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CRISIS ACTUAL DE VALORES. MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD.

Haciendo un intento por precisar conceptualmente los términos ‘modernidad’ y


‘postmodernidad’, podemos afirmar -en principio- que el primero se refiere al
movimiento cultural surgido en Occidente en los siglos XVII y XVIII y persiste (o
no) hasta nuestros días; no confundir con la Edad Moderna (1453-1789), que es un
período histórico al cual no nos estamos refiriendo. El segundo término se vincula a
ciertas manifestaciones culturales contemporáneas aparecidas al promediar el siglo
XX (aproximadamente desde la década del 80), no habiendo acuerdo entre los
autores si en realidad se trata de una continuación de la modernidad, o es un
cambio epocal, o es una moda fugaz e intrascendente.

Lo cierto es que la condición cultural posmoderna aparece paulatinamente como una


reacción crítica hacia el modernismo, no sólo desde el campo filosófico sino también
en los planos económico, político, científico, cultural, etc. Pero no se reduce exclusiva-
mente a una reacción crítica de la modernidad, es más que eso: lo posmoderno implica
el cumplimiento de lo moderno, por lo tanto, no es antimoderno, pues la propia moder-
nidad tendía a producir este final como su destino necesario; la modernidad es responsa-
ble, en su pleno despliegue, de este presente en que se ha desplazado en sus designios.
Lo posmoderno sería el rebasamiento de la modernidad, no su simple negación o inver-
sión. Es la consecuencia de su fracaso.

Ahora bien, ¿ de qué forma ha llegado la humanidad a esta situación actual y cómo se
caracteriza desde el punto de vista descriptivo lo posmoderno ?

Digamos que durante la modernidad el iluminismo (Kant), el positivismo (Comte), el


romanticismo (Hegel) y el marxismo (Marx), fueron las expresiones ideológicas que
contenían las principales convicciones de la época. Ellos postulaban básicamente las si-
guientes ideas:
a) la razón y el progreso histórico llevan al hombre a un creciente desarrollo de su li-
bertad; se confía en la razón como la fuerza transformadora de la sociedad y de la histo-
ria, colocándola en el centro de la escena moderna;
b) la ciencia, la tecnología y la industria proporcionarán bienestar para toda la humani-
dad;
c) la lucha de los trabajadores nos llevará a una sociedad sin clases.

Estas tres ideas fueron grandes relatos o utopías en los que tenía confianza la moderni-
dad. Cuando el paso del tiempo demostró que la razón no nos hace más libres (ej. En //
nombre de la razón se mutilaron y sometieron pueblos durante la Primera y Segunda //
Guerra Mundial, Guerra Civil Española, Guerra de Corea, Guerra de Vietnam, Guerra
Fría, Crisis en Medio Oriente, Guerra del Golfo, etc.); que la ciencia no nos hace más fe-
lices (ej. Carrera armamentista, manipulación genética, clonación humana, contamina-
ción de las aguas, agujero en la capa de ozono, cataclismo nuclear, armas químicas y
bacteriológicas, deforestación indiscriminada, polución atmosférica, deshumanización y
desigualdad que genera el desarrollo tecnológico, etc.); y que las diferencias sociales
-lejos de superarse- se agudizan (ej. Argentina actual, Países centrales-Países periféricos,
etc.), las utopías murieron (según afirman algunos) y, con esa muerte vino la muerte de
estos proyectos de la modernidad o grandes relatos. La desilusión de los ideales moder-
nos ha dejado un vacío en la humanidad que es llenado por el pesimismo, el desinterés,
el descreimiento, la desconfianza, el escepticismo, que son propios del hombre posmo-
derno, y lo conducen finalmente hacia un proceso de creciente aislamiento.
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Podríamos caracterizar la posmodernidad de la siguiente manera:

1. El sujeto posmoderno se despersonaliza, y se reduce a un individuo no portador de


valores éticos (“todo vale”, “todo depende”, “todo bien”, son expresiones que usamos y
oímos constantemente y que nos muestran un vacío moral que se materializa en convic-
ciones sin firmeza y con marcado relativismo).

2. Se desvalorizan todos los ideales y expectativas; hay una gran falta de confianza en el
futuro, todo tiene que ser ya (delivery, fast food), no hay proyectos a largo plazo, se
privilegia lo efímero.

3. El ‘otro’ se convierte en oponente, surgiendo la competencia y el individualismo ego-


ísta; se pierde el sentimiento de solidaridad (“sálvese quien pueda”).

