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Mabel Nieto
Vamos a centrarnos ahora sobre el aspecto práctico del sexo tantrico, sus prado requerido y
sus ejercicios fundamentales.
Para ser exactos, el sexo tantrique está, fundamentalmente, una actitud interior frente al
sexo que proviene de la filosofía tantrique. La versión de estas prácticas que ha sido
observada más es su aspecto físico: cómo por estas prácticas aprendemos a retener el
éjaculation, proporcionándoles más placer a ambos compañeros, porque esto da más tiempo
al placer de la mujer, generalmente más larga a alcanzar el orgasmo.
Aunque el tantrisme tuviera numerosas ramificaciones, en las cuales es posible encontrar
ritos orgiasticos o prácticas para energetizar el negativo - digámoslo así - lo que se
transparentó durante estos siglos de prácticas secretas no sólo es tres positivo pero igual en
adecuación perfecta con las parejas actuales.
El tantra transmute la energía de hacer ser de allí. Así como lo dijimos hablando del mito
del Andrógino, esta filosofía se añade a todas las que utilizan la energía del sexo con vistas
al despertar o con vistas a la iluminación espiritual.
Colocar no lejos de las bebidas como el vino y del alimento, principalmente los frutos como
los higos, la uva, las granadas, las cerezas, las fresas etc y dar de comer al compañero, del
tiempo a otros, entre los juegos amorosos. Esto tiene para finalidad de sensibilizar otros
sentidos de nuestro cuerpo, el gusto, la vista, el olfato, el oído por medio de juegos que nos
hacen cada vez más sensibles al placer.
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Divertirse y se desinhiberse haciendo el animal, haciendo idioteces y payasadas sexuales,
por los juegos, la risa, etc.
El baile, así como lo vimos por otro lado es un recurso de gran valor para despertar la
energía, constituye un estimulante erótico que dispone de nosotros para placeres más
grandes todavía.
Acariciar nuestro sexo y guiar la mano de nuestro compañero allí dónde esto nosotros plait,
señalándole también cómo y de qué manera, ayudará mucho a conseguir todo esto una
relación satisfactoria.
Adquirir un cierto control sobre nuestros genitales, ejerciendo los músculos de las nalgas,
aumentar el flujo sanguíneo en la zona genital, revitaliza los tejidos, los tonifica y los
fortifica; esto se intensifica tanto de la respuesta sexual sin que el proceso deje de estar bajo
control en el corazón de la atmósfera orgiaca.
Asimilar el placer utilizando la masturbación como un tipo de ejercicio que nos ayuda a
enterarnos cómo no ha precipitarse el orgasmo. Ungir nuestro sexo de aceite sagrado,
tomando nuestro tiempo para apreciar las sensaciones sexuales. A medida que el cuerpo se
excita, nos relajamos y respiramos profundamente y regularmente. El hombre evita
eyacular porque se considera esto una pérdida de energía vital.
Son allí, grosso modo, los ejercicios más elementales del sexo tantrique, cuando se lo
contempla desde el punto de vista de la intensificación del placer. Lo que es indispensable
en esta disciplina, es tener una actitud de respeto, un informe sano al sexo y por supuesto,
es preferible, una postura auténtica en práctica de los ejercicios, siguiendo paso a paso la
disciplina, siendo guiada por una buena inteligencia del sujeto.