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Expediente N° 033-2007-AI/TC
(*) Hurtado Pozo, José. Manual de Derecho Penal. Ed. Grijley, 2005,
Lima.
El Ius Puniendi Limitado
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Expediente N° 033-2007-AI/TC
Expediente N° 010-2002-AI/TC
Expediente N° 010-2002-AI/TC
Expediente N° 1654-2004-AA/TC
• Procedimiento especial
La Potestad Sancionadora en la LPAG
229.2 Las disposiciones contenidas en el presente 229.2 Las disposiciones contenidas en el presente
Capítulo se aplican con carácter supletorio a los Capítulo se aplican con carácter supletorio a todos los
procedimientos establecidos en leyes especiales, las procedimientos establecidos en leyes especiales,
que deberán observar necesariamente los principios de incluyendo los tributarios, los que deben observar
la potestad sancionadora administrativa a que se refiere necesariamente los principios de la potestad
el artículo 230, así como la estructura y garantías sancionadora administrativa a que se refiere el artículo
previstas para el procedimiento administrativo 230, así como la estructura y garantías previstas para el
sancionador. procedimiento administrativo sancionador.
• Autoridades:
▫ El jefe inmediato del presunto infractor.
▫ El jefe de recursos humanos o quien haga sus veces.
▫ El titular de la entidad.
▫ El Tribunal del Servicio Civil.
4. Sobre esta base, este Tribunal, en el Expediente N.º 0010-2002-AI/TC, ha establecido que el
principio de legalidad exige no sólo que por ley se establezcan los delitos, sino también que las
conductas prohibidas estén claramente delimitadas por la ley, prohibiéndose tanto la aplicación por
analogía, como también el uso de cláusulas generales e indeterminadas en la tipificación de las
prohibiciones.
A partir de esta consideración del principio de legalidad y sus implicancias en la estructuración del
derecho penal moderno, este Tribunal también ha establecido, en el Expediente N.° 2050-2002-
AA/TC, que: “(...) que los principios de culpabilidad, legalidad, tipicidad, entre otros, constituyen
principios básicos del derecho sancionador, que no sólo se aplican en el ámbito del derecho penal,
sino también en el del derecho administrativo sancionador (…)”. (Fundamento Jurídico N.º 8).
PRINCIPIO DE LEGALIDAD
SENTENCIA TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL EXP. N.° 2192-2004-AA
/TC
7. Este Tribunal considera que las dos disposiciones invocadas en la resolución que
establece la destitución de sus puestos de trabajo de los recurrentes, son cláusulas de remisión
que requieren, de parte de la administración municipal, el desarrollo de reglamentos
normativos que permitan delimitar el ámbito de actuación de la potestad sancionadora,
debido al grado de indeterminación e imprecisión de las mismas; consecuentemente, la
sanción impuesta sustentada en estas disposiciones genéricas es inconstitucional, por vulnerar
el principio consagrado en el artículo 2,º inciso 24, literal d), de la Constitución, conforme a
los criterios desarrollados en los fundamentos precedentes.
PRINCIPIO DEL DEBIDO PROCEDIMIENTO
• AHORA:
• No se pueden imponer sanciones sin que se
haya tramitado el procedimiento respectivo,
respetando las garantías del debido procedimiento.
5. Tal como ya lo tiene expresado este Tribunal en uniforme y reiterada jurisprudencia, el derecho al
debido proceso tiene un ámbito de proyección sobre cualquier tipo de proceso o procedimiento, sea
éste judicial, administrativo o entre particulares. Así, se ha establecido que el derecho reconocido en el
inciso 3) del artículo 139.° de la Constitución no sólo tiene un espacio de aplicación en el ámbito
"judicial", sino también en el ámbito administrativo" y, en general, como la Corte Interamericana de
Derechos Humanos lo ha sostenido, puede también extenderse a "cualquier órgano del Estado que
ejerza funciones de carácter materialmente jurisdiccional, (el que) tiene la obligación de adoptar
resoluciones apegadas a las garantías del debido proceso legal, en los términos del artículo 8° de la
Convención Americana". (Caso Tribunal Constitucional del Perú, párrafo 71). De igual modo la Corte
Interamericana sostiene –en doctrina que ha hecho suya este Colegiado en la sentencia correspondiente
al Exp. N.º 2050-2002-AA/TC– que "si bien el artículo 8° de la Convención Americana se titula
“Garantías Judiciales”, su aplicación no se limita a los recursos judiciales en sentido estricto, sino al
conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a efectos de que las personas
puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar
sus derechos"(párrafo 69). "(...) Cuando la Convención se refiere al derecho de toda persona a ser
oída por un “juez o tribunal competente” para la “determinación de sus derechos”, esta expresión se
refiere a cualquier autoridad pública, sea administrativa, legislativa o judicial, que a través de sus
resoluciones determine derechos y obligaciones de las personas. (Párrafo 71) [La Corte ha insistido en
estos postulados en los Casos Baena Ricardo, del 2 de febrero de 2001 (Párrafos 124-127),
e Ivcher Bronstein, del 6 de febrero de 2001 (Párrafo 105)]”.
