conjunto. La fusión de los programas será buena si ayuda a reducir la pobreza,
y no lo será si no ayuda a lograr ese objetivo.

1. DERECHOS SOCIALES Y ATENCIÓN A LOS EXCLUIDOS

Los programas sociales deben tener como una orientación fundamental


establecer derechos sociales, es decir, garantizar a todos los peruanos el acceso a
condiciones básicas de salud, nutrición, educación y seguridad social. Para ello,
debe asegurarse que todos los niños tengan la alimentación, cuidado, atención
de salud y educación inicial que necesitan, y que haya apoyo de emergencia a
quienes están en pobreza extrema por haber sufrido un desastre natural,
pérdida de empleo o enfermedad o pérdida de quienes sostienen la familia.

Sin embargo, para millones de peruanos ni los programas sociales ni el estado


existen porque no hay un centro de salud cerca para atenderse de una
emergencia médica. Porque si hay un colegio primario, un solo profesor enseña
en un aula a niños de primero a sexto grado sin estar preparado para ello y
logrando muy pocos aprendizajes efectivos. Porque no hay colegio secundario
ni hay ninguna forma alternativa de lograr educación secundaria. Porque si
alguno de esos jóvenes logra estudiar la secundaria, no tiene ningún apoyo para
ir a la universidad, debiendo agenciarse por su cuenta el alojamiento y el
sostenimiento personal, así sea un genio. Porque no hay nadie que esté
promoviendo la mejora tecnológica y comercial de la producción agropecuaria
o artesanal de la que estas familias viven. Este es el principal problema que la
reorientación de los programas sociales y la reforma del estado debe encarar.

2. ¿CÓMO LOGRARLO? MÁS PRESUPUESTO

Es claro que un primer medio indispensable para lograr que los derechos
sociales lleguen a todos, es aumentar el presupuesto social. Según un reciente
estudio del Banco Mundial, el Perú es uno de los países de América Latina con
menor nivel de gasto en programas sociales: apenas 0,7% del PBI, mientras el

54
promedio de los países de la región supera el doble de esta cifra. Todo el gasto
social, incluyendo además de asistencia social, salud y educación, en el Perú es
apenas 5,5% del PBI frente a un promedio latinoamericano de 8,2%. No es de
extrañar entonces que a millones de peruanos pobres no les llegue un apoyo
básico por parte del estado, o que los programas que alcanzan a más gente –
como el vaso de leche – den una ayuda muy pequeña.

¿La fusión de programas sociales ayudarán en ese sentido? Si esas fusiones


reducen el gasto administrativo innecesario, si el dinero ahorrado se destina a
gasto social que efectivamente llega a las personas y si no promueve
reducciones del gasto social por otros conceptos, entonces las fusiones
aumentarían el gasto destinado a la reducción de la pobreza. Pero, como se
indica, esto depende de que:
(i) Haya reducción del gasto administrativo, porque bien pueden
juntarse varios organismos en uno solo y no haber menos
burocracia inútil,
(ii) Este dinero ahorrado se destine al gasto social, porque bien
podría destinarse a la compra de fragatas o a otros usos.
(iii) La campaña política que significa resaltar una supuesta
ineficiencia del gasto social no desemboque en que se recorten
otros presupuestos sociales, y más bien lleve a que se les
considere mejor en virtud de una mayor eficiencia percibida
tras la reforma.

Por otro lado, si esos tres supuestos se cumplieran, ¿habría un avance


significativo en el presupuesto social? Alan García ha hablado de un ahorro de
100 a 200 millones de dólares, pero parece improbable que pueda llegar esa
cifra el gasto administrativo innecesario. Si muy optimistamente fueran 100
millones de dólares, estamos hablando de apenas 0,1% del PBI, una cifra
realmente poco significativa frente a los bajos niveles de gasto social existentes.
El debate sobre las fusiones parece mas bien alejar la atención de la opinión
pública del problema principal, que es el reducido el gasto social, frenando así
las fuerzas que promueven su incremento.

3. ¿CÓMO LOGRARLO? LOS RECURSOS A LOS MAS POBRES

Un segundo mecanismo para que los programas sociales reduzcan la pobreza es


que los recursos se dirijan a los pobres y excluidos. Ello demanda, en primer
lugar, que haya recursos presupuestales adicionales. Es un sueño creer que se
puede ampliar significativamente los recursos a los pobres sobre la base de
recortar gastos administrativos, reducir duplicaciones o mejorar la focalización

55
recortando los beneficios a sectores populares no pobres o a familias que apenas
están, tal vez por algunos meses solamente, encima de la línea de pobreza.

Pero aún en ese caso, la asignación de recursos a los programas sociales tiende a
seguir una lógica política, siendo como son fondos cuya repartición es realizada
por políticos, dentro de un sistema político democrático. Esa lógica llama a
favorecer a aquellos sectores sociales que pueden tener mayor importancia
política, ya sea porque pueden realizar acciones de reclamación eficaces en
términos de afectar la opinión pública, ya sea porque tienen conexiones con el
partido político en el poder o ya sea porque este considera que son sectores
donde puede ganar apoyo político y votos para las próximas elecciones. La
mayoría de excluidos en el Perú no parece tener ninguna de esas características,
como ha anotado Adolfo Figueroa en sus estudios sobre la exclusión. Peor aún,
en este gobierno la mayoría de esos grupos sociales está ubicado en regiones
donde el gobierno ha sido ganado por la oposición política y donde el Partido
Aprista es sumamente débil, y no parece haber una estrategia política del
gobierno orientada a ganarse a esos sectores. La propia lógica de acción política
del gobierno no está orientada a empoderar a los excluidos, sino mas bien a
consolidar su propio poder, cuando necesario golpeando a quienes puedan
representar de manera alternativa a ese sector.

La necesidad de llegar a los excluidos en los programas y sectores sociales


demanda también nuevas formas de atenderlos y hacer llegar los servicios. Por
ejemplo, con nuevas formas de hacer llegar la educación secundaria o superior,
como podría ser la educación a distancia, los internados o las becas. Por
ejemplo, con nuevas formas de atención de la salud, basadas en brigadas
itinerantes y en promotores comunitarios. Por ejemplo, con nuevas formas de
organizar el estado, en base a las propios pueblos y comunidades campesinas y
nativas, cuya organización debe ser potenciada junto con los municipios
cercanos. Si la reforma del estado no prioriza a los excluidos, poco aportará al
desarrollo nacional. Nada de eso parece habérselo planteado hasta la fecha el
actual gobierno, ni parece que cambiaría si se fusionaran algunos programas
sociales.

4. ¿CÓMO LOGRARLO? MAYOR EFICACIA

El otro mecanismo mediante el cual la fusión de programas sociales podría


aumentar los derechos sociales y la atención a las personas más pobres, es si
aumenta la eficiencia y eficacia de los mismos. Es decir, que al juntar tres o
cinco o más programas sociales en uno solo, estos cambiarán sus estrategias
hacia una mejor relación con la población, se dirigirán con mayor precisión a
quienes más lo necesitan, lograrán una mayor participación ciudadana, tendrán
56
actividades mejor orientadas al logro de resultados, coordinarán mejor con
otros organismos del sector público y gobiernos regionales y locales, tendrán
sistemas de monitoreo y evaluación que los conviertan en organismos
inteligentes y tendrán gerencias técnicas más capaces. Pero esto también
depende de muchas otras decisiones.

