JUDIT Y HOLOFERNES

ARTEMISIA GENTILLESCHI

b) Características de la arquitectura y/o escultura

c) En la pintura que nos ocupa, Artemisia presenta el momento culminante de la historia de Judit y Holofernes.
Aparece Judit con una espada en su mano derecha con la que se dispone a cortar la cabeza de Holofernes. Con
su mano izquierda le sujeta la cabeza para inmovilizarlo e impedir que intente moverse o escaparse. Este gesto
muestra la determinación de Judit hacia su oponente al que dirige una mirada impasible, fría mostrándose casi
indiferente ante el hecho trágico.
Él aparece acostado y se desploma hacia el espectador de manera que su rostro se encuentra en un primer plano
y frente al observador. Hay, por otra parte, un tercer personaje que está ayudando a Judit. Se trata de Abra, la
sirvienta de Judit que también participa en la decapitación. Ésta sujeta el cuerpo de Holofernes y en su rostro
(como sucedía con el de Judit) no encontramos expresión alguna de desesperación o de tensión. Estas tres
figuras se recortan sobre un fondo oscuro y están colocadas en un espacio estrecho, opresivo e iluminado por
una luz artificial.
• En resumen, la obra se estructura a partir de un triángulo en el que las cabezas de los personajes ocupan los
vértices del mismo. El vértice ocupado por la cabeza de Holofernes es un punto esencial porque a él van a parar
las principales líneas compositivas de la pintura. Por ejemplo, el brazo izquierdo de Judit es una línea diagonal
que acaba en la cabeza de la víctima. El otro brazo de ella va a parar al mismo punto y, por supuesto, los brazos
de la criada también se dirigen hacia ese punto. Por otra parte, la utilización de líneas diagonales genera
dinamismo, inestabilidad y movimiento, rasgo tipicamente barroco.
• En cuanto a otros aspectos técnicos, nos encontramos ante una pintura al óleo sobre tela cuyas dimensiones son
1,99 por 1,62.
• Una cuestión técnica destacable es el tratamiento de la luz. Los rasgos propios del tenebrismo se encuentran
presentes en esta obra. Un foco de luz ilumina la escena desde la izquierda iluminando partes de la anatomía de
los tres personajes. Destaca el brillo de la piel de los tres personajes que refleja la luz con intensidad y que
contrasta con la oscuridad del fondo. La parte derecha del rostro de Judit se ilumina con potencia mientras que la
otra mitad del rostro se encuentra en una zona de penumbra. También hemos de destacar el brillo del blanco de
las sábanas sobre las que incide la luz, especialmente en la parte derecha de la pintura.
• Por otro lado, Artemisia fue una pintora que dominó el color. Encontramos la utilización de colores muy vivos. Hay
que destacar el contraste entre el rojo, el azul y el blanco. El rojo del vestido de la criada y las manchas de
sangre, el azul del de Judit y el blanco de las sábanas. Las manchas rojas de sangre que tiñen las sábanas
blancas producen un contraste cromático que potencia el dramatismo de la escena. La teatralidad, la intensidad y
las escenas cargadas de tensión son propias de la pintura barroca.
• d) Por lo que respecta a la iconografía, la historia de Judit y Holofernes se recoge en los Evangelios Apócrifos. Estos
Evangelios no son aceptados por la Iglesia y por tanto esta historia no aparece en los Evangelios Canónicos.
En esta narración se nos explica que el ejército sirio estaba asediando la ciudad de Betulia, ciudad donde vivía Judit. La
situación llegó a un punto crítico y cuando los habitantes estaban a punto de rendirse, Judit elaboró un plan para salvar a su
pueblo. Se dirigió al campamento sirio con el objetivo de presentarse como una desertora y de sumarse a las fuerzas del
que hasta entonces había sido su enemigo. Esta estrategia le permite llegar al general de las tropas sirias, Holofernes. Éste
queda cautivado por Judit y organiza un banquete en su honor en su propia tienda. Después de la cena, cuando el general
estaba totalmente bebido, Judit aprovecha para cortarle la cabeza y la esconde dentro de un saco que había preparado su
sirvienta Abra. Al día siguiente, al conocer la noticia, los sirios huyen de modo que Judit consigue salvar a su pueblo.
• La obra muestra, pues, el momento culminante, el momento de máxima tensión de esta historia, cuando Judit degolla a
Holofernes con la ayuda de su sirvienta.
• Judit es una heroína judía, de hecho su propio nombre quiere decir “judía”. Ella representa al pueblo de Israel y ella se
convierte en la salvadora del mismo. La ciudad de Betulia, por otra parte, es un enclave desconocido para los geógrafos e
historiadores. El nombre, por otra parte, quiere decir en hebreo “la casa de Dios” por lo que probablemente se trata de un
lugar simbólico,
• Tradicionalmente en esta historia los pintores representaban a la criada como una mujer mayor que no participaba en la
acción pero Artemisia pinta a la sirvienta como una mujer joven que participa activamente en la matanza y que ayuda
decididamente a Judit.
• Impresiona la violencia de la escena que se representa. Ha sido interpretada en clave psicológica y psicoanalítica, como un
deseo de venganza respecto a la violencia que ella había sufrido.
• Las dos mujeres no expresan ningún signo de compasión en sus rostros. Su expresión es impasible, su superioridad física,
evidente y su frialdad emocional igualmente palpable. Algunos han relacionado estas actitudes y esta situación con el
trágico episodio que sufrió la propia pintora en su juventud de tal manera que pintar esta obra fue un acto de liberación para
la artista y al mismo tiempo una “venganza plástica” para la autora.
• El tema de Judit y Holofernes fue frecuente en la pintura barroca por la preferencia de escenas dramáticas y cargadas de
tensión. Además simbolizaba la muerte de la tiranía por la actuación y la iniciativa de los oprimidos. Lo que no era tan
frecuente era el tratamiento tan crudo de esta escena y mucho menos que fuera una mujer la que lo hiciera. Hay que
remarcar también que en la obra de la pintora se observa un fuerte y acentuado realismo que sigue la misma tendencia
iniciada por Caravaggio. Artemisia fue muy apreciada como retratista y también realizó abundantes cuadros protagonizados
por mujeres en los que la acción y la valentía se ponen claramente de manifiesto. Fueron muy destacados los cuadros en
los que presentó a heroínas bíblicas (como en este caso) a las que solía prestar sus propios rasgos faciales. La pintora
presenta, sin duda, con estas obras una defensa de la condición femenina.
• En cuanto a la función, el lienzo fue probablemente pintado para Cosimo II de’ Medici y terminado después del regreso de
Artemisia a Roma, después de siete años en Florencia. Se lee en la parte inferior derecha de la obra: “Ergo Artemitia Lomi
Fec.” Debido a su violencia, la obra fue colocada en un “rincón oscuro” de Palacio Pitti y solo después de la muerte de
Cosimo II Artemisia fue pagada por su trabajo, gracias a la ayuda y mediación de su amigo Galileo. El cuadro se encuentra
en la Galería de los Uffizi en Florencia.