PRINCIPIO DEL DEBIDO PROCEDIMIENTO
SENTENCIA TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL EXP. N.° 02098-2010-PA/TC
5. Tal como ya lo tiene expresado este Tribunal en uniforme y reiterada jurisprudencia, el derecho al
debido proceso tiene un ámbito de proyección sobre cualquier tipo de proceso o procedimiento, sea
éste judicial, administrativo o entre particulares. Así, se ha establecido que el derecho reconocido en el
inciso 3) del artículo 139.° de la Constitución no sólo tiene un espacio de aplicación en el ámbito
"judicial", sino también en el ámbito administrativo" y, en general, como la Corte Interamericana de
Derechos Humanos lo ha sostenido, puede también extenderse a "cualquier órgano del Estado que
ejerza funciones de carácter materialmente jurisdiccional, (el que) tiene la obligación de adoptar
resoluciones apegadas a las garantías del debido proceso legal, en los términos del artículo 8° de la
Convención Americana". (Caso Tribunal Constitucional del Perú, párrafo 71). De igual modo la Corte
Interamericana sostiene –en doctrina que ha hecho suya este Colegiado en la sentencia correspondiente
al Exp. N.º 2050-2002-AA/TC– que "si bien el artículo 8° de la Convención Americana se titula
“Garantías Judiciales”, su aplicación no se limita a los recursos judiciales en sentido estricto, sino al
conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a efectos de que las personas
puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar
sus derechos"(párrafo 69). "(...) Cuando la Convención se refiere al derecho de toda persona a ser
oída por un “juez o tribunal competente” para la “determinación de sus derechos”, esta expresión se
refiere a cualquier autoridad pública, sea administrativa, legislativa o judicial, que a través de sus
resoluciones determine derechos y obligaciones de las personas. (Párrafo 71) [La Corte ha insistido en
estos postulados en los Casos Baena Ricardo, del 2 de febrero de 2001 (Párrafos 124-127),
e Ivcher Bronstein, del 6 de febrero de 2001 (Párrafo 105)]”.
PRINCIPIO DEL DEBIDO PROCEDIMIENTO
SENTENCIA TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL EXP. N.° 02098-2010-PA/TC
§ 4 El derecho a la defensa en el ámbito administrativo sancionador
6. Debe recordarse, correlativamente, que las garantías constitucionales consagradas en el artículo 139°
de la Constitución y en el artículo 4° del Código Procesal Constitucional, son de aplicación, en la
medida en que resulten compatibles con su naturaleza, a los procedimientos administrativos
sancionadores. Entre dichas garantías cabe incluir específicamente el derecho a la defensa, que
proscribe cualquier estado o situación de indefensión; el derecho a conocer los cargos que se formulan
contra el sometido a procedimiento administrativo sancionador; el derecho a no declarar contra sí
mismo; el derecho a la asistencia de letrado o a la autodefensa; el derecho a utilizar los medios de
prueba adecuados para la defensa; el derecho a la última palabra, entre otros.
7. Con respecto del derecho de defensa este Tribunal en reiterada jurisprudencia ha precisado que este
derecho tiene una doble dimensión: una material, referida al derecho del imputado de ejercer su
propia defensa desde el mismo instante en que toma conocimiento de que se le atribuye la comisión
de determinado hecho delictivo; y otra formal, que supone el derecho a una defensa técnica, esto es,
al asesoramiento y patrocinio de un abogado defensor de su elección desde que la persona es citada o
detenida por la autoridad y durante todo el tiempo que dure la investigación preliminar o el proceso
mismo. En ambos casos se garantiza el derecho de no ser postrado a un estado de indefensión en
cualquier etapa del proceso, inclusive, como ya se dijo, en la etapa preliminar. Así, las garantías
mínimas que se exigen en el proceso penal son extrapolables, con matices atendiendo a las propias
circunstancias de cada caso, al proceso administrativo sancionador, sobre todo en lo que respecta al
derecho de defensa (cfr. STC 2050-2002-AA/TC, fundamento 12).