Es verdad que una reducción del número de programas sociales puede hacer
que estos estén mejor vigilados por la ciudadanía, lo que promueve su
eficiencia; y que a su vez se puede concentrar allí los mejores cuadros técnicos,
la cooperación internacional y el aprendizaje para elevar su eficacia. Pero
también puede suceder que, concentrados, los programas sean aún más
apetitosos para que el gobierno los utilice clientelistamente y los puestos de
trabajo sean repartidos partidaristamente. También hay el riesgo de que se
junten demasiadas actividades diferentes con objetivos separados en una sola
entidad, lo que dificultará una buena gestión, ya que puede atentar contra la
especialización y y dificultar la rendición de cuentas si los objetivos no son
precisos.

A MODO DE CONCLUSION

La fusión de programas sociales trae oportunidades, pero no es una panacea en


sí misma, y también trae consigo serios riesgos. Lo fundamental en la lucha
contra la pobreza es, además de un crecimiento económico inclusivo e
intensivo en empleo, aumentar el gasto social, hacer que llegue a los excluidos y
mejorar la eficacia de ese gasto. Es en esto que debería concentrarse la atención
del gobierno. La fusión por si sola tiende más bien a desenfocarse de lo
principal y a constituir una medida aislada que tendrá muy poco efecto
positivo.

57
El Sistema Nacional de Inversión Pública

Armando Mendoza

Es interesante el cargamontón contra el Sistema Nacional de Inversión Publica


(SNIP), la instancia que evalúa los proyectos del Estado. Así, ministros, presidentes
regionales y alcaldes reclaman librarse del yugo del SNIP, esa entidad perversa
que obstruye la ejecución de proyectos. En su reclamo hay algo de razón, pues hay
mucho que contar sobre lo confuso y displicente del funcionamiento del SNIP.
Pero cuidado, no cometamos el error de que por pretender reformar y simplificar,
terminemos premiando la irresponsabilidad y la demagogia en el manejo de los
proyectos públicos.

Consideremos al SNIP como el ente que indica si un proyecto es rentable


económica y socialmente, o sí es un derroche de recursos y esfuerzos. ¿Tiene
sentido, no? Probablemente a todos alguna vez se nos ocurrió un negocio
“infalible”, con “éxito asegurado”. Y por supuesto, algún pariente o amigo
caritativo analizó con frialdad el asunto y nos demostró que el negocio “infalible”
no lo era tanto. Claro, esa tarea de hacernos aterrizar resulta antipática: a nadie le
gusta que le malogren las ilusiones. Bueno, esa tarea cumple el SNIP.

Tenemos que aprender a separar lo técnico de lo sentimental en el manejo de los


recursos del Estado. Mal que bien, el SNIP impone algún control a los intentos de
sacar proyectos trasnochados que son un “clamor popular” o un “reclamo justo”.
Ahí esta el caso de Majes II en Arequipa, que se pretende concretar obviando los
cuestionamientos del SNIP a su viabilidad económica y social. Por supuesto, hay
fuerte presión para que el proyecto se concrete, con el consabido argumento del
“clamor popular”. Lo siento por mis amigos arequipeños que crecieron con la
ilusión, pero los recursos para Majes II podrían emplearse mejor en otros proyectos
que si son viables, en la misma Arequipa. Imaginémonos como sería si no existiera
el SNIP. Posiblemente ya estaríamos en Majes V o Majes VI, sacados al caballazo.

Son innegables los problemas del SNIP: requerimientos confusos, excesos de


trámites, rigidez de criterios, etc. También hay un problema de mentalidad entre
determinados grupos. Sospecho que debe haber más de un anónimo funcionario
victima de la arrogancia, sabiendo que desde su escritorio decide el destino de
cientos de millones de soles y puede hacerle la vida miserable al más encopetado
Presidente Regional. Eso también tiene que corregirse. Pero no nos confundamos:
el SNIP tiene problemas, pero el SNIP en si mismo, no es un problema. El Estado

58
necesita un sistema de evaluación y priorización de inversiones imparcial y
transparente.

¿Que hacer con el SNIP, entonces? ¿Reformarlo y agilizarlo?, Sin duda.


¿Progresivamente descentralizarlo? Absolutamente. ¿Racionalizar y simplificar
tramites? Por supuesto. Asimismo, hay que transferir al SNIP, del MEF a una
entidad adecuada. Por ello, urge establecer el Centro de Planeamiento Estratégico
(CEPLAN), que vive en el limbo por culpa de la cerrazón ideológica de aquellos
para quienes la idea de que el Estado pueda planificar –como lo hace cualquier
Estado moderno y eficiente- es una aberración.

Sería inaceptable que bajo pretexto de acelerar la inversión pública, se favorezca la


irresponsabilidad. Cuidado que en lugar de reformar, terminemos desmantelando
el SNIP y luego tengamos al Presidente Regional tal o el Alcalde cual, inaugurando
el monumento al charqui, la escalera mecánica al cerro local, o el coliseo gigante en
medio de la pampa, que de proyectos trasnochados ya hemos tenido de sobra.

59
Estabilidad y Competitividad: Lo que se Sabe y No se dice
Escribe Enrique Fernández-Maldonado

A CEDAL, por sus 30 años

__________________________________________________________________
_________

Resulta curioso cómo, en determinados contextos, el término “estabilidad” puede


albergar valoraciones distintas e incluso contradictorias. Comúnmente su
significado evoca sentimientos de regularidad, confianza, equilibrio y seguridad;
otras veces, sólo connotaciones negativas, regresivas cuando no subversivas. Algo
de esto vemos en las Diez propuestas de estabilidad para la inversión y el
trabajo, en donde la CONFIEP consagra la competitividad y la productividad a la
“estabilidad” económica, política, fiscal, tributaria y comercial del país
(http://www.confiep.org.pe/index.php?fp_verpub=true&idpub=23&fp_mnu_id=13
).

Paradójicamente, se trata de la misma CONFIEP que omite la estabilidad laboral


en su breve decálogo, y que considera contraproducente incluirla en la próxima
Ley General del trabajo El mensaje parece claro: cuando se trata de intereses –
legítimos – de los empresarios, estabilidad irrestricta; para los trabajadores basta y
sobra la “seguridad” de que hoy trabajan, aunque sea por magros sueldos.

Sobre el particular, Wayne Cascio, de la Universidad de Denver, demuestra cómo


una mayor inversión laboral puede convertirse en factor de competitividad y
rentabilidad para las empresas (“El alto costo de los bajos sueldos”, Revista Gestión,
Bs. As, Marzo 2007). Compara para ello la experiencia de dos corporaciones
norteamericanas, Costco y Sam´s Club (filial de Wal-Mart), que compiten por el
mercado del comercio minorista en su país. Con 338 locales y 67,600 empleados,
Costco ostenta el liderazgo con el 50% del rubro; mientras que Sam´s Club, con 551
tiendas y 110,200 trabajadores, ocupa el segundo lugar con el 40%.

60
Concepto Costco Sam´s Club (Wal-Mart)
Remuneración
promedio por US$ 17 US$ 10
hora
Inversión per
capita en US$ 1,330 US$ 747
pensiones
Costo de
reemplazar un US$ 21,216 US$ 12,617
trabajador
Costo total de
recambio anual US$ 244 US$ 612
de personal
Control del
50% 40%
mercado

En el Cuadro presentamos las diferentes políticas laborales que aplican estas


empresas. Costco no sólo remunera a su personal en promedio 42% por encima
que Sam´s Club, sino que el porcentaje de trabajadores con cobertura médica (82%
vs. 50%) y planes provisionales (91% vs. 64%) supera largamente al que brinda la
competencia.

