Según Urrutia, M. (1939) los trabajadores calificados “tienden a sindicalizarse primero y más eficientemente, y por lo general se organizan a través de sindicatos gremiales”(los primeros sindicatos en Colombia fueron de tipo gremial y reunía grupos de trabajadores altamente calificados), esto obedece a que remplazar un trabajador calificado tarda mucho tiempo por el perfil que estos tienen, en el caso que el empleador decida remplazarlo por una persona que no cuente con el perfil (no calificada) esto le acarrea sobrecostos por el tiempo que tarda la persona en aprender el proceso; de igual forma, dado que por lo general los sindicatos establecen unas normas para el ingreso de cualquier persona al gremio, este puede entrar en huelga si la compañía no cumple dichos lineamientos, limitando así la mano de obra en un oficio lo cual acarrea incremento el salario de este oficio, pues el objetivo de la acción sindical es controlar la oferta laboral y usar la huelga para obtener beneficios económicos Hacia 1930, época del inicio del sindicalismo en Colombia, este no tenía apoyo por parte del gobierno, por el contrario generaban persecución para los trabajadores que trataran de organizar sindicatos, por lo que las huelgas de esa época desencadenaban en conflictos armados entre trabajadores y ejército, siendo el caso de las huelgas hechas por trabajadores no calificados. Sin embargo, las huelgas de los trabajadores calificados si dieron resultado obteniendo mejoras en las condiciones laborales hacia 1919. Hacia 1945, el partido Liberal constitucionalizó los huelguistas por medio de la ley 6°, por lo tanto hasta esta época el sindicalismo cogió fuerza, pues allí surgió la legislación directa en apoyo a la acción sindical para negociar mejores salarios a través de la estrategia del paro; y con la llegada del Liberalismo a la presidencia, la política estatal hacia los sindicatos cambió generándose división con el partido conservador y con el objetivo de mantenerse en el poder, buscó atraer electorado liberal, llevando a este gobierno a promover el sindicatos y apoyarlo informalmente para que fueran aceptados por los empleadores. Antes de esta época los síndicatos eran financiados por el Gobierno y se denominaban “congresos del trabajo” , las huelgas eran cortas y la mayoría ilegales. Antes que surgiera la ley 6, las huelgas más efectivas eran las ilegales, ya que era en estas en las que tenía que intervenir el estado y por razones políticas, la mayoría de las veces intervenía a favor de los trabajadores; En su libro “Historia del Sindicalismo en Colombia” Urrutia, M.(1939), indica que la competencia, la sustitución, y las características del mercado laboral ponen límites a los beneficios que puede obtener la acción sindical. Urrutia afirma que en un país en proceso de desarrollo en el que el costo de la mano de obra va en decadencia por el nivel de desempleo, los sindicatos no funcionan como instituciones económicas sino políticas, pues su eficiencia depende de la acción política y por lo tanto la existencia de estos depende de variables políticas. Para Urrutia, M.(1939), el objetivo principal del sindicalismo es mejorar el nivel de bienestar de los trabajadores a través de la negociación para mejorar lo ingresos del trabajador y a través de la acción política en la cual se tenga en cuenta la participación del trabajo en el ingreso nacional. En conclusión refiere Urrutia, M.(1939), que el mayor enemigo del sindicalismo es el desempleo pues es ahí que las empresas aprovechan la situación para crear ofertas laborales con bajos salarios, logrando así que a largo plazo las empresas que manejan salarios por encima del mínimo se encuentren en desventaja. Tomado del libro “Historia del sindicalismo en Colombia” 1850-2013 Primera Edición Abril 2016 Urrutia Montoya Miguel (1939), Recuperado de; https://books.google.com.co/books?id=JpBcDwAAQBAJ&printsec=frontcov er&dq=historia+del+desarrollo+sindical&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwit- b74uZThAhVQj1kKHSfmCzcQ6AEIOjAE#v=onepage&q=historia%20del% 20desarrollo%20sindical&f=false