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SISTEMA MUSCULAR

(primeros auxilios)

AUTORES:
Castro Chang, David Yunijiu
Lavi Bustamante, Daryl
Sanchez López, Miky
El músculo es el responsable de todos los
movimientos que realiza el organismo. La
mayor parte de ellos forman estructuras
independientes que cruzan una o más
articulaciones y debido a esa capacidad de
contracción son capaces de producir
movimientos en ellas.
TEJIDO MUSCULAR LISO:
de color blanquecino se encuentra
en las paredes de los vasos
sanguíneos y en las vísceras
huecas. Con sus lentas
contracciones, entre otras
capacidades, varía el calibre de los
vasos sanguíneos y hace
descender a los alimentos por el
tubo digestivo. La denominación
de "liso" viene dada porque sus
células no tienen estrías.
TEJIDO MUSCULAR CARDIACO:
forma las paredes del corazón. Es un tipo de tejido realmente especial
pues se trata de un músculo estriado de contracción involuntaria. Las
células que lo conforman se pueden contraer sin ser estimuladas por el
sistema nervioso central. Tanto el tejido muscular cardíaco como el
liso no se encuentran bajo el control de la voluntad del individuo.
TEJIDO MUSCULAR
ESTRIADO:
de color rojo, es
responsable de las
contracciones
voluntarias y se insertan
en los huesos a través de
los tendones. Sus fibras
están formadas por
estrías claras y oscuras.
Al sistema muscular lo forman el conjunto de músculos de
nuestro cuerpo y su misión es responder voluntariamente en
cada movimiento a las órdenes de realización de
movimientos que le envía el sistema nervioso. Son nuestra
fuerza motriz. Cuando se habla de sistema muscular nos
referimos en concreto al sistema muscular estirado. Se llama
así porque, visto por el microscopio, se aprecian una serie de
estrías dispuestas perpendicularmente a la dirección de las
fibras musculares. Pero, aparte de los músculos estirados,
están también los llamados músculos lisos, que carecen de
estrías y se caracterizan porque forman parte de las vísceras
(intestinos, etc.) y sus movimientos son involuntarios.
Nuestro cuerpo presenta unos 400 músculos, que suponen un
35-40% del peso corporal
CONTUSIÓN:
Se produce por el golpe o impacto directo de una fuerza externa
contra los tejidos blandos, lo que provoca que éstos queden
comprimidos contra el hueso duro que hay debajo. Si el golpe es
bastante fuerte puede incluso provocar la rotura o desgarro de los
tejidos, rompiéndose capilares y causando la correspondiente
inflamación. En su mayoría, las contusiones son producidas por
impacto de un objeto romo, sin punta, como un palo, una piedra o un
puño. La intensidad del impacto provoca que los bordes de la herida
queden aplastados, por la resistencia que ofrece el hueso al golpe, y
ocasionan la lesión en los tejidos blandos. Normalmente, estas
heridas producen dolor y hematomas (moretones), y sangran menos
que las heridas cortantes. Es frecuente ver en su interior el
aplastamiento (y desgarro) de los tejidos, formando muchas
irregularidades, que son una vía importante de infecciones.
DESGARROS:
El desgarro muscular es una lesión traumática en el interior del
músculo, consiste en la laceración de mayor o menor números
de fibras que se rompen y sangran produciendo una
hemorragia. Se pueden romper las propias fibras musculares,
encargadas de la contracción muscular, como también el tejido
conjuntivo que envuelve y amarra las fibras musculares.
Medida de actuación:
el tratamiento más
común y el más aplicado
para desgarros
musculares, es la terapia
que se conoce como
RICES (del inglés rest,
ice, compression,
elevation, stabilization),
consiste en reposar,
aplicar hielo al
producirse la lesión,
comprimir con venda y
elevar del miembro.
CALAMBRE:
Es una contracción muscular espontánea brusca, intensa,
incontrolada y dolorosa de uno o varios fascículos musculares. Entre
sus causas podemos destacar la alteración metabólica (déficit de
irrigación sanguínea y concentración de elementos residuales que
irritan las fibras musculares), la deshidratación o pérdida de sales
minerales, la deficiencia de la circulación de retorno, los problemas
derivados de la edad avanzada, o por ciertas enfermedades. Se debe
a trastornos producidos por pérdida de sodio, potasio y magnesio.
No suele presentarse al principio del ejercicio, sino al final, cuando
ya se han perdido minerales y se producen los calambres. Aparecen
normalmente en gemelos y antebrazos. Para evitarlo, es
recomendable tomar sales y minerales para poder recuperar, así
como estirar y aflojar los músculos cuando se den los calambres.
Medida de actuación:
Realización de estiramientos
del músculo afectado.
Masaje del músculo afectado
de forma enérgica, en sentido
centrípeto (hacia el corazón).
CONTRACTURA:
Se da en músculos que han tenido que aguantar una sobrecarga
durante un tiempo prolongado. Otra razón es el stress, lo que afecta a
cuello, hombros, cansancio general. Se produce por la falta de una
metabolización adecuada. Al empezar el ejercicio, la lesión es fuerte,
y va bajando a la vez que se calienta el músculo, volviendo a ser
fuerte cuando se termina, lo que hace indicar que se puede prevenir
con un buen calentamiento. Para curarlo, siempre vienen bien baños
calientes, masajes o actividades suaves. Se produce por un
acortamiento de las fibras musculares en un punto localizado del
músculo, manifestándose a través de una rigidez y endurecimiento
del mismo, similar a la sensación producida por una sobrecarga
muscular. Suelen establecerse por la realización de esfuerzos de
intensidad considerable y/o la tensión acumulada por las malas
posturas, gestos bruscos, etc., siendo frecuentes en los músculos de
las piernas y de la espalda, especialmente en la zona del cuello,
trapecio y lumbares.
Medida de actuación:
Si se nota la contractura en el
momento en que se instaura,
debemos aplicar hielo
inmediatamente.
Una vez instaurada la
contractura, el tratamiento se
caracteriza por la aplicación de
calor (preferentemente
húmedo), reposo, estiramientos
y masajes suaves.

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