Como argumenta Wayne Cascio: “las prácticas de Costco son más caras, pero
tienen un efecto positivo sobre el control de costos: la tasa de rotación es muy baja
(17%) comparada con la de Sam´s Club (44%), y la perdida por robos también.
Haciendo un cálculo conservador y suponiendo que el costo de reemplazar a un
empleado por hora representa el 60% por ciento de su salario anual, para Costco
este costo resulta US$ 21,216 contra los US$ 12,617 de Sam´s Club. Así visto,
parecería que los bajos salarios de Sam´s Club se traducirían en menores costos de
rotación de personal. Sin embargo, siendo ésta el doble que en Costco, el recambio
anual le cuesta a Sam´s Club US$ 612 millones, dos veces más de lo invertido por la
primera (US$ 244 millones)”.

Pero, ¿qué explica la rotación laboral? En principio, la insatisfacción de los


trabajadores con las condiciones laborales percibidas. Esto porque la inversión en
energía y tiempo no es compensada económica ni subjetivamente (bienestar
emocional). Como suele suceder, el trabajador aguanta hasta la primera

61
oportunidad (de mejoría) que se le presenta, o asume la “para” hasta encontrar
ingresos acordes con sus expectativas.

Desde la óptica de los negocios, la “fuga de talentos” siempre ha resultado


problemática. Extraña, por tanto, esta grave omisión en el Decálogo de la
CONFIEP, como es la aspiración legítima – estabilidad y seguridad económica – de
trabajadores como empleadores; más en un país en donde el tiempo de
permanencia en un empleo se redujo a la mitad en las últimas décadas. ¿O es que
sólo los empresarios tienen derecho a tener seguridad y bienestar para los suyos?
¿Y los trabajadores?

Índice de contenido
Presentación........................................................................................................................3
El Retorno De La Política Fiscal Pro Cíclica..................................................................... 4
Los Retrocesos En La Política Monetaria........................................................................ 14
El País de las Burbujas Especulativas.............................................................................. 27
A diferencia de las épocas del crédito barato en las que se produce la fase de la euforia
especulativa, característica de la última etapa de Greenspan, quizá el más importante
arquitecto de la sobrevaluación inmobiliaria, el crédito barato y el consumo improductivo
de los últimos años, que dicho sea de paso fue el motor del crecimiento de los EEUU.......27
.......................................................................................................................................... 84
Administrando la Abundancia.......................................................................................... 34
El Aporte Minero: ¿Hasta Cuándo Y Cuánto Rendirá?................................................... 38
Neo Liberalismo y Crecimiento....................................................................................... 44
Ciencia y Tecnología la Cenicienta.................................................................................. 48
Educación: Demasiado Mala, Demasiado Buena ............................................................50
Guerra por la Propiedad Popular...................................................................................... 52
Fusión De Programas Sociales: ¿Sirve De Algo?............................................................ 54
El Sistema Nacional de Inversión Pública........................................................................58
Estabilidad y Competitividad: Lo que se Sabe y No se dice ........................................... 60
El Tlc Con Ee.Uu. Y Los Retos Del Desarrollo Nacional............................................... 63
Tlcs A La Carta................................................................................................................ 69
Goodbye TLC? ................................................................................................................ 76
Naturaleza e innovación en las regiones ......................................................................... 79
¿Sierra exportadora o desarrollar la sierra? ..................................................................... 82

62
El Tlc Con Ee.Uu. Y Los Retos Del Desarrollo Nacional

Pedro Francke

1. El TLC mantendría la exportación primario-exportadora como enclaves que


no aportan significativamente al desarrollo nacional

Uno de los temas principales para el desarrollo nacional es la utilización de nuestra


riqueza en recursos naturales como la base de financiamiento para impulsarnos
hacia el desarrollo.

En los últimos años, el enorme incremento de precios de nuestras materias primas,


como el oro, el cobre, el zinc, el gas y otros, ha puesto nuevamente de relieve la
enorme riqueza de nuestros recursos naturales. Sin embargo, las reglas económicas
establecidas por el neoliberalismo fujimorista y que persisten, impiden que esas
riquezas permanezcan en el país, y la mayor parte del valor actualmente generado
se va al exterior como ganancias de las empresas que los explotan.

Este asunto es fundamental, ya que cualquier política pública de promoción


económica, sea esta de construcción de infraestructura, de crédito agropecuario o
para otros sectores, de programas de asistencia técnica, de generación de
innovaciones tecnológicas y de educación, encuentra un límite muy claro y
marcado en los escasos recursos que capta el Estado, es decir, la baja presión
tributaria existente.

El TLC a este respecto, establece un freno muy fuerte a las posibilidades de mejorar
las reglas de distribución de la riqueza de nuestros recursos naturales, mediante
mecanismos como el impuesto a las sobreganancias o la renegociación de
contratos. Esto se debe a que el capítulo de inversiones del TLC establece que
cualquier medida que afecte las legítimas expectativas de ganancia de los
inversionistas puede ser considerada “expropiación indirecta”, y las empresas
podrán demandar una indemnización correspondiente y entablar juicios al Estado
peruano en tribunales internacionales de arbitraje al respecto. Este aspecto del TLC
busca claramente defender una estrategia de desarrollo basada en la explotación de
recursos naturales por parte de grandes empresas que se apropian la mayor parte
del excedente, impidiendo la mejora de las condiciones de vida de los peruanos y
el crecimiento del mercado interno por esta vía, así como limitando seriamente la
capacidad promotora del Estado en la economía.

A su vez, el TLC, dada la prohibición establecida en el capitulo de inversiones de


establecer “requisitos de desempeño”, impedirá también que se desarrollen
políticas destinadas a incrementar los eslabonamientos internos de la actividad
primario-exportadora, manteniéndola como un enclave sin que se puedan
establecer políticas públicas que exijan el incremento de compras de insumos a
productores nacionales, la mayor elaboración de productos, la generación de
investigación e innovación tecnológica, la capacitación de la mano de obra, entre
otros.

De esta manera, un elemento fundamental del TLC es el constituirse en un freno al


cambio requerido en las condiciones en la que opera la explotación de nuestros
recursos naturales, cambio que debe redistribuir la renta generada y vincular
productivamente estos sectores a la industria nacional.

2. ¿Con el TLC se promueve los sectores que pueden modernizar al país?

En el caso del TLC, los principales productos de exportación peruanos que ya están
ganando con el ATDPEA y que mantendrían esos beneficios son: (i) materias
primas o productos semi-elaborados (como los cátodos de cobre o el petróleo) que
hoy pagan aranceles muy bajos para entrar a los EEUU y no han generado
eslabonamientos productivos y tecnológicos importantes; (ii) productos que ya no
incorporan nuevas tecnologías y que van a sufrir una competencia internacional
muy dura, como los textiles, y (iii) productos de agroexportación basados en
nuestros recursos pero con posibilidades muy limitadas de generar una dinámica
de cambio tecnológico que impulse el conjunto de la economía.

En cambio, la apertura de nuestro mercado a las importaciones de los EEUU


implicará que no podamos desarrollar una industria, inicialmente orientada al
mercado interno a un mercado regional andino y/o sudamericano, que sea el motor
del avance tecnológico, ya que será muy difícil competir con quien tiene un avance
tecnológico muy grande así como fuertes subsidios gubernamentales a la
innovación tecnológica. Del mismo modo, implica una pérdida de ingresos y
rentabilidad de la mayor parte del agro y un empobrecimiento de los campesinos,
agravando el atraso del agro y afectando el tamaño del mercado interno.

