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• Sentir a los herman@s

de la comunidad
cristiana como personas
que me pertenecen

• Dar espacio al herman@


para que pueda decirse.

• Escuchar lo que hay de


positivo en ellas, y
acogerlo como regalo de
Dios.

• Compartir sus alegrías y


sufrimientos, intuir sus
deseos y atender a sus
necesidades.
Nuestra verdad más honda es
que somos herman@s;
“uno solo es vuestro Padre y
todos vosotros sois hermanos”
(Mt 23,8).

Que seamos herman@s es un


don, pero con la ayuda del
Espíritu Santo tenemos que
convertirlo en tarea. ¡Abba!

El rostro del Padre no es de


unos o de otros, es de tod@s
“Hace salir su sol sobre malos
y buenos, y llover sobre justos
e injustos” (Mt 5,45).

La fraternidad es el traje de
fiesta que nos ponemos para
acercarnos al Padre de tod@s

Decir hoy y siempre “Padre


nuestro”
es una provocación
permanente para todos los que
van a lo suyo
• Comienza a ser de día
cuando al mirar el
rostro de cualquier ser
humano, tú
reconozcas a tu
hermano o a tu
hermana.

• Hasta que no llegue


ese momento, seguirá
Testimonios bíblicos
• El fariseo acudió a Dios
solo, sin los demás. Se fue
a casa de vacío (Lc 18, 9-
14)

• El publicano presentó su
verdad. Dios acogió su
pobreza

• Si nos asomamos al
corazón de María en el
Magníficat, está lleno de
nombres y lleno de Dios (Lc
1,46-56).
• “No soy como ese”. Sin
comparamos ni medirnos unos con
otros.

• Redescubrir los dones, las


habilidades, las cualidades que
Dios nos dio para ponerlas al
servicio de todos.

• Aprender a querernos tal cual


somos, pero sin creernos mejores
que los demás.

• Ser coherentes en las palabras, en


los sentimientos y en los gestos de
vida.

• Es bueno estar con el Señor a


solas, pero es mejor ir con el Señor
a atender a quien nos necesita en
el camino.
Hay que aprender a:

• ver al otro con ojos


nuevos, con un
misterio dentro.

• cultivar la
espiritualidad de la
comunión.

• No basta con hacer


cosas buenas. Hay
que hacerlas juntos.

• Trabajar en lo mismo
desde varios dones,
para dar esperanza.
A ver si somos capaces de hacer de la Iglesia la
casa y la escuela de la comunión donde:

se promueva la espiritualidad de la comunión como


principio educativo allí donde se forman las personas.

se enseñe a ver a cada persona con el misterio de Dios


dentro, como un don.

cada ser humano tenga sitio, palabra y tarea.

sean posibles la escucha y el diálogo, como nuevos


nombres de la caridad.

se cultiven y se amplíen día a día las estructuras de


comunión.
• Acogida:
En un mundo donde hay muchos
excluidos.
• Amistad:
En tiempos de relaciones
apresuradas.
• Gratuidad:
Cuando todo el mundo es un
mercado, y todo se compra y se
vende.
• Motivación:
Cuando la necesidad de orar es un
signo de los tiempos.
• El lenguaje de las obras
habla más que el de las palabras.
• Ofrecer experiencias de oración,
donde se descubre el milagro del

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