Professional Documents
Culture Documents
La Labor de Parto
Capítulo 5: La Labor de Parto
¿QUE PUEDE HACER LA MADRE PARA DISMINUIR LAS PROBABILIDADES DE UNA CESAREA?
1. Asista religiosamente a las consultas prenatales.
2. Mantenga una nutrición excelente durante el embarazo.
3. Tome un curso de preparación para el parto.
4. Comunique a su médico su deseo personal, como “la no intervención a amenos que sea médicamente indicado.
52
5.4 Inicio de la Labor de Parto
¿Cuando empieza La Labor?
53
5.6 Posiciones para el Parto
Su posición durante la labor puede afectar dos cosas muy importantes:
1. La primera es que puede redistribuir el peso de la cabeza de su bebé en su pelvis o baja espalda y mejorar
su habilidad para soportar el dolor causado por las contracciones.
2. La segunda ventaja del cambio de posición durante la labor es que, cuando se usan posiciones más
amigas de la gravedad, la labor puede progresar con menos impedimento.
Entonces:
9 Cambie de posición con frecuencia
9 Procure no apoyarse sobre la espalda
9 Camine o manténgase de pie
9 Siéntese, póngase de cuclillas, arrodíllese póngase de gatas
9 Siéntese en el inodoro, siéntese o párese bajo la ducha
9 Apóyese en su acompañante
9 Apóyese en el pared
9 Use almohadas para incorporarse
9 Exprese la tensión a través del movimiento de una mecedora
9 Siéntese al revés de una silla sin brazos
9 Rote su pelvis hacia abajo en lugar de acentuar la curva inferior de su espalda, practique estas
posiciones antes de la labor.
54
Las técnicas de respiración aprendidas en su Sin embargo, para que estas técnicas sean más efectivas
curso prenatal le sirven de: recomendamos:
1. Oxigenar su cuerpo y el de su bebé. 9 Practicarlas a menudo antes de la labor.
2. Relajar sus músculos para que el 9 Practicar en equipo.
oxígeno pueda beneficiar a su útero, el 9 Utilizar otras formas de distracción como los puntos focales,
músculo que más lo necesita en ese contar respiraciones o el masaje suave.
momento. 9 Relajarse totalmente, como si tratara de dormir, entre
3. Distraer su mente de las sensaciones contracción y contracción, con el fin de reaprovisionarse a
físicas. sí misma.
9 Haga que su acompañante cuente respiraciones en voz
alta.
9 Pida que se le avise a medio camino de la contracción
(cuando ya lleva 30 segundos).
9 Recuerde que entre más despacio y más profundo respire,
más relajado estará.
9 Tome una respiración profunda y forzada al inicio de la
contracción para señalar una respuesta relajada y
destensar sus hombros, descargar la tensión acumulada y
aflojar los músculos tensos.
55
REPETIR AFIRMACIONES TALES COMO:
56
Avise a su doctor si presenta alguno
de los siguientes síntomas:
1. Sangrado vaginal.
2. Vómitos frecuentes.
3. Aumento repentino en la frecuencia de orinar o una
sensación de ardor al orinar, o bien, una reducción
notable de dicha frecuencia.
4. Fiebre o escalofríos.
5. Aumento desmesurado de peso (más de 5 libres por
semana).
6. Hinchazón en todo el cuerpo, sobre todo en la cara y
manos.
7. Dolores abdominales.
8. Cualquier flujo de líquidos por la vagina (ya sea lento o
abrupto.
9. Lesiones en el área genital.
10. Diarrea aguda.
11. Disminución o desaparición de movimientos del feto
durante un lapso de 6 horas.
5.7 Respiración durante el Parto
Saber respirar adecuadamente asegura una buena oxigenación del organismo de la madre
y el niño en los momentos de mayor esfuerzo del parto y ayuda a afrontar el dolor 1 .