Al facilitar las exportaciones al mercado norteamericano, el TLC promoverá


algunos sectores, los que de acuerdo a la historia reciente, son básicamente los
textiles y la agroexportación (espárragos y frutales principalmente). Debemos
empezar por relativizar el efecto del TLC al respecto, considerando que: (i) las
barreras fitosanitarias de los EEUU que pueden ser muy duras y aplicadas de
manera discrecional; (ii) la agroexportación se destina en una mayor proporción a
otros mercados - en especial el europeo -, (iii) en los textiles China e India están
entrando al mercado mundial con mucha fuerza; (iv) EEUU firmará acuerdos
comerciales con otros países, reduciendo la ventaja de nuestros productos.

Pero la pregunta central es: ¿son estos los sectores que pueden liderar un
desarrollo productivo sostenido, en un contexto en el cual con el TLC estaríamos
simultáneamente afectando nuestra industria y agro nacional por la competencia
norteamericana? Por el lado de los textiles, hay que considerar su escaso nivel de
avance tecnológico (a nivel mundial) en las últimas décadas, que la han llevado
precisamente a re-localizarse en el tercer mundo. Además, las reglas del TLC
dificultan severamente la posibilidad de que este sector tenga encadenamientos
con materias primas peruanas (algodón y lanas) que podrían mejorar su calidad y
productividad. Sin embargo, a pesar de ello, es un sector industrial. Las
confecciones tienen un nivel de valor agregado superior a la mayoría de nuestras
exportaciones, y hay espacio todavía para buscar exportar prendas de mejor
calidad y precio.

Por el lado de la agroexportación, esta sigue siendo una actividad primario-


exportadora, que se sustenta fundamentalmente en una calidad de suelos y clima
especial de la costa peruana, y que tiene por tanto un límite muy definido en
cuanto a su crecimiento. Sin embargo, debido a las demandas de calidad y
oportunidad, es una actividad crecientemente tecnificada, con procesos
encadenados en su producción agropecuaria, manejo post-cosecha y
comercialización rápida, y que puede tecnificarse aún más en el futuro en virtud
de un mercado mundial de sectores medios que demanda cada vez más productos
frescos y variedad de sabores. Tiene también la ventaja de estarse desarrollando de
manera diversificada en cuanto a productos y mercados y ser de capital nacional
mayoritariamente.

El mayor riesgo del TLC está en la posibilidad de que se abran las patentes a la
biodiversidad genética, rubro en el que el Perú tiene grandes riquezas, pero no ha
priorizado ni atendido su desarrollo científico–técnico en este terreno. El desarrollo
del conocimiento tiene en la genética uno de sus grandes avances actuales, y es
muy probable que las industrias que se desarrollan alrededor del aprovechamiento
de esta riqueza, sobretodo para usos medicinales, tengan un gran impulso en las
décadas venideras.

Es decir, si bien el Estado debería estar apoyando más fuertemente la exportación


de productos agropecuarios y textiles, estos sectores no aseguran un crecimiento
dinámico de largo plazo.

Al mismo tiempo, la entrega del mercado interno en los sectores industrial y


agropecuario opera como una fuerza de lastre, ya que hace que se retroceda en
estos sectores, perdiendo eslabonamientos internos y desarrollos tecnológicos, y
sobretodo frenándose opciones de desarrollo de nuevos sectores y productos, que
verán muy difícil competir con un gigante económico y tecnológico como son los
EEUU.

3. El TLC incrementará la exclusión económica y social, poniendo en riesgo la


gobernabilidad

Al evaluar el TLC, no solo hay que evaluar el efecto neto de ganancias y pérdidas,
sino si los perdedores son los más pobres, si el ajuste por el que pasarán será
traumático y si ello no tendrá efectos críticos sobre la gobernabilidad democrática
(85% de los peruanos considera que el gobierno “por unos cuantos intereses
poderosos en su propio beneficio”, porcentaje que es el más alto de Latinoamérica,
Latinobarómetro 2004).

El TLC beneficiaría a un sector exportador que es relativamente reducido. Los


textiles podrán crecer algo más pero difícilmente mucho más, dada la competencia
de China e India. La agroexportación seguirá desarrollándose, en parte hacia otros
mercados, pero tiene también límites por los recursos naturales (suelos y aguas)
existentes. A pesar de ello, ambos sectores – textiles y agroexportación – son
intensivos en empleo, pero hasta ahora las condiciones salariales y laborales no
han mejorado y la agroexportación, que ya vende mil millones de dólares anuales,
mantiene básicamente contratos informales sin derechos ni seguridad social en
materia laboral.

Por otro lado el TLC o APC tendrá efectos fuertes que agravarán la pobreza,
aumentando el precio de las medicinas y reduciendo los precios de los productos
agropecuarios debido a la competencia de productos estadounidenses
enormemente subsidiados. La recaudación del Estado se verá afectada por la
reducción de aranceles. Las exigencias de la competitividad internacional ponen
presión sobre las regulaciones y derechos laborales vigentes. Estos efectos son
mucho más fuertes que los efectos positivos sobre el empleo. Resulta claro que el
TLC aumentará la desigualdad y la exclusión.

Esto se da en un contexto en el que el país no puede seguir adelante con un


proyecto de modernización excluyente, que genera grandes tensiones sociales y
políticas que amenazan la gobernabilidad.

4. ¿El TLC nos coloca mejor en el mundo?

La postura pro-TLC dice que esta es una oportunidad única que no debemos dejar
pasar: la de ser más socios que otros con el accionista mayoritario del mundo. Sin
embargo, aunque el Perú está claramente en la esfera política y militar de los
EEUU, nuestro comercio está bastante diversificado y los EEUU son menos de una
tercera parte del total de nuestro comercio, a diferencia de otros países como
México y Colombia cuyo comercio es mayoritariamente con los EEUU. Por otro
lado, dados los elevados niveles de déficit fiscal y externo de los EEUU, ¿ es tan
buena la “estrella” americana en estos momentos?

La suscripción del TLC claramente nos aleja de otros bloques, incluyendo el


sudamericano, pero también el europeo y el asiático. Implica un fuerte golpe
contra estos países, ya que buena parte de las ventajas otorgados a los EEUU en
acceso al mercado serán a costa de lo que ahora nos exportan esos otros países. El
TLC está teniendo efectos muy limitantes, sobre la Comunidad Andina (y la
Sudamericana), ya que limita una serie de instrumentos y posibilidades de política,
en relación a ventajas comerciales entre los socios, tratos a las inversiones, política
frente a la propiedad intelectual, integración a otros bloques, etc.

Con el TLC no estamos obteniendo lo suficiente por privilegiar a los EEUU y


debilitar estos lazos con otros bloques regionales, considerando además los otros
intereses de los Estados Unidos que están en juego: el control de la coca y el
narcotráfico, la seguridad continental debido a los conflictos armados en Colombia
y la inestabilidad en la región andina, y el interés de ir ganando mejores posiciones
en una negociación mundial en torno a los temas de propiedad intelectual,
inversiones y servicios.

Más allá del desarrollo de las negociaciones, la pregunta de si el TLC nos coloca
mejor en el mundo es difícil. Creemos que hay dos elementos a considerar en ésta:
1) cuánto debemos privilegiar una relación con EEUU antes que países de la región
y otros bloques; 2) que tipo de relación quisiéramos tener con los EEUU.