4. Es una época de narcisismo cool, en que todas las relaciones son tibias y descompro-
metidas, donde se impone el goce del instante evitando lo displacentero y el dolor; por
ello se establecen relaciones interpersonales breves y sin vinculación afectiva profunda.
Las parejas no aman, sólo comparten su egoísmo.

5. Abandono de la verdad por adhesión a la eficacia.

6. Legitimación de la ciencia por su valor pragmático y no por lo epistémico.

7. Mientras la cultura moderna instaba al sujeto a trascender por lo espiritual, la posmo-


derna es cuerpo y apariencia (surgen las dietas, los gimnasios, las cirugías estéticas, apa-
recen la anorexia y la bulimia); el reto es vivir permanentemente como jóvenes, cuidan-
do el detalle del propio cuerpo. La felicidad es entendida a la medida del cuerpo: placer
sensorial, hedonismo, sexualidad libre; la felicidad como un estado de ausencia de ten-
siones que se mide en relación al consumo, al dinero y al poder. No se ahorra, se vive a
crédito, pues no se admiten sacrificios como en la modernidad.

8. El hombre se ve cada vez más lejos de poder incidir con sus acciones en el curso de la
historia. Experimenta la sensación de que los acontecimientos se han vuelto independi-
entes respecto de sus actos, y que lo que cada hombre puede hacer es demasiado poco,
de ahí se explica su falta de compromiso ideológico-político y acriticidad. Su pensami-
ento es quebradizo y permisivo (cultura light). Su preocupación es el aburrimiento.

9. Como consecuencia de lo anterior, se deriva la existencia de un hombre autómata, ///


enajenado, en que las cosas gobiernan a los hombres y no a la inversa; él se arrodilla an-
te la obra de sus propias manos (ej. Lo que consumimos está determinado más por frases
publicitarias que por nuestras verdaderas necesidades, nuestros paladares, nuestros ojos
o nuestros oídos).

10. La sociedad en sí misma se torna adolescente. El modelo adulto se desdibuja y deja


de ser el ideal social a alcanzar por el joven. Ahora el adulto se preocupa por parecer lo
más joven posible. Si antes se hacía silencio para escuchar al abuelo, ahora el adolescen-
te pasa a ser el centro e ideal a imitar (lo fundamental es “ser simpático”, “seductor” y
tener “buen humor”).

11. Es una época producida y dominada por la cultura de los medios masivos de comu-
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nicación (mass-media); se intenta instalar una cultura del espectáculo donde la finalidad
pareciera ser llenar bien los ojos para vaciar las cabezas.

12. El hombre es seducido por el zapping; la velocidad, intensidad, multiplicación fre-


cuencial de los estímulos, superan lo imaginable (ej. Video-clips, video-games, música
tecno o marcha). El sujeto pasa a ser una terminal de pantalla, está bombardeado
ininterrumpidamente por un ritmo que vacía toda interioridad subjetiva, desarma
cualquier identidad que se pudiera sostener más allá de la excitación permanente.

13. Los intelectuales son reemplazados cada vez más por publicistas, comunicadores y
periodistas en la producción social de opinión, lo que lleva al abandono del espacio del
conocimiento como fundamento de los discursos sociales, en una época que descree de
todo fundamento.

14. El desafío y rechazo a la autoridad y la transgresión a los límites legales llega a


extremos sorprendentes (ej. Agresión física del alumno a la maestra; abuso de piquetes
en rutas; asaltos con toma de rehenes imponiendo condiciones; violaciones reiteradas
del horario de protección al menor en T.V., etc.).

15. La institución escolar entra en crisis al ser ésta plenamente moderna y la situación
cultural actual no, ha dejado de serlo. Existe una fuerte inadecuación de lo escolar a las
condiciones culturales específicas del momento. La escuela, empobrecida material y
simbólicamente, no sabe cómo hacer para que su oferta sea más atractiva que la de la
cultura audiovisual.

₪ Trabajo elaborado sobre la base de la siguiente selección y adaptación de textos:


* El hombre light, E. Rojas.
* Qué es la posmodernidad ?, Esther Díaz.
* Escenas de la vida posmoderna, Beatriz Sarlo.
* Los contenidos de la reforma..., Zulema Paredes-Carlos Massa.
* Crítica de las razones de educar, Carlos A. Cullen.
* Modernidad, posmodernidad, educación, Roberto A. Follari.
* El fin de la modernidad, Gianni Vattimo.
* La posmodernidad explicada a los niños, J.F. Lyotard.
* La era del vacío, Gilles Lipovetzky.
* La condición humana actual, Erich Fromm.

Prof. Luis Horacio Isabel


E-mail: luishora5@hotmail.com
La Plata

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