PRINCIPIO DEL DEBIDO PROCEDIMIENTO
SENTENCIA TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL EXP. N.° 01628-2003-AA/TC
Del derecho al debido procedimiento (Principio General)
Según doctrina atinentes, dicho principio tiene tres niveles concurrentes de aplicación, el
primero de los cuales se refiere al debido proceso como derecho al procedimiento
administrativo y supone que: “(…) todos los administrados tiene el derecho a la existencia de
un procedimiento administrativo previo a la producción de las decisiones administrativas que
les conciernan. Correlativamente, la Administración tiene el deber de producir sus decisiones
mediante el cumplimiento de las reglas que conforman el procedimiento. De modo que es
flagrantemente violatorio de este principio la producción de actos administrativos de plano o
sin escuchar a los administrados. No es válido afirmar que con la concurrencia del administrado
luego del acto, recién se iniciará el procedimiento, sino que –por el contrario- desde su origen
mismo debe dar la oportunidad para su participación útil” [comentarios a la Ley del
Procedimiento Administrativo General- Pag 65.] (el resaltado es nuestro).
PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD
• En el Ppo. de Razonabilidad, se incorporan 3
nuevos criterios para la graduación de sanciones:
- El beneficio ilícito resultante por la comisión
de la infracción.
- La probabilidad de detección de la infracción
- La reincidencia, por la comisión de la misma
infracción dentro del plazo de un (1) año
desde que quedó firme la resolución que
sancionó la primera infracción.
PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD
ANTES:
• La comisión de la conducta sancionable no debe resultar más
ventajosa para el infractor que cumplir las normas infringidas o
asumir la sanción.
16. El principio de proporcionalidad ha sido invocado en más de una ocasión por este Tribunal, ya sea para
establecer la legitimidad de los fines de actuación del legislador en relación con los objetivos propuestos por
una determinada norma cuya constitucionalidad se impugna (Exp. N.º 0016-2002-AI/TC), ya sea para
establecer la idoneidad y necesidad de medidas implementadas por el Poder Ejecutivo a través de un Decreto
de Urgencia (Exp. N.º 0008-2003-AI/TC), o también con ocasión de la restricción de derechos
fundamentales en el marco del proceso penal (Exp. N.° 0376-2003-HC/TC). No obstante, este Colegiado no
ha tenido ocasión de desarrollar este principio aplicándolo al control de la potestad sancionadora de la
Administración, ámbito donde precisamente surgió, como control de las potestades discrecionales de la
Administración.
PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD
SENTENCIA TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL EXP. N.° 2192-2004-AA /TC
17. En efecto, es en el seno de la actuación de la Administración donde el principio de proporcionalidad cobra especial
relevancia, debido a los márgenes de discreción con que inevitablemente actúa la Administración para atender las
demandas de una sociedad en constante cambio, pero también, debido a la presencia de cláusulas generales e
indeterminadas como el interés general o el bien común, que deben ser compatibilizados con otras cláusulas o
principios igualmente abiertos a la interpretación, como son los derechos fundamentales o la propia dignidad de las
personas. Como bien nos recuerda López González[1], “En la tensión permanente entre Poder y Libertad que
protagoniza el desenvolvimiento del Derecho Público y por ello también el del Derecho Administrativo, el Estado de
Derecho a través de la consagración que formula el principio de legalidad y de la garantía y protección de los derechos
fundamentales, exige un uso jurídico proporcionado del poder, a fin de satisfacer los intereses generales con la menos
e indispensable restricción de las libertades”.
18. El principio de proporcionalidad, como ya se adelantó, está estructurado por tres subprincipios: de necesidad, de
adecuación y de proporcionalidad en sentido estricto. “De la máxima de proporcionalidad en sentido estricto se sigue
que los principios son mandatos de optimización con relación a las posibilidades jurídicas. En cambio, las máximas de
la necesidad y de la adecuación se siguen del carácter de los principios como mandatos de optimización con relación a
las posibilidades fácticas”[2]. Esto supone que cuando el Tribunal se enfrenta a un caso donde existe conflicto entre dos
principios constitucionales, deberá realizar no sólo un ejercicio argumentativo enjuiciando las disposiciones
constitucionales en conflicto (ponderación), sino también deberá evaluar también todas las posibilidades fácticas
(necesidad, adecuación), a efectos de determinar si, efectivamente, en el plano de los hechos, no existía otra
posibilidad menos lesiva para los derechos en juego que la decisión adoptada.
PRINCIPIO DE TIPICIDAD
• En el Ppo. de Tipicidad, se permite la
tipificación vía Decreto Legislativo, la
prohibición de imposición a los administrados
del cumplimiento de obligaciones sin sustento
normativo; así como, evitar la tipificación de
infracciones con idéntico supuesto de hecho e
idéntico fundamento respecto de delitos o faltas
ya establecidos en la leyes penales o infracciones
ya tipificadas en otras normativas
sancionadoras.
PRINCIPIO DE TIPICIDAD
ANTES:
• Sólo constituyen conductas sancionables
administrativamente las infracciones previstas
expresamente en normas con rango de ley
mediante su tipificación como tales, sin admitir
interpretación extensiva o analogía.
NUEVO!