Frente a lo primero, parece claro que, dado que estamos en el “patio trasero” y ya
tenemos una alta dependencia de los Estados Unidos, que es la potencia
dominante en un nuevo mundo unipolar, estratégicamente nos conviene mantener
una diversificación de relaciones importante. En segundo lugar, la relación con los
Estados Unidos no debe verse como limitada al aspecto comercial-económico,
como aparece en el TLC, sino que debe incluir una agenda mucho más amplia,
incluyendo tanto los temas estrictamente políticos (seguridad hemisférica,
narcotráfico, democracia, asimetrías y cooperación). Ocultar estos temas, que son
de interés de los EEUU, nos lleva a privilegiar una relación en la que la otra parte
tiene todas las de ganar.
Tlcs A La Carta

Alan Fairlie Reinoso

Los primeros meses del gobierno han demostrado el predominio de las posiciones
más conservadoras, que al mismo tiempo han impulsado entusiastamente el TLC
con Estados Unidos, y han tenido una dinámica contraria a la integración regional
sudamericana. No solo en la posición adoptada en la CAN, sino en la prioridad
otorgada a un arco pacifico hemisférico, iniciativa norteamericana para reemplazar
el fracasado ALCA con el agrupamiento de todos aquellos países que han firmado
o quieren firmar un TLC con ellos. En los acuerdos sur-sur, la prioridad ha sido
Chile, no solo en el TLC firmado por el Ejecutivo, sino en la subordinación a las
estrategias impulsadas por ese país en el escenario internacional. La tibieza frente a
la integración regional se ha manifestado inclusive en la negociación de un acuerdo
norte-sur, como es el que se está afrontando con la Unión Europea donde se está
entorpeciendo la negociación en grupo y se anuncia eventual retiro de la CAN. Lo
mismo en acuerdos con algunos países asiáticos (Tailandia, Singapur, Japón,
Corea, Nueva Zelanda), especialmente con China ya que en vez de afianzar un
liderazgo andino con miras al acuerdo APEC 2008 se pide ayuda a Chile para que
lo asesoren, como con la UE18. La subordinación a EE.UU. y Chile como prioridad,
ha buscado ser en algún grado camuflada con los fuegos artificiales de TLCs con
múltiples países que se visitan o que visitan Lima.

TLC con EE.UU.

Señalamos en su oportunidad que los demócratas no se contentaban con las cartas


adjuntas como mecanismo para incorporar las modificaciones que consideraban
mínimas para aprobar un TLC con Colombia y Perú. No solo en el ámbito laboral,
sino también observaciones en propiedad intelectual y otros rubros que les
permitiera la impresión de un TLC que beneficie a las poblaciones mayoritarias de
ambos países (dado el contexto electoral norteamericano).

Los plazos se van cumpliendo y las probabilidades de aprobación inmediata van


disminuyendo. La reciente gira de Bush no ha cambiado el panorama. Un
presidente con baja popularidad, un Ejecutivo de salida que ha perdido el
18
véase artículo Relaciones Económicas Internacionales: Política del “Colabórame”?. La República, enero de
2007.
Congreso de la República y la cercanía de las elecciones, no son precisamente el
mejor escenario. Más allá de las promesas y compromisos de Bush en Colombia en
su virtual escala técnica (solo estuvo escasas horas) respecto al TLC, lo que queda
son sus reiteradas afirmaciones de que su país es compasivo y generoso y que
además en el TLC se generarían mecanismos de cooperación para buscar disminuir
la pobreza, sobre todo con acciones en la educación y salud.

Esa supuesta voluntad de socios para el desarrollo, se vio totalmente contrastada


con el gesto de los miembros de su seguridad que revisaban a los guardias que el
Estado colombiano había asignado, no solo revisando sus armas sino sus cuerpos
en un acto humillante no solo para los que sufrían el examen sino para el pueblo
colombiano.

Esa actitud de subordinación también la han tenido diferentes sectores en el país y


gobierno. La contratación cada vez de nuevos lobbies en EE.UU. como el llamado
para que ministros y el propio presidente viajen a pedir la aprobación del TLC, la
condicionalidad en la política antidrogas, así como cualquier cosa que se tomará
como pretexto para señalar que atenta contra el TLC y había que modificarlo. Es
inaceptable hacer concesiones adicionales a las que ya se han hecho19, lo que
procede es una renegociación (acción a la que el gobierno le tiene pánico).

TLC con Chile

Aquí se suscribió un acuerdo que subordina la economía nacional a la chilena,


consolida un patrón norte-sur de comercio, otorga las mismas condiciones en
inversiones y disciplinas que las que se les ha dado a EE.UU., estableciendo
instrumentos jurídicos que crean condiciones para nuevos conflictos de
consecuencias imprevisibles20.

Todos los gestos de buena voluntad del gobierno, son tomados solo como signos
de debilidad, Chile exige y está logrando más. En vez de enviar el TLC al Congreso
para su revisión, están avanzando en secreto sobre el mismo. En vez de cancelar la
licencia a Gildemeister, doran la píldora y la mantienen en la lista de proveedores
del Estado junto con otras empresas chilenas. En vez de eliminar la Quinta
Libertad en el acuerdo de cielos abiertos y los beneficios otorgados a Lan Chile,

19
Ver para mayor detalle Fairlie, Alan y otros. Tratado de Libre Comercio Perú – EEUU: Un Balance
Crítico. 2006
20
Ver para mayor detalle Fairlie, Alan y Queija, Sandra. Relaciones Económicas Perú – Chile: Integración o
Conflicto?. 2007
están negociando la renovación de sus privilegios. En vez de utilizar el Gas de
Camisea para cambiar la matriz energética nacional, están creando las condiciones
para su entrega a Chile como materia prima. En vez de comprar las Grúas Pórtico
en el Callao y limitar la presencia chilena en la provisión de servicios, están
boicoteando a ENAPU y ofreciéndoles nuevas facilidades a los sureños. En vez de
abandonar la fracasada política de “cuerdas separadas” sigue la actitud genuflexa
a pesar de la Ley Arica-Parinacota, el desconocimiento ya no solo de la existencia
de un problema pendiente de límites marítimos, sino de la frontera terrestre
consagrada en el Tratado de 1929.

Mientras esas son las prioridades y se buscan disfrazar ante la población las
concesiones y sumisiones, se plantean como en feria ofertas y anuncios de nuevos
TLCs con varios países del mundo, pero en concreto se debilita la integración
regional.

Acuerdos Regionales

Cada vez es más hostil la posición de funcionarios del gobierno frente a la


integración andina. Se ha llegado al extremo de la declaración del Ministerio de la
Producción de que están evaluando retirarse de la CAN. Tal situación solo se
presentó en la época del fundamentalismo neoliberal de los años 90, que luego de
sistemáticos conflictos provocados por el gobierno de entonces, terminó retirando
al Perú de ese acuerdo de integración (aunque afortunadamente por poco tiempo).

Esos intentos neoliberales también se dieron durante la administración de Toledo,


pero a pesar de intentos de representantes del consenso de Washington como PPK,
no tuvieron éxito en su tarea. Sería el colmo que en un gobierno aprista que tiene
como bandera fundacional la integración, se produzca un retiro otorgándole éxito
al neoliberalismo que dirige la política comercial en los últimos 20 años, y que
hasta hoy no pudo conseguirlo. El alineamiento con el TLC con EE.UU. contribuyó
a la crisis del acuerdo regional, y también los ataques y polarización innecesaria
con el Presidente de Venezuela. La nueva correlación andina con las recientes
elecciones en Ecuador, parecen haber alarmado a miembros del Gobierno que
prefieren liquidar el proceso de integración regional, a que opciones de cambio
respecto al neoliberalismo y a los TLCs tomen la hegemonía. Puede que sea por
iniciativa propia, pero parece parte de una estrategia mayor que por encargo están
cumpliendo. Sería muy interesante que Venezuela retorne a la CAN, ya que se
podría consolidar el bloque regional y también la integración sudamericana.
Acuerdos extraregionales

Uno de los más importantes es el que se está negociando con la UE, pero el
gobierno busca romper el bloque andino creando condiciones para una eventual
negociación bilateral (sobre el que los europeos han adelantado que no están
interesados). Esto no solo por las recientes declaraciones de un Ministro, sino por
la reducción unilateral de aranceles que se hiciera tiempo atrás, y los
enfrentamientos con posiciones de otros socios andinos que plantean la necesidad
de que en la negociación se exija un mayor énfasis en el tratamiento de las
asimetrías, trato especial y diferenciado, y en exclusiones de sectores y temas que
repercuten en mayores beneficios del acuerdo biregional para los andinos.