El dolor durante el parto se produce por causas físicas, químicas y psicológicas. Las
contracciones provocan una gran distensión del útero para que el bebé pueda salir y esto,
lógicamente, duele. Esas contracciones están estimuladas por la oxitocina, una hormona
indispensable para desencadenar el parto, que las hace más intensas.
El estado de ánimo de la mujer tiene una enorme trascendencia en el desarrollo del parto. Si está
muy nerviosa, los músculos se tensan y comprimen los vasos sanguíneos y el feto recibe menos
oxígeno. Pero si está relajada y respira lenta y rítmicamente, el aporte de oxígeno al feto es mayor,
el trabajo de los músculos resulta más efectivo y el parto dura menos.
En los cursos de preparación al parto se enseña a las futuras mamás diversas técnicas de
respiración que no eliminan el lógico miedo de la mujer pero ayuda a amortiguarlo o, al menos,
facilita un mayor control de la situación.
Durante la dilatación: Es muy importante saber hacer la respiración profunda o abdominal.
Consiste en hinchar la tripa cogiendo el aire por la nariz e ir “metiéndola” a medida que se
suelta por la boca. Esta respiración debe hacerse siempre que vaya a venir una contracción, ya
que durante el tiempo que dure, la aportación de oxígeno al feto disminuye mucho. Entre
contracción y contracción es fundamental descansar y recuperar una respiración normal para
no consumir demasiada energía. Cuando las contracciones empiecen a ser algo molestas,
conviene realizar una respiración más consciente y profunda, sin forzar demasiado. Para
vaciar bien los pulmones, la expulsión del aire debe ser lenta, como si la mujer tuviera una
vela delante y quisiera mover la llama antes de apagarla. En el momento en que los espasmos
empiecen a ser fuertes hay que coger aire por la nariz en un tiempo y soltarlo soplando en
cuatro. Cuando aparezcan las últimas contracciones de la dilatación (antes de la expulsión del
feto), que suelen ser mucho más intensas que las primeras, lo mas recomendable es coger el
aire en un tiempo y soltarlo en otro.
Durante el periodo expulsivo: Siempre hay que seguir las instrucciones del profesional que
atienda el parto, que será quien diga en qué momento es conveniente empujar. De todos
modos, en las clases de preparación al parto se enseña a la embarazada (y a su pareja sí
acude) algunas técnicas de relajación y de respiración. Hay una regla básica: se coge aire con
fuerza y se retiene en los pulmones mientras se realiza el pujo (empujar). Además, hay que
saber que no se debe hacer fuerza con el cuello, sino con el abdomen, en un esfuerzo similar
al que se lleva a cabo cuando se va al baño. También es importante no estirar el cuello hacia
atrás al empujar, sino bajar la barbilla hasta el esternón, curvando la espalda y haciendo
fuerza con la tripa. En una misma contracción habrá que realizar dos o tres pujos, con lo que
la madre tendrá que coger aire varias veces. Entre pujo y pujo conviene respirar
profundamente. La respiración de jadeo (inspirar y soplar por la boca) hay que reservarla
solamente para cuando se tengan ganas de empujar y la matrona indique que aún no se debe
hacer.
1
Fuente: http://mujer.terra.es/muj/articulo/html/mu24885.htm
58
59
60
5.8 Dilatación de Cuello del Útero o Matriz 2
Durante la primera fase del parto se produce la dilatación del cuello del útero en tres fases:
• Fase latente o temprana
• Fase activa
• Fase de transición
Fase activa
El cuello del útero se dilata entre 4 y 8 centímetros. Las contracciones se producen cada 3 minutos y son
más intensas. Esta es la fase generalmente más molesta del proceso.
Fase de Transición
Se produce la dilatación total del cérvix hasta los 10 centímetros. Las contracciones se repiten cada 2 ó 3
minutos con una duración de 1 minuto. Esta última fase de la dilatación es muy cansada porque la intensidad
de las contracciones aumenta. Los últimos centímetros de dilatación se suelen producir en un espacio de
tiempo muy breve. En ocasiones, la mujer puede sentir mareos, náuseas, ganas de evacuar, dolor en el recto
y calambres en los glúteos.