La responsabilidad administrativa es
subjetiva, salvo los casos en que por
ley o decreto legislativo se disponga
la responsabilidad administrativa
objetiva.
PRINCIPIO NON BIS IN IDEM
SENTENCIA TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL EXP. N.° 2050-2002-AA /TC
El principio del ne bis in idem como contenido del derecho al debido proceso
18. El derecho a no ser enjuiciado dos veces por el mismo hecho, esto es, el principio del ne bis
in idem "procesal", está implícito en el derecho al debido proceso reconocido por el artículo
139°, inciso 3), de la Constitución. Esta condición de contenido implícito de un derecho
expreso, se debe a que, de acuerdo con la IV Disposición Final y Transitoria de la Constitución,
los derechos y libertades fundamentales se aplican e interpretan conforme a los tratados sobre
derechos humanos en los que el Estado peruano sea parte. Y el derecho al debido proceso se
encuentra reconocido en el artículo 8.4° de la Convención Americana de Derechos Humanos,
a tenor del cual:
"(...) Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las garantías
mínimas:
(...)
4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los
mismos hechos".
PRINCIPIO NON BIS IN IDEM
SENTENCIA TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL EXP. N.° 2050-2002-AA /TC
El principio del ne bis in idem como contenido del derecho al debido proceso
19 El principio ne bis in idem tiene una doble configuración: por un lado, una versión sustantiva y, por otro, una
connotación procesal:
a. En su formulación material, el enunciado según el cual, «nadie puede ser castigado dos veces por un mismo
hecho», expresa la imposibilidad de que recaigan dos sanciones sobre el mismo sujeto por una misma infracción,
puesto que tal proceder constituiría un exceso del poder sancionador, contrario a las garantías propias del Estado
de Derecho. Su aplicación, pues, impide que una persona sea sancionada o castigada dos (o más veces) por una
misma infracción cuando exista identidad de sujeto, hecho y fundamento.
El principio del ne bis in idem material tiene conexión con los principios de legalidad y proporcionalidad, ya que
si la exigencia de lex praevia y lex certa que impone el artículo 2°, inciso 24, ordinal d), de la Constitución
obedece, entre otros motivos, —como lo ha expresado este Tribunal en el Caso Encuestas a Boca de Urna, Exp.
N.° 0002-2001-AI/TC, Fund. Jur. N°. 6)— a la necesidad de garantizar a los ciudadanos un conocimiento
anticipado del contenido de la reacción punitiva o sancionadora del Estado ante la eventual comisión de un
hecho antijurídico, tal cometido garantista devendría inútil si ese mismo hecho, y por igual fundamento, pudiese
ser objeto de una nueva sanción, lo que comportaría una punición desproporcionada de la conducta antijurídica.
Por ello, el elemento consistente en la igualdad de fundamento es la clave que define el sentido del principio: no
cabe la doble sanción del mismo sujeto por un mismo hecho cuando la punición se fundamenta en un mismo
contenido injusto, esto es, en la lesión de en un mismo bien jurídico o un mismo interés protegido.
PRINCIPIO NON BIS IN IDEM
SENTENCIA TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL EXP. N.° 2050-2002-AA /TC
El principio del ne bis in idem como contenido del derecho al debido proceso
b. En su vertiente procesal, tal principio significa que «nadie pueda ser juzgado dos veces por los
mismos hechos», es decir, que un mismo hecho no pueda ser objeto de dos procesos distintos o,
si se quiere, que se inicien dos procesos con el mismo objeto. Con ello se impide, por un lado, la
dualidad de procedimientos (por ejemplo, uno de orden administrativo y otro de orden penal) y,
por otro, el inicio de un nuevo proceso en cada uno de esos órdenes jurídicos (dos procesos
administrativos con el mismo objeto, por ejemplo).
Como lo ha expuesto el Tribunal Constitucional de España (STC 47/1981), "(...) El principio nom
bis in idem determina una interdicción de la duplicidad de sanciones administrativas y penales
respecto de unos mismos hechos, pero conduce también a la imposibilidad de que, cuando el
ordenamiento permite una dualidad de procedimientos, y en cada uno de ellos ha de producirse
un enjuiciamiento y una calificación de unos mismos hechos, el enjuiciamiento y la calificación
que en el plano jurídico pueda producirse, se hagan con independencia, si resultan de la
aplicación de normativa diferente, pero que no pueda ocurrir lo mismo en lo que se refiere a la
apreciación de los hechos, pues es claro que unos mismos hechos no pueden existir y dejar de
existir para los órganos del Estado" (cursivas agregadas). Lo que significa que, en el supuesto de
existencia de una dualidad de procedimientos, el órgano administrativo queda inexorablemente
vinculado a lo que en el proceso penal se haya declarado como probado o improbado.
Gracias