El acuerdo con Europa es fundamental. No es solo comercial, asegura acceso a


mercados con el SGP Plus, y también tiene componentes políticos y de
cooperación. Es un factor de cohesión de la integración andina, que las recientes
actitudes del gobierno peruano están debilitando de manera importante. Con
Europa existen además coincidencias en aspectos de la agenda multilateral, y en la
construcción de un mundo multipolar.

Las relaciones con Asia también son fundamentales, y es positivo que se busquen
acercamientos, en especial con un país como China. No solo debería darse en el
plano comercial, sino de manera multidimensional y estratégica incluyendo la
cooperación militar.

Sin embargo, esto no pasa por un TLC amplio, que afectaría severamente a sectores
importantes de la industria nacional, si no se toman las debidas precauciones. Se
podría avanzar como ha hecho Chile en un acuerdo de alcance parcial que no
incluye los sectores sensibles en un acuerdo inicial, y de manera gradual avanzar
posteriormente en una ampliación planificada que beneficie a los dos socios.

En suma, en la feria de los TLCs que comentamos hay subordinaciones que


comprometen el margen de maniobra del Estado y el futuro del país y la Nación
misma (TLC con EE.UU. y especialmente con Chile). Hay otras iniciativas
fundamentales, como es el caso de China si se actúa con prudencia. Y hay otras que
serían sumamente positivas como con la UE si en vez de boicotear la integración
andina optáramos por una acción unitaria que no sólo fortalezca la CAN sino la
integración sudamericana.
Esto implica cambiar los TLCs a la carta que ordenan y cumplimos para EEUU y
Chile, y amplíar el menú hacia Europa y Asia desde la integración regional y
sudamericana y no buscando su resquebrajamiento y/o destrucción.
El Tratado de Libre Comercio y la Propiedad Intelectual

Escribe Santiago Roca

En los días pasados sorprendió a la opinión publica que 12 Representantes del


Congreso Norteamericano liderados por Henry Waxman y Jim McDermott
dirigieran a una extensa carta a la Sra Susan Schwab, Representante Comercial de
los Estados Unidos, solicitándole la reconsideración inmediata de una serie de
provisiones incluidas en el capítulo de Propiedad Intelectual del Acuerdo de
Promoción Comercial (APC) de los Estados Unidos con Perú, Colombia, y Panamá.

Sorprendía a la opinión pública nacional que paradójicamente eran


norteamericanos y no peruanos los que salían al frente para denunciar aspectos del
APC que perjudican al Perú y favorecen a las empresas norteamericanas. ¿Por qué
unos norteamericanos (los Representantes) se oponen a que otros norteamericanos
(las empresas farmacéuticas y agroquímicas) extiendan sus ganancias y se
beneficien en forma adicional? ¿Dónde están los funcionarios del gobierno,
profesionales, políticos y académicos peruanos con sus trabajos y aportes para
defender los intereses de los peruanos?

Lo que sucede es que los Representantes de los Estados Unidos están solicitando se
reconsideren los términos del APC que reducen algunas de las flexibilidades
acordadas en el Consenso de Doha. Allí 142 países –incluido USA- se
comprometieron a respetar el Acuerdo Mundial de Propiedad Intelectual, TRIPS,
para proteger la salud pública. Asimismo la Ley de Promoción de la Autoridad de
Comercio norteamericana del 2002, obliga al Poder Ejecutivo a promover el acceso
a la salud en todos los países con quienes se celebren acuerdos de promoción
comercial. El Ejecutivo norteamericano estaría en este sentido incumpliendo este
compromiso y de allí la protesta y pedido de revisión del APC. Irónicamente –
agregan estos Representantes - las cláusulas acordadas en el capítulo de Propiedad
Intelectual crean condiciones para que países pobres: 1) tengan que esperar mucho
más de lo que se espera en USA para acceder a medicinas genéricas, 2) tengan
plazos de protección de patentes mayores de aquellos que se pueden obtener en
USA, 3) no incluyan la protección de los consumidores contra prácticas abusivas
de propiedad intelectual, que si están protegidas en USA.

¿Cuáles son los compromisos del TRIPS y de Doha que se han violado en el APC?

El primero se refiere a dar carácter de “exclusividad” a los datos de prueba que


tienen que presentar las empresas farmacéuticas y agroquímicas para introducir un
producto en el mercado. Debido a esta cláusula, para aprobar la introducción de
un genérico, Digemid y Senasa no podrían descansar en los datos presentados en
la autorización original sino deben solicitar nuevas pruebas, aún haya la patente
expirado o el producto no tenga patente. Como consecuencia se atrasa la
disponibilidad de genéricos y/o se alarga el período de exclusividad del producto
por encima del período de vigencia de la patente –perjudicando a los pacientes y a
la salud pública. El segundo tema se refiere a las extensiones de los plazos de las
patentes por demoras en su otorgamiento. En USA existen restricciones a estas
extensiones, limitándose a una patente por producto ó a que la vida de la patente
desde el momento que se aprueba la autorización en el mercado no exceda 14 años.
Tercero, se encadena a la autoridad de comercialización (Digemid, Senasa) a no
aprobar la introducción del producto en el mercado a menos que demuestre que
los derechos de propiedad intelectual no han sido violados. Estas instituciones
asumen así una tarea adicional en la que no tienen experiencia ni autoridad,
cuando ni siquiera tiene recursos para monitorear la eficacia y seguridad de los
productos. En cuarto lugar, se reducen los criterios excepcionales para que un
Estado otorgue licencias para que algún laboratorio produzca determinados
medicamentos a precios de emergencia por razones de salud pública. Por último,
no incluye los requerimientos por la que USA obliga a los que patentan para que
describan “la mejor manera” de reproducir sus inventos o para limitar los intentos
de re-patentar –en base a menores cambios- en forma injustificada.

Estos son los temas que los Representantes norteamericanos han solicitado con
urgencia revisar basados en Doha. ¿Pero son estos los únicos aspectos? ¿Qué dicen
las autoridades peruanas? ¿No hay otras cláusulas en el capitulo de propiedad
intelectual que se deben revisar? En realidad hay varias cosas más graves que
merece se conozcan sea para renegociarlas mejor o en su defecto plantear medidas
que ayuden a aliviar sus daños o incentivar su desarrollo. En el fondo ha sido el
actuar por consigna y el ocultamiento de información, las mayores faltas que han
cometido las autoridades del Perú. Se ha estado dispuesto a conceder en propiedad
intelectual con tal de tener acceso preferencial al mercado norteamericano, sin
darnos cuenta que lo que se pierde o concede puede tener efectos adversos
mayores a lo que se gana. Mas grave aún, si se concede algo, mejor hacerlo público
y transparente para que los Peruanos podamos reflexionar y proponer una agenda
reparadora. Finalmente, es una buena noticia que el INDECOPI después de
haberlo vetado haya recientemente dado paso para que la Universidad ESAN
publique un libro sobre Propiedad Intelectual en donde se revisan estos temas. La
publicación aparecerá en los próximos días.
Goodbye TLC?