Para controlar las ganas de empujar en esta fase, la mujer debe practicar la respiración de jadeo.
También puede utilizar otras técnicas de respiración o relajación para controlar el dolor cada vez más intenso
de las contracciones, siempre que no se le haya administrado analgesia epidural.
En la siguiente página, se muestra con círculos, la dimensión de la dilatación del cuello del útero.
61
2 cm
4 cm
El trabajo
5 cm
está
Las contracciones
establecido
han llegado a su
intensidad máxima,
pero se harán más
largas y frecuentes.
6 cm
Es posible que
empiece a sentir 8 cm
presión o una Las contracciones si son
sensación de calor más largas, vienen cada
durante las dos minutos. Las cimas
contracciones, siente ocurren pronto, son
el impulso de pujar. largas. Se siente mucha
presión vaginal. Usar
técnica de jadeo Soplo
Pant Blow.
10 cm
La dilatación está completa.
Ahora puede empujar al bebé.
No sentirá presión. Ahora
causada por el bebé.
62
5.8.1 Expulsivo
Una vez que la dilatación ha terminado, la mujer comienza a empujar
durante las contracciones, cuya frecuencia se ha reducido. Si no se le ha
administrado anestesia epidural, la mujer sentirá unos enormes deseos de empujar
debido a la presión que ejerce la cabeza del bebé sobre la pelvis.
Este periodo puede durar un par de horas, durante las cuales el feto va
pasando, primero por la pelvis y después por el canal del parto, hasta que asoma
la cabeza al exterior. Se dice entonces que la cabeza del bebé ha coronado.
Es entonces cuando el médico suele practicar la episiotomía, una pequeña incisión en la zona del
periné, entre el recto y la vagina, que permite que el feto salga sin producir desgarros en el organismo de la
madre. La incisión puede ser media o central, es decir, desde el final de la vagina hasta cerca del ano. Lo más
habitual es que el asistente al parto, el médico o la matrona, opte por una episiotomía medio lateral de 2 ó 3
centímetros desde la vulva hacia un lado u otro del periné.
Momentos antes de la expulsión del feto, se produce un abultamiento de la zona del ano y del periné. Es
la cabeza del bebé que está a punto de coronar. Para evitar una distensión excesiva que pueda desgarrar los
tejidos de esa zona, el médico debe proteger activamente el ángulo extremo inferior de la episiotomía,
generalmente con una mano.
La cabeza del niño suele mirar hacia el suelo, aunque gira casi de inmediato para permitir la salida del
resto del cuerpo. En ese momento el médico o la comadrona limpian la nariz y la boca del bebé para despejar
líquido que pudiera tener.
Normalmente con la siguiente contracción salen los hombros del niño y el resto del cuerpo. A
continuación se pinza el cordón umbilical en dos puntos y se corta en medio de ambos. El recién nacido ya
puede respirar por sí mismo. El médico coloca al bebé encima de la madre.
Las contracciones son menos dolorosas que en la expulsión del bebé. Muchas
mujeres se sienten destempladas y con temblores después. Es una sensación que
dura alrededor de media hora.
Una vez que el bebé ha salido del vientre de la madre, pasan entre 5 y 30
minutos hasta que son expulsados mediante contracciones la placenta y los
anexos fetales, es decir, el resto del cordón umbilical y las membranas que han
envuelto al feto durante la gestación. La matrona realiza un suave masaje sobre el fondo del útero para
facilitar la expulsión. En ocasiones, el médico tira suavemente del cordón umbilical mientras presiona
ligeramente el abdomen de la mujer para ayudar a extraer la placenta.
El ginecólogo comprueba entonces que la placenta está completa y que se han expulsado todos
los tejidos. A continuación se procede a suturar la herida de la episiotomía o cualquier clase de
desgarramiento que se haya producido durante el parto.
63