Escribe Alan Fairlie Reinoso

Los demócratas han planteado en el Congreso lineamientos de una nueva política


comercial para Estados Unidos:

a) Asegurar que los TLCs aumenten los niveles de vida y creen nuevos mercados
para los bienes norteamericanos. Para ello exigen de los países el mantenimiento
de estándares internacionales laborales, la suscripción de acuerdos multilaterales
ambientales, el restablecimiento de un balance más justo entre promover el acceso
a medicinas y proteger la innovación farmacéutica en países en desarrollo,
asegurar que las compras del gobierno promuevan derechos básicos de los
trabajadores, promover la seguridad nacional (operaciones en puertos), asegurar
que los TLCs no den mayores derechos a los inversores extranjeros en Estados
Unidos, que a sus propios inversionistas.
b) Apoyar a los trabajadores, agricultores y empresarios especialmente en los
sectores manufactureros sensibles perjudicados. Esto supone que haya
reciprocidad en las reglas de juego, y les preocupa particularmente los subsidios
masivos en China o las violaciones a la propiedad intelectual, o la manipulación
cambiaria en Japón o los mercados cerrados en Corea, o las demandas ante la
OMC.
c) Buscar la apertura de los mercados principales para crear nuevas oportunidades
a los trabajadores norteamericanos. Esto supone reforzar el rol del congreso en las
negociaciones de la OMC (agricultura, eliminación a barreras sanitarias y
fitosanitarias de las importaciones de EE.UU., protecciones arancelarias en
manufactura, servicios y solución de controversias).
d) Crear iniciativas para entrenamiento de trabajadores promoviendo la educación,
salud y beneficios sociales. Esto supone dar apoyo a todos aquellos trabajadores de
sectores que puedan ser afectados por el comercio y el cambio tecnológico.
e) Expandir la diplomacia norteamericana y el fortalecimiento de su seguridad
nacional. Esto supone expandir el programa de comercio y ayuda al desarrollo de
los países más pobres. Es aquí donde se plantea la inmediata extensión del
ATPDEA, y con otros países en desarrollo.

Como se puede apreciar, los demócratas están formulando una nueva política
comercial, y forma parte del debate electoral que tendrán que afrontar para las
elecciones presidenciales. Aquí se ha presentado el asunto como que todo está
supeditado al TLC con Perú y Colombia, lo que no es exacto. Las propuestas de los
congresistas demócratas buscan mejorar las ventajas de ese país en la inserción
internacional, mayores beneficios para sus trabajadores. Pero, hasta algunos
críticos al TLC se han confundido y están dando loas a los demócratas, como si se
tratara de nuestros propios congresistas.

El TLC trae más costos que beneficios al Perú, y este planteamiento demócrata solo
traería una modificación marginal de la situación. No se toca para nada el tema de
los subsidios agrícolas norteamericanos mientras se elimina la protección en
nuestros países, tampoco las concesiones en el capitulo de inversiones (definición
de inversión, inversionistas, eliminación de requisitos de desempeño), o la
suscripción de convenios internacionales de propiedad intelectual lesivos al país
(UPOV 91 por ejemplo), que abren la puerta para el patentamiento de plantas, la
potencial piratería sobre nuestra rica biodiversidad y conocimientos tradicionales
(solo hay una declaración puntual en el tema de acceso a medicamentos). Los
mayores estándares laborales tienen como contrapartida mayores multas y
sanciones o la suspensión del acceso al mercado norteamericano por
incumplimientos reales o supuestos. Tampoco se revisa el tema de compras
gubernamentales que les brinda igualdad de condiciones a los proveedores del
norte (peor si prospera la propuesta del gobierno de que sean organismos
internacionales los que se encarguen del asunto). Nada sobre los mecanismos de
solución de controversias que hacen irrelevantes los tribunales nacionales, siendo
reemplazados por arbitraje internacional.

Aun siendo marginales los cambios, suponen la modificación del Tratado (no solo
cartas adjuntas) lo que implica que tendría que ser aprobado nuevamente por el
Congreso peruano. Los demócratas han solicitado la ampliación de 2 años del
ATPDEA (por cuestiones estratégicas y de seguridad), lo que parece será
aprobado. Pero, también indicaría que probablemente el tema del TLC se
postergue para el 2009.

Si los demócratas están planteando enmiendas al TLC, podríamos discutir nosotros


algunas propuestas en estos dos años, para buscar un acuerdo que sea menos
asimétrico para nuestro país. Se pueden extraer varias lecciones de los hechos
recientes:
a) El gobierno tuvo un craso error de apreciación estratégica. Pensó que el TLC se
iba a aprobar rápidamente, subestimando los cambios derivados de lo que todos
los pronósticos señalaban como una victoria demócrata en el Congreso
b) Se ha demostrado el fracaso de la obsecuente política del "TLC sí o sí", que
planteaba además que se trataba de un paquete cerrado inmaculado e intocable.
c) La ampliación del ATPDEA siempre fue una opción, y fue un error no tenerla en
la baraja de negociación.
d) Apresurarse a aceptar las condiciones de EE.UU. dejando de lado a Colombia,
no nos dio un trato preferencial, y nuestros casos se verán conjuntamente habiendo
perdido ambos andinos en la negociación.
e) Las instituciones funcionan en EE.UU. los congresistas responden a sus
electores. Aquí, que sucede todo lo contrario, se pensó que un Congreso de salida
en EE.UU. podría aprobar entre gallos y media noche el TLC.
f) La propaganda de que todas son ganancias y nada costos, fracasó. Son tales las
asimetrías que hasta los propios demócratas han planteado cambios marginales en
temas de propiedad intelectual, por ejemplo.
g) Se demuestra el fracaso de las operaciones de maquillaje. Ni el enviado especial
Hernando Soto, ni los cada vez más numerosos lobbies contratados, ni las visitas
de emisarios, ministros o presidentes, influirán sobre un debate interno
norteamericano.
h) Se demuestra el doble discurso mercantilista. Los partidarios del TLC exigen
que nuestros agricultores e industriales compitan en una economía abierta. Pero, al
mismo tiempo, hacen depender la competitividad de nuestras exportaciones de
preferencias arancelarias que son temporales y cada vez menos importantes.
Deberían plantear el ingreso al mercado norteamericano sin ninguna "ayudita".

La coyuntura tendrá un desenlace probable de un adiós TLC o de un "no es más


que un hasta luego". Esto no necesariamente es una mala noticia para el país,
obligaría a un debate a fondo que se evadió antes y que debería crear consensos
mínimos para una estrategia de desarrollo viable para el Perú.
Naturaleza e innovación en las regiones

Javier M. Iguíñiz Echeverría.

Jefe del Departamento de Economía de la PUCP.

Es de amplio consenso que una tarea de los gobiernos es promover la elevación de


la productividad y competitividad económica así como diversificar la mayor
cantidad posible de sus actividades económicas. Con el fin de contribuir a ese
objetivo sugerimos partir de dos miradas a la peculiar geografía de muchas de
nuestras regiones: la relativa a las dificultades geográficas para llegar a los
principales mercados y la que destaca la megadiversidad del país.

1. Transformar antes de transportar

La descentralización económica supone revertir la desventaja de la distancia desde


muchos pueblos a los principales mercados. Para ello hay que construir carreteras
y mantenerlas. Una tarea ineludible para los gobiernos de todos los niveles es esa.
Cuáles deben ser esas carreteras supone cálculos específicos y detallados que ya se
han hecho para algunas regiones como, por ejemplo, Cajamarca. Pero eso no es
sino un paso, incluso uno menor de todo el proceso para constituirse como
regiones competitivas en una gama amplia de productos y desde diversos valles;
esto es, no solamente en algún producto y lugar minero, energético o pesquero. Lo
más importante en el largo plazo es cambiar aquello que se transporta. Hay que
pasar de productos con mucho peso y poco valor a otros que valgan mucho por
unidad de peso. Ello supone innovar en la elección de los bienes que se producen
y/o transformarlos para que pierdan peso y aumenten de valor. De ese modo, el
componente de transporte en el costo unitario del producto será pequeño y cada
vez menor, y estar a muchos kilómetros del mercado no será una desventaja
importante respecto de los que produciendo el mismo producto se encuentran
económicamente más cerca. "Transformar antes de transportar" puede ser una
consigna adecuada.

Esto es importante, además, porque las carreteras son siempre de doble vía. El
sentido económico de recordarlo no es por lo ancho de la carretera sino que es
porque las vías no solo permiten "sacar" los productos. También facilitan la llegada
de productos competitivos de otros valles y regiones, e incluso del extranjero, lo
que acelerará la quiebra de algunos productores locales y promoverá la
concentración geográfica de la producción rentable en menos lugares y, con ello,
una mayor migración y más rápido despoblamiento. La carretera trae y lleva todo
lo bueno y malo de los puntos que conecta; trae oportunidades pero también las
quita.

Finalmente, la agregación de valor in situ es importante porque desde muchos


lugares de la Sierra y de la Amazonía hay que transportar los bienes producidos
por carretera, cosa que resulta desventajoso cuando se tiene que competir con
productos de bajo valor por unidad de peso, por ejemplo, arroz, que vienen de
mucho más lejos –en términos de distancia– pero que se transportan mucho más
económicamente por agua.

2. Producir poco de muchas cosas y no mucho de pocas cosas.

La descentralización en el Perú supone elevar la competitividad de actividades que


se realizan no solo en zonas alejadas sino también agrestes, en medio de grandes
accidentes geográficos, muchas veces en valles pequeños, unos muy distintos de
otros en altura, clima y cultura. De ahí, la gran biodiversidad que nos caracteriza
como país. En un mundo económico en el que la competencia se realiza a menudo
en base a "economías de escala", esto es, al abaratamiento por aumentos en el
volumen de la producción de las empresas, desde muchas regiones del Perú es
necesario pensar las tecnologías adecuadas de otra manera que la usual en el
extranjero o en las grandes ciudades. Como la distancia, la megadiversidad que
caracteriza al Perú también tiene su precio en términos económicos, a no ser que se
la convierta en una aliada. Buena parte de la tecnología pensada para operar al
nivel del mar y para grandes volúmenes de producción sirve de poco en muchas
de las regiones del país. Por eso resulta necesaria una tecnología correspondiente a
la biodiversidad existente, no la que correspondería a las explotaciones de la
pampa argentina. "Producir poco de muchas cosas y no mucho de pocas cosas"
puede ser una segunda consigna en muchas de las regiones del país.

Pero a lo señalado hace falta añadir un punto. Producir en poca cantidad y vivir
bien supone que lo poco que se produce sea de alta calidad para que su precio
permita vivir adecuadamente a la familia productora. Producir poco y malo es
pobreza. Los gobiernos de todos los niveles y la cooperación internacional deben
aumentar su aporte a la adaptación de la tecnología a las condiciones de las
regiones del país. Una relación mayor entre CONCYTEC y los gobiernos
regionales y locales facilitaría una rápida selección y adopción de tecnologías
apropiadas, propias y ajenas, a esas condiciones geográficas y a las exigencias de
calidad.
Trataremos en otra oportunidad otros aspectos del problema como los
medioambientales, los educacionales y los poblacionales.
¿Sierra exportadora o desarrollar la sierra?
José Oscátegui, Profesor PUCP

El programa Sierra Exportadora (SE) fue lanzado durante la campaña electoral


pasada como la respuesta aprista al atraso secular de nuestra Sierra. La idea que
guía a este programa es que la Sierra ha permanecido marginada del proceso de
globalización.1
El actual Presidente de la República sostenía que el problema del cultivo con lluvia
no era un problema y que la misma hectárea “sembrada con páprika o con
arvejas...le daría tres o cinco veces mas ingresos al propietario” que si lo sembrara
con papa u oca. La páprika, por supuesto, para exportación. La distancia y los
malos caminos tampoco eran un problema, pues, decía, que si los productos se
procesaban tendrían un valor mayor y el costo de transporte no importaría mucho:
“ a pesar de los malos caminos, permitiría su circulación y exportación”. El
problema del minifundio tampoco era tal, pues bastaría que el crédito concedido
por el Banco Agrario “se dé a condición de que los campesinos se asocien con un
solo producto y con una sola tecnología...” para que el ingreso se triplicara.
La sierra, afirmaba el candidato, tiene un destino exportador, y los campesinos
minifundistas pueden triplicar o quintuplicar sus ingresos, y la pobreza puede
desaparecer de esa región, y eso no era ni caro ni complicado. ¿Cómo?.
Exportando, por supuesto. El folleto SE señalaba que, para el período 2006-2011,
existían veinte (20) productos “que podría producir nuestra sierra para vender al
extranjero”. Entre estos, la páprika, la oca, la quinua, la kiwicha, etc, además de las
truchas, la palta y la papa procesada....solo que estos tres últimos ya se estaban
exportando. ¿Cuál era el costo de esta quintuplicación o, en el peor de los casos,
triplicación de los ingresos de los campesinos serranos que ofrecía el candidato?:
“Para financiar el plan SE de 150,000 hectáreas se necesitaría un total de US$ 102
millones de crédito revolvente efectivo para los 5 años calculando las
amortizaciones e intereses”. En un país como el nuestro donde se piden óbolos por
US$ 500 millones cuando podrían cobrarse legalmente regalías por US$ 1500
millones por lo menos, esos US$ 102 millones parecen poca cosa.
El candidato no consideraba que la producción agrícola para exportación no es una
producción artesanal, pues el comprador desea obtener la misma calidad de
producto año tras año, lo que es imposible cuando el riego depende de las lluvias.
En el fervor de la campaña olvidó que la producción agrícola de exportación es
producción industrial, es la industria instalada en el campo, con riego regulado y
constante producto de inversiones que sobrepasan largamente los US$ 102
millones. La producción de exportación requiere de abundante infraestructura, es
decir, abundante inversión que actualmente es inexistente en el campo serrano.
Una publicación recientísima llamada Plan Estratégico Sierra Exportadora,
suponemos de la Presidencia del Consejo de Ministros pues a esa dependencia
pertenece el programa Sierra Exportadora, nos indica que los “programas
productivos priorizados” son los siguientes: a)el de la trucha, b)el de la palta, c)el
de la papa procesada, d)el programa forestal, e)el programa de la canola y
biocombustible, f)el programa de pastos y ganadería. ¿Y los campesinos pobres?
¿Y la oca y la quiwicha?¿Y la quinua, la cochinilla, el orégano, etc.? ¿Y la papa en
general?
Todo nos indica que SE no resolverá la pobreza serrana. Para desarrollar la sierra
necesitamos hacer que el espacio serrano sea un espacio económico integrado, y
que cuente con abundante inversión en infraestructura de parte del Estado.
i

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